Diario de una Serpiente (PAUSADA/CANCELADA)

III

XXX: -Tu hermana?!- chillaron los 3 al mismo tiempo, el asombro y sorpresa que sentían en ese momento no les cabía en el rostro. De seguro se esperaban cualquier cosa menos eso. Fue entonces cuando decidí por fin entrar en la conversación y dejar un par de cosas bien claras.

Yo: - Mira, Elizabeth, puede que fuéramos hermanas en el pasado, pero créeme cuando te digo que eso se acabó, de eso ya te hiciste cargo hace mucho tiempo. Después de lo que pasó, ni tú ni los Cooper sois ni tenéis derecho a siquiera considerarme familia. La sangre no hace a la familia, eso fue algo que aprendí gracias a ustedes, así que yo que tú me iría haciendo a la idea y empezaría a aceptar de una puta vez que tu "hermana" esta muerta, y todo por tu culpa - solté con la mayor calma y frialdad que pude a pesar de la enorme rabia y odio que sentía en ese instante, los cuales sentía que me consumirían en cualquier momento.

X3: - Como que después de lo que pasó? Betty de que está hablando?- preguntó el pelirrojo más confundido que antes. Esa fue la gota que colmó mi vaso. 

Yo: –Vaya, que sorpresa, parece que no se lo contaste a tus queridos amiguitos. Que tonta soy, por supuesto que no lo saben, olvide que los Cooper tienen que ser siempre perfectos, nunca hacen nada mal, no cometen ningún error, pero sobre todo, siempre tienen que tener la razón en todo - le escupí con veneno mientras me levantaba de mi asiento y apoyaba mi peso en las manos sobre la mesa encarándola. En ese momento me importó una mierda montar una escena en medio del lugar, pensaba dejarla en su sitio de una vez por todas- Acéptalo, Elizabeth Cooper, ninguno de ustedes es ni será perfecto por mucho que lo intentéis, y menos todavía tú. Todos los secretos acabarán saliendo a la luz tarde o temprano y pronto, todos sabrán la verdad sobre los Cooper , cosa que, según me han informado y tengo entendido, ya empezó a ocurrir. Pero lo mejor y más importante, tarde o temprano se sabrá la verdad sobre quien eres tú realmente y se mostrará tu verdadero rostro, te guste o no y no hay nada que puedas hacer para impedirlo -.

Ella se quedó estática y paralizada ante mis palabras, sus ojos se cristalizaron y parecía que en cualquier momento se largaría a llorar. Tenía miedo, la había arrinconado y expuesto frente a sus amigos con mis palabras, y ella lo sabía, sabía que yo tenía razón y me temía por ello. Ahí está, su punto débil: sus amigos, su imagen y su reputación. Y pensaba sacarle provecho. 

X2: – Oye! No hables así de ella, no tienes derecho a tratarla de ese modo - me dijo el chico moreno serio y molesto mientras se levantaba y posicionaba a su lado, tratando de defenderla de mis palabras, de mi.

Ay chico, no tienes ni idea de en donde te acabas de meter... ni con quién.

Yo: - Mira gorritas, porque no dejas de meterte en temas los cuales no te incumben y no tienes ni puñetera idea, eh? En vez de andar defendiendo a tu noviecita frente algo de lo que no sabes, primero vas, te informas sobre lo que ocurre y ya entonces, si sigues pensando lo mismo de ella, vas y me cuentas, si? Bueno espera, mejor ahórratelo, tampoco es como si me importase una mierda tu opinión - le solté de forma despectiva y burlona mientras me giraba para encararle a él. 

Todos en la mesa se quedaron mudos y asombrados por mi actitud y palabras, en especial ellos 2. Así es, me di cuenta de que eran novios en el instante en el que se sentaron en mi mesa, tampoco es como si fuera muy difícil darse cuenta. Era bastante obvio, entre sus miraditas y el hecho de que, cuando solté eso de la verdad sobre Elizabeth y los Cooper, al primero que ella miró nerviosa por su reacción fue a él. Me dedico a esto, vivo fijándome en cada uno de los detalles, ya es algo que me sale natural. Tras unos segundos de silencio, él finalmente se atrevió a responderme, temiéndose la respuesta que le pudiera dar.

X2: - De qué hablas? Qué quieres decir con lo de si sigo pensando lo mismo de ella?- tratando de entender el por qué de mis palabras.

Fue entonces cuando vi mi oportunidad, la oportunidad de rematar a mi "hermanita" y dejarla expuesta de una buena vez.

Yo: –Pregúntale a la perra de tu novia - conteste mirando directamente a "Betty", haciéndole una encerrona, poniéndola en la situación que justamente ella quería evitar a toda costa, el tener que dar explicaciones de lo que hizo y pasó. Una vez dicho esto y sin añadir nada más, recogí mis cosas y me retiré del lugar dejándoles totalmente descolocados y con la palabra en la boca.

No tenía ganas ni intenciones de volver a cruzármelos o encontrármelos nunca más. Esperaba que, después de lo ocurrido, pudiera seguir tranquila con mi vida y que ellos siguieran con la suya sin volver a aparecerse por la mía, esperaba que eso solo hubiera sido eso, un desagradable encontronazo, y que en eso se quedaría.

Que equivocada estaba al pensar que todo aquello había terminado.