Fujiwara ____, una chica "indiferente" y distraida, no desea ni considera nada en especial, a excepción de su madre. Con el tiempo corriendo y los pensamientos volando, se sumerge lentamente en un lago de inseguridad.
Mitsuya Takashi, un chico pert...
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La mañana del dia siguiente llegó con rapidez, con ella el juicio, la flojera, el aburrimiento y mi típico pensamiento mañanero: "mierda, volví a despertar"
Me desperté muy temprano, todo por haberme quedado a dormir en la sala, en donde la luz entraba con potencia, además, voces de distintas personas comenzaron a escucharse y era raro estar ahí, haciendo nada.
Me levanté y observé mis sandalias moradas, no se con exactitud cuanto tiempo hice eso, pero padre me llamó.
—¡despierta!— gritó de repente y me vi obligada a levantarme.
—buenos días— dije luego de levantarme y acercarme a la cocina, bostezando y rascando mi cabeza.
—¿qué te sucedió?— preguntó padre, mirándome con desagrado y señalando mis ropas.
—nada. ¿ahora que vamos a hacer?— cuestioné con curiosidad y flojera. Esperaba que respondiera "te quedarás a dormir todo el día, no tienes que preocuparte por cosas de adultos", pero no, tuvo que decir:
—te quedarás a limpiar, ya que en la tarde van a venir las personas que tu madre quiere que conozcas.
¿se refiere a Kyomi?
—okey— me senté a su lado, al instante el se levantó. Olí mi camisa para verificar que no apestaba a sudor, y así era, no apestaba a absolutamente nada.
¿entonces porqué se levantó?
—ya nos vamos cariño, cuidate— Kyomi había sido quien dijo eso, y aún así se sintió demasiado bien, su forma de hablar es muy dulce.
—Adiós— ellos se fueron luego de acomodarse los zapatos.
No conocía este lugar, y no tenía ganas de hacerlo. Opté por servirme unos cereales que encontré en la mesa, después los disfrute al máximo sobre mi cama (el sillón de la sala), viendo una película romántica.
Cuando terminé mi delicioso desayuno me dispuse a hacer un poco de aseo, el departamento estaba bastante limpio, por lo que no hice mucho, sólo barrer y lavar los trastos que habíamos utilizado en la mañana.
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Estuve tres horas sentada en el mismo sillón, pensando en el lindo final que tuvo aquella película que escuché mientras aseaba y que veía mientras estaba sentada.
No me paré ni por un minuto, ya ni siquiera sentía la raya que divide una nalga de la otra.
Me levanté para hacer unos cuantos estiramientos y seguir analizando el simple, pero emotivo final de la película que no recuerdo que nombre tiene. La trama es simple, dos personajes principales pasaron por muchas dificultades sólo para estar juntos, cuando creen que nada más puede ocurrir para que vuelvan a reencontrarse después de años sin verse, se encuentran en una tienda y no se reconocen, luego vuelven a cruzarse y conectan sus ojos, no tiene la oportunidad de hablarse y se lamentan; después la chica se propone encontrarlo, logra su objetivo y se abrazan...sólo eso.
