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El resto del día fue "normal" hicieron lo posible para fingir ser el otro, lo cual era sencillo entre las clases, pues no hablaban con nadie.
Pero llegó la hora de la salida, Yamaguchi pensó en ir a ver a Tobio antes de irse con su amigo, pero Hinata dijo que ya se había ido, lo cual lo entristeció.

Así que ahora se encontraba de camino a casa con su amigo.
La expresión triste de Tadashi no podía pasar desapercibido para Kageyama, era obvio que tenía algo y no le gustaba verlo así.

— ¿Estás bien? —Preguntó mirándolo de reojo, viendo como contenía un suspiro y luego volteaba a verlo.

— Sí, bueno... —Se rascó la nuca nervioso. — Es sobre Kageyama, ¿no te importa eso? —Su amigo ya le había dicho que no le gustaba que hablara de su pareja, pero eso era lo que le pasaba.

— Dime. —Tsukishima le había comentado que le había dicho que dejara de hacerlo, pero ahora mismo la curiosidad lo estaba matando.

— Es que... Estuvo algo raro el día de hoy, casi no me hablaba ni me miraba, me pregunto si le pasa algo... —Dijo preocupado mientras suspiraba al final. Tobio no sabía qué decir, si daba una excusa sonaría como si se defendiera y Tsukishima jamás lo defendería.
— Por cierto... —Yamaguchi volvió a hablar. — ¿De qué hablaron tú y Tobio en el descanso? —Era otra cosa que le causaba curiosidad, pues esos dos no se agradaban ni se hablaban, por lo que era extraño que repentinamente hablaran.

— A-ah... De... —Tenía que pensar en una excusa. — Voleibol... —Respondió inseguro, pues dijera lo que dijera sentiría que nada sonaría creíble, además dijo algo parecido la otra ocasión que estuvo en una situación similar.

Yamaguchi no estaba convencido por esa respuesta, pero decidió dejarlo así, no debía pensarlo tanto, tal vez Kageyama solo tuvo un mal día y mañana estaría mejor.
 
 
 
 

Al día siguiente Tsukishima se levantó antes, pues ya sabía que iba a despertar en el cuerpo de Kageyama, la vez anterior duró una semana por lo que por una semana debería fingir ser Tobio.

Se alistó y fue a la casa de Yamaguchi, pues por lo poco que había escuchado a su amigo, sabía que hacía eso.
Tocó la puerta y vio que Tadashi salió con una sonrisa.

— Hola, Tobio. —Dijo mientras salía y cerraba la puerta, para luego voltear a verlo y acercarse a su rostro para darle un beso.

Tsukishima se sonrojó por los nervios, el saludo no se le hizo extraño, pero la manera en que se acercó a su rostro era claro que iba hacer otra cosa, por lo que retrocedió. Tadashi se percató de eso, así que decidió no darle el beso, Kageyama estaba actuando extraño, incluso cuando intentó tomarlo de la mano, la apartó.

Se encontraban camino a la escuela y Kei ya sabía que lo había arruinado, bastaba con ver la miraba de desilusión de su amigo, pues en cuanto abrió la puerta estaba feliz y ahora se veía tan decaído. Pero no podía besarlo, era su amigo, además que sería incómodo.

— Yamaguchi. —Lo llamó, y vio que el pecoso volteó a verlo con ojos de cachorro, conocía esa mirada, estaba claro que estaba afligido. — Siento lo de hace rato... Lo que pasa es que... — Mierda, tenía que pensar en algo.
— Estoy enfermo de la garganta y no quiero contagiarte. —Eso probablemente era la mentira más estúpida y poco creíble, pues era obvio que no era verdad, pero lo dijo para evitar besarlo.

A Tadashi no le convenció, no sonaba ni se veía enfermo, pero, ¿por qué no quería besarlo?
— Tobio... ¿De qué hablaron tú y Tsukki ayer? —Tsukki dijo que de voleibol, pero quería comprobar si era cierto.

Kei se quedó callado, buscando una respuesta.
— Sobre... Un examen que voy a tener... —Kageyama no era la primera vez que pedía ayuda para un examen, así que sabía que se vería creíble.

Sin embargo por la reacción que tuvo su amigo, se notó que no le creyó, pero no dijo nada y él tampoco, sentía que cada vez más estaba cavando la tumba de Kageyama, y lo peor es que no era a propósito.

Al llegar a la escuela Yamaguchi se despidió sin ánimo de él y sin verlo, no sabía si estaba molesto o triste, bueno, luego se le pasaría. En cuanto Kageyama vio que Tadashi entró al salón y se sentó, notó que estaba desanimado o molesto, pues tenía un puchero.
Las clases empezaron por lo que no pudo acercarse a él.

Así que esperaría a la hora del almuerzo, se levantó y se acercó, él cual no parecía tener ánimos de levantarse.
— ¿No quieres ir con los otros? —Conociendo a Yamaguchi, él debía ser el primero en querer ir.

— No... ¿Puedes quedarte conmigo? —Le pidió con ojos tristes, pues Kageyama estaba actuando extraño y quería a su amigo con él.

Tobio era un hombre débil, débil ante Yamaguchi. Por lo que solo asintió y arrastró a una silla para quedarse con el pecoso, pues no parecía querer levantarse.
— ¿Cómo te va con Kageyama? —Era obvio que algo pasaba.

— ¿Desde cuándo te interesa saber? —Preguntó sorprendido, pues Tsukki había dicho que dejara de hablar y ahora preguntaba.

— ¿No puedo preguntar?

— Bueno... Es que lo odias. —La actitud de Tsukki era algo peculiar, mostraba mucho interés.

— Sí... Pero es obvio que algo pasa. —No podía negar eso, pero es que estaba preocupado por su novio y por lo que el idiota de Tsukishima pudo hacer.

— Es que no sé lo que sucede, Tobio está actuando extraño... Como si no quisiera estar conmigo. —Hizo un puchero.
— Estoy aquí y ni siquiera ha venido o mandado un mensaje, además... Tu dijiste que ayer estaban hablando de voleibol, pero el dijo que de un examen. —Lo miró con sospecha, pues uno de ellos dos estaba mintiendo y difícil el poder sospechar de alguno, pues uno era su novio y el otro su mejor amigo.

Kageyama se puso nervioso, debieron coordinarse mejor.
— E-es porque... ¡Primero hablamos de voleibol y luego del examen! —No sabía si serviría o le creería, era la palabra de Tsukishima con la suya.

Yamaguchi tenía el presentimiento de que algo pasaba con Kageyama, parecía evadirlo.
No quiso hablar más del tema, pues darle vueltas a lo mismo solo le daría dolor de cabeza.

Body changeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora