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Se despertó al día siguiente, pero como aún estaba soñoliento cerró sus ojos mientras se los talló en un vago intento por despertar por completo. Abrió los ojos con pereza y notó que veía con claridad, sintió una especie de déjà vu, parpadeó confuso y miró la habitación, se parecía a la de Kageyama.

Eso hizo que se despertara de golpe... No, no, no, no podía estar sucediendo, no otra vez. Rápidamente se levantó de la cama y fue al espejo que estaba cerca del armario, tenía que verse.
Y efectivamente, vio lo que más temió, el rostro de Kageyama.

No, esto no estaba pasando, esto era un espejismo, no era real. No podía volver a pasar otra vez, ¡¿y por qué pasaría otra vez?! Ni siquiera supo por qué pasó la primera vez, menos sentido tenía que volviera a pasar.

Un celular sonaba, eso lo hizo calmarse un poco y distraerse por encontrar el celular, la habitación estaba algo desordenada, pero encontró el teléfono entre las sábanas. Era una llamada, temía el nombre de Tadashi y un corazón, ¿contestaba?
Actuó antes de pensar, pues su pulgar ya había deslizado el ícono para contestar.


— Oh, Tobio. ¿Ya vienes? Te estoy esperando.


Escuchó la voz de su amigo, ya sabía que Kageyama y él se iban juntos a la escuela, así que eso no se le hacía raro. Se despegó el celular de la oreja para ver la hora, eran las 7:34, lo cual era buena hora, pero considerando donde vivía Kageyama, era tarde para pasar por Yamaguchi.


— Me quedé dormido. —Bueno, eso no era mentira.
— Adelántate.


— Está bien... Te veo en la escuela.


Al colgar la llamada notó por el tono de su amigo que parecía algo preocupado.
Pero se preparó para ir a la escuela, tenía que ver a Kageyama, aunque lo más probable es que fingieran ser el otro otra vez, mientras se cambiaba le entraron ganas de orinar y automáticamente hizo una cara de asco, ¿qué hizo para merecer esto?



Como apenas llegó a la escuela, no tuvo tiempo para buscar a Kageyama, pues el timbre había sonado y se fue directo al salón que se suponía era de él.
Tsukishima no podía concentrarse en las clases, pues aparte de que no estaba en su cuerpo, Hinata no dejaba de lanzarle bolitas de papel con baba, que horror ser Tobio.

En cuanto tocó el timbre para el descanso, fue al cual sí era su verdadero salón. Entró y notó que Yamaguchi caminaba junto con la persona que se suponía que era él, pues ahora que estaban en segundo los cinco almorzaban en la azotea y debían ir para allá.

— ¡Tobio! —Yamaguchi se dio cuenta de su presencia y caminó hasta donde estaba él, se acercaba tanto que parecía no detenerse y eso lo hizo entrar en pánico.

Pero antes de que el pecoso se acercara por completo a su novio, fue detenido por el rubio, que había puesto sus manos en sus hombros para detenerlo.

— ¿Q-qué pasa, Tsukki? —Tadashi volteó a ver al rubio muy confundido, pues no entendía esa repentina acción.

Kageyama soltó los hombros de Yamaguchi casi al instante, lo hizo por reflejo y sin darse cuenta.
— N-nada. —Era normal que Tadashi quisiera estar cerca de la persona que se suponía que era él.
— Tengo que hablar con Kageyama. —Pero ahora mismo la persona que fingía ser él, era Tsukishima... Otra vez.

Body changeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora