❖11.➽ 𝑬𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓 𝒅𝒆 𝑹𝒐𝒎𝒂𝒏 𝒕𝒊𝒆𝒏𝒆 𝒅𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆𝒔.

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Parte 1

Uno de los grandes secretos de la familia Godfrey, aparte de Olivia, fue el de J.R Godfrey. En medio de su matrimonio con Olivia, había caído en la tentación de una atractiva mujer exótica. Cuando Roman tenía 6 años, aquella mujer había ido a la mansión para exigir que J.R se hiciera cargo de su hija de cuatro. Durante hace cinco años le dijo que él la había embarazado, pero él se negó rotundamente a aceptarla. La noticia llegó a los agudos oídos de Olivia, enterándose de la infidelidad de su esposo. J.R jamás te reconoció como su hija, nunca te dio su apellido y tu madre, al ver no conseguiría nada, se marchó de Hemlock Grove.

Once años después regresaste a Hemlock Grove, típicamente tu madre te lo había contado todo en su lecho de muerte, y obviamente tú querías saber más. Viajaste dos días enteros para llegar e inmediatamente inscribirte en el instituto.

Los Godfrey eran bastante conocidos allí y no era para menos, después de las cantidades de empresas que tenían a su nombre. No fue difícil encontrar el lugar dónde vivían, y te apresuraste a ir allí, con la esperanza de encontrar a tu padre. No eras muy sociable y tenías pánico de ir a hablar allá, y tenías aún más miedo del rechazo de él. Golpeaste la puerta con indesicón y el nerviosismo se podía notar en tu rostro, aún más cuándo te recibió un chico alto -muy atractivo- castaño, con ropa casual, sus ojos verdes avellanas te miraron tan profundamente que casi sentiste que miraba tu alma.

—¿Se te ofrece algo?— pregunto, su voz estaba acorde con su apariencia. Tus mejillas y orejas se calentaron y mordiste tu labio, tratando de calmarte. La mirada de Roman se desvió a tus labios, sonriendo internamente, asumiendo que era por él. Alzó su brazo y lo reposó en el marco de la puerta y repitió la pregunta.

—Ah, sí. ¿Se encuentra JR Godfrey?— preguntaste inocentemente. Su mirada hacia ti se endureció y de pronto, todo rastro de coqueteo desapareció de su mirada.

—¿No eres de aquí, verdad?.— negaste con la cabeza sin atreverte a decir más.—Él murió. Inclinó la cabeza hacía atrás y exhaló sonoramente.—Ya fue hace mucho, casi no lo recuerdo.

Bajaste la mirada con desilusión, Roman se puso recto con incomodidad y sin saber que hacer. Tú tampoco lo sabías, habías viajado de lejos para encontrar a tu padre y é se había muerto.

—¿Tú eres su hijo?— supusiste, Roman alzó su ceja y te miró inquisitivamente.

—Roman, cariño, te he dicho que no quiero a las chicas con las que sales en casa.—miraste a la atractiva mujer que se asomaba por la puerta. Aunque su apariencia no la delataba, parecía ser su madre.

—No salgo con ella aún. Ni siquiera sé quién es—te encogiste en tu lugar mientras sus ojos se fijaban en ti. La mirada de Olivia te perforaba el alma mientras te preguntaba silenciosamente quién eras. No sabías que hacer, ni siquiera sabías que esperabas encontrar en este lugar.

Finalmente, respiraste hondo para decir seis simples palabras de debiste haber dicho desde antes.— Soy T/n, la hija de J.R Godfrey.

Roman sonrió, pensando que se trataba de una broma de muy mal gusto. Olivia seguí impasible, mirándote sin decir una palabra mientras trataba de recordar si él tuvo una vez una amante en casa.

La sonrisa de Roman desapareció cuando vio que el rostro de su madre empezaba a contraerse al recordar. Raramente perdía los estribos pero ahora le resultaba difícil controlarse, la ira se apoderó de ella al recordar a la única amante que tuvo J.R, tu edad concordaba desde la fecha en la que ella los descubrió y J.R la obligó a abandonar Hemlock Grove. Olivia gruñó mientras se abalanzaba hacia a ti, enrollando sus manos en tu cuello, presionando con fuerza.

𝑫𝐞𝐯𝐨𝐭𝐞𝐝 𝑻𝐨 𝒀𝐨𝐮 ⫸𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 𝐎𝐟 𝐁𝐢𝐥𝐥 𝐒𝐤𝐚𝐫𝐬𝐠å𝐫𝐝⫷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora