Se Fuerte Corazón 💗💗

Esto no está bien...

Él sonrió ante su confesión, acarició su rostro, delineo sus labios, acercó lentamente sus labios a los de ella, para rozarlos, con suavidad, con ternura, en cada roce le decía tanto sin palabras, Isabela acarició su rostro, pasó sus manos por su cuello y se dejó llevar por el beso, la estaba dejando sin aliento.

Rigoberto: no te imaginas lo que tus besos me encantan

Isabela: yo no puedo creer que cada que estas cerca de mí terminemos así... -se señaló-

Rigoberto: ¿qué pasó en la ciudad de México? –la rubia soltó un poco de aire contenido-

Isabela: no sé cómo, ni tengo la menor idea de quien lo hizo, pero llegaron unos videos a los publicistas, que obviamente ya se hicieron virales –el frunció el ceño sin entender- que ya los vio, muchísimas personas

Rigoberto: ¿Qué tienen de malos esos videos?

Isabela: son de cuando Rafael me dejo plantada, obviamente grabaron todas las reacciones, están cada una de sus palabras

Rigoberto: siento tanto lo que ese idiota te hizo –Isabela lo observó, acaricio su rostro y acercó sus labios a los de él dejando un ligero beso-

Isabela: el problema es que no es sólo lo que me hizo en ese momento, el problema ahora es que gracias a esos videos cancelaron el contrato

Rigoberto: ¿por qué? Eso...

Isabela: pasó hace un tiempo y no debía de influenciar en mi presente, pero las cosas no son así, la marca es una marca muy tradicionalista, una de las clausulas en sus contratos es mantener una buena imagen, no escándalos, casi casi una vida perfecta

Rigoberto: lo siento

Isabela: yo lo siento más, tenía tantos planes, y cómo si eso no fuera todo, la enfermedad de mi padre, la suspensión del vino, no sé es como si todo estuviera en mi contra

Rigoberto: no pienses eso –acaricio su rostro- es solo una mala racha

Isabela: espero que pase pronto, ¿sabes que le dijo el médico a mi padre?

Rigoberto: chula lo mejor es que tú hables con él –los ojos de la rubia se llenaron de lágrimas-

Isabela: eso quiere decir... -su voz se quebró-

Rigoberto: no supongas chula, lo mejor es que hables –ella asintió, él la rodeo con sus brazos en un abrazo- recuerda que siempre vas a contar conmigo –Isabela se separó un poco del abrazo, se alzó en puntitas y rozó sus labios-

Isabela: gracias –comentó antes de sentir una vez más sus labios envolviendo los suyos-

Tal como Rigoberto se lo había sugerido Isabela subió hasta la recamara en donde se encontraba su padre, dio un par de toques en la puerta para posteriormente entrar, lo vio recostado en la cama con los ojos cerrados sin aún decirle nada la rubia sintió un enorme nudo en la garganta, German al sentir su presencia abrió los ojos lentamente para posteriormente sentir los brazos de su hija rodeando su cuerpo, Isabela se lanzó a su padre, lo abrazó sintiendo miedo, sollozó entre los brazos de su padre como cuando era una niña chiquita y no quería que se fuera de viaje, lloró con todas su fuerzas, sintió en esos brazos un refugió.

Germán: ey, todo va a estar bien –la separó del abrazo, limpió sus lágrimas-

Isabela: si a ti te pasa algo me muero

Germán: yo sé que tienes miedo, yo lo tengo, pero te prometo mi amor que voy a luchar –Isabela se separó del abrazo, limpió sus lágrimas-

Isabela: ¿contra qué vas a luchar?