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La luz entraba por la ventana y le daba justo en su cara, apretó los ojos y se removió en la cama, ¿qué hora era?
Abrió los ojos muy lentamente tratando de reincorporarse a la luz natural. Pero cuando los abrió quedó algo aturdido, pues miraba borroso y por más que se tallaba los ojos aun seguía viendo borroso; aun así podía distinguir algunas cosas, como que esa no era su habitación, era una habitación azul y además todos los muebles estaban en otras posiciones, decidió levantarse para lavarse la cara, tal vez solo ocupaba refrescarse un poco.

Cuando se levantó de la cama se sintió más alto, miró sus manos y a pesar de que miraba borroso podía ver que sus manos parecían más grandes, ¿acaso había crecido? Decidió no darle importancia y caminó al baño, el cual no encontraba. Pero cuando llegó a él, lo primero que hizo fue lavarse la cara, se sentía como si aún estuviera dormido.

Buscó una toalla a tientas pues aún tenía los ojos cerrados debido al agua, se secó frotando durante unos segundos para finalmente levantar su cara y verse al espejo. Pero cuando lo hizo, a pesar de que miraba medio borroso podía distinguir una cara que no era la suya, era una cara que se parecía a la de Tsukishima. Estaba atónito, ¡¿por qué se parecía a Tsukishima?!
Estaba pasmado frente al espejo, hasta que el sonido de alguien que tocaba la puerta lo regresó a la realidad.

— Kei, hijo. Apúrate si no llegarás tarde.

No necesitó contestar, pues seguido de eso lo que escuchó fueron unos pasos que parecían alejarse. Kageyama abrió la puerta del baño temeroso y se dirigió a la habitación dónde había despertado, aun miraba borroso, por lo que al llegar a la habitación tomó los lentes que estaban en el escritorio y se los colocó. En cuanto lo hizo, su vista mejoró demasiado, así que fue al espejo que estaba por el armario y vio a Tsukishima, el cuerpo de Tsukishima.

— Esto debe ser un sueño... Mejor dicho una pesadilla. —Ya se había visto levemente en el baño y había escuchado que una voz femenina lo había llamado Kei, pero ahora que lo miraba con sus propios ojos, era más escalofriante. Estaba en el cuerpo de Tsukishima.

Bien, estaba en el cuerpo de alguien que odiaba, no tenía que entrar en pánico... ¡¿Cómo no iba a entrar en pánico?! Quería golpearse la cabeza para ver si así regresaba a su cuerpo.

— ¡Kei, apúrate. Yamaguchi ya debe estar esperándote! —Se volvió a escuchar una voz femenina, Kageyama asumió que debía ser la madre de Tsukishima.

¿Qué hora era?, ¿Yamaguchi lo estaba esperando? Cierto, Tsukishima y Yamaguchi viven cerca y van a la misma clase, deben irse juntos. Pero como él estaba en el cuerpo de Tsukishima, eso significaba que estaría con Yamaguchi todo el día y la madre de Tsukishima dijo que ya estaba esperándolo. Corrió al armario en busca del uniforme y se cambió mientras a la vez buscaba la mochila, cuando lo logró salió corriendo de la habitación y bajó corriendo.
La señora Tsukishima al ver a su hijo tan apurado se sorprendió, pues siempre solía decirle que se apurara pero nunca lo hacía.

— Kei, ¿no vas a desayunar? —Preguntó cuando vio que ya había bajado las escaleras y lo vio bastante desarreglado.

— No, es tarde, Yamaguchi me está esperando. —Dijo sin mirar donde estaba la madre de Tsukishima y salió dando un portazo.

La señora se quedó atónita, ¿ese era su hijo? Salió todo desarreglado y sin desayunar y aun era temprano; bueno, luego le preguntaría.

Kageyama al salir de la casa se sintió estúpido, ¿dónde se supone que Tsukishima esperaba a Yamaguchi?, ¿tal vez hasta dónde caminaban todos los del equipo? No, ellos caminaban más. Bueno, caminaría un poco para ver si lograba encontrarlo.

Caminó por 5 o 7 minutos, o eso cree él ya que no tenía forma de saber la hora y vio que Yamaguchi parecía llegar a una esquina donde estaba una señal de alto al final de la calle; suspiró aliviado y empezó a caminar hacia donde estaba el pecoso, pero Yamaguchi parecía mirar para otro lado.
Cuando ya estaba cerca, Yamaguchi sintió la presencia de alguien y volteó para encontrarse con Tsukishima, un desarreglado y despeinado Tsukishima.

Body changeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora