11

3.4K 332 22
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




-madreee~, ¿no vas a levantarte?- pregunté a la mañana siguiente, estando fuera de su habitación, dando leves golpes a la puerta.

No se escuchaba ningún ruido adentro, así que entré.

Madre ya no estaba, solo había una nota sobre uno de los muebles.

Perdón por hacer que te desveles; si quieres no vayas a la escuela.

Hoy llegaré temprano porque tendremos que salir, así que quiero que estes arreglada para cuando yo ya haya llegado.

Vístete bien, no quiero que parezcas una vagabunda.

"Si quieres no vayas a la escuela" ,¿y ese milagro?.

Quería tomarle la palabra y quedarme a descansar, pero lo único que haría sería dormir y comer, luego me aburriria, así que me cambié la ropa.

Ya estando lista salí de casa, no sin antes preparar un rico pan tostado untado con mermelada.

Caminé sin apuracion, con un pequeño jugo en caja que bebía alegremente.

Llegué a la escuela y entré al salón, Chifuyu no estaba, así que me senté a esperar en silencio a que el timbre sonara.

Las personas comenzaron a entrar luego de que el escandoloso timbre fuera activado; Chifuyu no se encontraba entre esas personas.

Observé el pizarrón, esperando a que el profesor empezara a hacer su trabajo, este se paró enfrente y me miró.

Desvíe la mirada, pues me parecia realmente incómodo ser observada fijamente.

-¿señorita Fujiwara?, ¿se encuentra aquí?- preguntó luego de seguir mirándome, moviendo la cabeza para todos lados, haciéndose el estúpido.

-Sí, ella se encuentra aquí. ¿qué se le ofrece?- contesté con palabras firmes, pero mis pensamientos eran de todo excepto firmes.

-¿por qué se encuentra aquí?, se supone que debería estar en su casa debido a la suspensión que le pusieron por llegar tarde tantos días.

¿suspensión?, nadie me mencionó eso.

Quería responderle más cosas, defenderme porque ni una persona me había hablado sobre tal cosa; pero ahora tenía más de diez pares de ojos viéndome, me sentía más nerviosa, sumandole el hecho de que me ahorraría problemas si no levantaba la voz.
Con rápidez tomé mi mochila y salí del salón, aún sintiendo las miradas de unas cuantas personas.

❝No Importa❞ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora