13

3.3K 350 39
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




—hola Smiley—  lo saludé luego de soltarlo y recargarme de la pared.

—...hola— él parecía nervioso.

—¿qué pasa?

—nada, sólo... nada. ¿quieres acompañarnos a comer?— volvió a sonreír, después se puso a mi lado.

—perdón, pero no puedo. Estoy con mis padres.

—pero ellos no parecen tus padres, sólo estaban gritando.

—sí bueno, eso no importa. Mejor si quiero ir con ustedes— levanté mi pulgar y sonreí lo mejor que pude.

—...okey...¡vamos!— tomó mi brazo izquierdo y comenzó a arrastarme junto a él.

Pasamos en silencio al lado de la mesa en la que se encontraban mis padres, luego volvimos a correr hasta llegar a la mesa en la que estaban los demás chicos.

—¿por qué estan aquí?— le pregunté a Smylei ya estando parados a unos cuantos centímetros de su mesa.

—porque Mikey tenía ganas de comer mariscos— respondió y volvió a tomar mi brazo —. Apúrale.

—h-hola...— hablé con nervios ya estando frente a los demás.

—Kenchin...¿que hace aquí la misma niña que vimos la otra vez?— dijo un rubio bajito, creo que ese es el tal Mikey.

No lo sé. Ya comete eso, estuviste haciendo berrinches sólo para venir aquí, ahora comete todo—  el grandote parecía enojado, aún más cuando volteó a verme —. ¿quién eres y por qué te entrometes en los asuntos de la ToMan?

—Fujiwara ____, un placer conocerlo...¿Kenchin?...— respondí casi al instante, con un poco de miedo de que estuviera equivocada en cuanto el nombre.

Luego se hicieron presentes unas fuertes carcajadas.

¿se estarán burlando de mi?

—"Kenchin", ¡¿escuchaste cómo te dijo?!

¿ese es un alias?

—niña, eres muy graciosa. ¡acompañanos!

No estando muy segura tomé asiento al lado de Smiley, del otro lado se sentó Mitsuya.

—yo soy Ryuguji Ken, puedes decirme Draken— comentó el más alto, aún teniendo una mueca de molestia.

—perdón por llamarte de esa forma, pero yo creí qu-

—calmate niña. Kenchin no esta enojado, ya tiene la cara así. Por cierto, yo soy Mikey.

—bien...— acomodé mis manos sobre mis muslos, y volví a jugar con mi camisa, ya que no sabía que más hacer.

—oye ____, ¿qué haces en este restaurante?—  preguntó Angry, biéndome fijamente, con su expresión de enfado.

—vine a comer con mis padres— respondí sincera, mirando el ventilador que colgaba sobre nosotros.

—oh...

¿y ahora qué?, ¿me quedo sentada sin decir nada hasta que terminen de comer?

—no hagas eso— era Mitsuya, él sujetó mi mano y la levantó un poco, y no sabía a que se refería.

—¿huh?¿hacer qué?— apuntó con la mirada mi mano izquierda, luego volvió a mirarme a los ojos.

Rompí el contacto visual sólo para observar mi mano, aprovechando que todos los demás ya habían comenzado una alegre charla.
Mis nudillos se veían más rojos y maltratados, creo que estuve rascando esa área con la otra mano.

Ni siquiera lo sentí.

Cubrí la mano izquierda, poniendo encima la derecha.

—¿qué te sucedió?, ¿no te duele?— Mitsuya seguía hablando en susurros, mirándome con esos lindos ojos intensos color lavanda.

—no pasó nada, y tampoco me duele.

—no lo hagas más— dijo, después volvió a separar mis manos
—. Te estas haciendo daño.

¿en serio?

—sí. Por favor, deja de hacerlo.

—okey...— nuevamente acomodé mis manos sobre mis muslos, entrelazadas y vigiladas por mí, quería ver que es lo que hacía exactamente, pues no me daba cuenta.

A los pocos minutos olvidé que tenía que hacer y volví a mirar el ventilador, es demasiado relajante observar como gira.

—oye, mantén tus manos separadas.  Estas lastimando tu piel.

Mitsuya...

—no importa— contesté simple, sin querer despegar la vista del techo.

—si importa.

Mentira, eso no importa.

—bien, trataré de no hacerlo.

—pide algo para comer— volteé a mirarlo y él sonrió, luego tomó mi mano derecha y la acarició con su pulgar —. No lo hagas.

Giré la cabeza con rapidez para evitar que viera mi cara roja.

¿cómo puede ser..."asi"?

Él aún tenía mi mano entre las suyas, por debajo de la mesa, siendo tapadas por el mantel que la cubría.

Un raro sentimiento me invadió y me dieron ganas de sonreír, sonreír con naturalidad.

              ════ ∘◦❁◦∘ ════

El tiempo pasó realmente rápido, escuchando las platicas ajenas, observando de vez en cuando el ventilador, riendo por las estupideces que comentaban, y sintiendome jodidamente inquieta por el simple hecho de que Mitsuya no soltó mi mano en toda el rato, hasta que tuvimos que despedirnos e irnos cada quien por su rumbo.

Sin duda alguna, esas fueron las dos horas más  divertidas que no experimentaba desde hace mucho tiempo.

Ahora estoy en un apartamento con padre y Kyomi. Mencionaron algo así como que debo quedarme con ellos para conocer a alguien, también tendré que quedarme a dormir aquí...

El apartamento es grande, padre dijo: "luego de obtener el título de tutor para poder cuidarte, compraré una casa donde viviremos todos juntos"

No entendí el "todos juntos" ,pero no quise seguir hablando del tema, sólo quería dormir y comer para tratar de olvidar esa extraña sensación que se quedó impregnada en mi mano y pecho.

Cuando terminé de comer, me indicaron en donde debía dormir, así que me acosté en el sillón más grande de la pequeña sala y miré el techo, blanco, alumbrado, liso y aburrido.

Divagando en mis recuerdos, encontré un acontecimiento de hace meses atrás, cuando yo lastimaba de forma voluntaria la piel vecina de las uñas de mis manos, mi piel y uñas siempre estaban horribles; y ahora es casi lo mismo, con la diferencia de que ahora ni siquiera me doy cuenta.

No se la razón exacta del porqué hacia y hago eso, tampoco se cuando dejó de suceder la primera vez, sin embargo... Hmm, no importa.

❝No Importa❞ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora