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Yamaguchi colgó su celular algo confundido, pues Hinata contestó por Tsukishima, pero por la manera que habló parecía asustado y con mucha prisa.
— ¿Qué pasó? —Preguntó Kageyama curioso al ver como el moreno tenía las cejas fruncidas en señal de confusión.

— Oh, parece que Tsukki y Hinata ya se fueron. —Dijo guardando su celular y mirando al pelinegro. — Bueno, creo que también nosotros deberíamos irnos. —Le dio una sonrisa al más alto, pues después de todo habían comentado acerca de irse y solo fueron al baño por pedido del pelinaranja.

Kageyama se quedó en trance unos segundos. ¿Hinata y Tsukishima se habían ido ya? ¿Hinata realmente se había desecho de Tsukishima como dijo? Pues Hinata le dijo que lo haría, pero realmente no pensó que lo lograría... De pronto se empezó a sentir mal por la supuesta traición que hizo. 

 
Ambos iban camino a casa, hablando de cosas triviales, como la escuela, el equipo, tareas, etcétera. Hasta que llegaron a un punto donde se quedaron sin conversación y caminaban en silencio. Kageyama no sabía qué hacer, no era bueno hablando, mucho menos iniciando conversaciones, pero antes de que perdiera la cabeza pensando en cómo romper el hielo, lo hizo el pecoso.
— Sabes, he pensado que Hinata y Tsukishima están actuando muy raro estos días. —Dijo con la vista al frente y mirando a un punto fijo, como si estuviera recordando. — Además es raro que se hayan ido juntos.

— ¿De qué hablas? —Volteó a verlo.

— Bueno, ya sabes... Esos dos se odian. —Dijo con una sonrisa tímida, pues para él era demasiada obvia la razón. — Además Hinata últimamente me ha hecho preguntas... Algo peculiares. —No era como si le incomodaran esas preguntas, pero el hecho de que Hinata, una persona con la que casi no habla de muchas cosas que no fueran relacionadas con el voleibol, se le hacía un poco extraño.

— ¿Qué clase de preguntas? —Realmente tenía mucha curiosidad y a la vez tenía un mal presentimiento, pues Hinata además de ser malo guardando secretos, no sabía disimular.

— Pues... —Desvió la mirada recordando. — Me preguntó acerca sí me gustaba alguien, mi tipo ideal, si saldría con un chico y esas cosas... Si a Hinata no le gustara Yachi creería que me pregunta esas cosas porque le gusto. —Rió divertido.

Kageyama carraspeó algo incómodo y nervioso, pues él sabía la razón de eso. Así que para evitar seguir hablando, tenía que cambiar de tema.
— Hinata es raro... ¿Pero por qué dices que Tsukishima ha estado actuando raro? —A decir verdad también tenía curiosidad, pues él estuvo en el cuerpo de Tsukishima y Yamaguchi decía que ha estado actuando raro, y eso lo hacía sentir nervioso.

— Mmmh... Pues sentía como si estuviera nervioso, además de que me esperaba antes y tenía que ayudarlo con su cabello, era como si se hubiera olvidado hasta de como peinarse. —Rió un poco recordando lo sucedido en la semana, pues era raro que Tsukishima llegara antes que él, además siempre llegaba desarreglado, como si tuviera mucha prisa por llegar. — Aunque me gustó que olvidara sus audífonos. —Dijo para sí mismo algo apenado.

— ¿Por qué? —Pero en cambio Kageyama quería escuchar más, así que no apartó la vista de él.

— Bueno, Tsukki siempre sale con sus audífonos y a veces siento que no me escucha... —Dijo algo triste, pero carraspeó un poco. — Pero parece que Tsukki volvió hacer como siempre. —Mencionó con una sonrisa falsa, fingiendo alivio. Pues desde que se encontró con su amigo el día de hoy, su actitud parecía ser la típica, usaba sus audífonos de siempre y solo se limitaba a asentir a la conversación sin decir nada.

— ¿No te gusta que Tsukishima sea así? —A decir verdad más que curiosidad, quería saber si había algo que a Yamaguchi no le agradara, y si ese algo era de Tsukishima, era mucho mejor.

Yamaguchi se quedó callado pensando un poco, no era como si odiara ese tipo de cosas... Pero tampoco podía ignorarlas y actuar como si nada.
— Mmmh, pues somos amigos, pero a veces me siento como si yo fuera el único interesado en nuestra amistad. Estuvo actuando raro... Pero en un buen sentido. —Sonrió tímido y volteó a ver al más alto, él cual lo miraba algo penetrante. Yamaguchi tenía que admitir que al principio la mirada tan fija de Kageyama le daba algo de miedo, pero después de acostumbrarse a ella, le daba algo de ternura por lo que no pudo evitar reír un poco. — Es extraño, pero cuando hablaba con Tsukki sentía que hablaba contigo... Eres muy bueno escuchándome y si pareces ponerme atención a lo que digo. —Dijo dedicándole una sonrisa. 

Kageyama al verlo reír de la nada se sonrojó, no se había dado cuenta que estaba viéndolo tan fijo, así que desvió la mirada al suelo rápidamente. Se quedó perdido, una parte por lo que dijo y otra parte por mirar tan fijamente la cara del moreno.
Así que había cosas que a Yamaguchi no le gustaban de Tsukishima. Siendo honesto siempre pensó que el pecoso era del tipo que no le molestaba nada. Aunque bueno, después de todo era humano.

Kageyama inconscientemente volvió a levantar la vista y dirigir la mirada al moreno, ya era casi por reflejo voltear a verlo, podían no estar hablando de nada y solo ver el rostro de Yamaguchi y él sería feliz. Tadashi empezó de nuevo a sentir una mirada sobre él, no le molestaba ni le incomodaba que Kageyama lo estuviera viendo, pero sentía como si el pelinegro quería decirle algo y no solo lo sentía desde ahora, desde hace rato tenía esa sensación.
— ¿Pasa algo, Kageyama? —Preguntó curioso viéndolo de reojo, porque cada vez que volteaba a verlo por completo, por alguna razón el más alto desviaba la mirada.

Tobio pasó saliva nervioso y respiró profundamente, ¿lo hacía? ¿Se declaraba? No se sentía listo y estaba muy nervioso, sus manos sudaban y no dejaban de temblar.

— Kageyama...

Pero Hinata hizo un sacrificio... Otro sacrificio, ya no podía desperdiciarlos... Lo dejo a solas con Yamaguchi, ¿cuándo en la vida podría tener otra oportunidad como esa? Además ya había vuelto a su cuerpo, por lo que pasar tiempo con Yamaguchi ya no sería tan posible.

— ¿Kageyama?

¿Pero no era apresurado declararse? Ni siquiera sabía si tenía una oportunidad. Aunque bueno, Hinata dijo que Yamaguchi pensaba que era atractivo, ¿eso podía interpretarse a que tenía oportunidad?

— ¿Kage...

— ¡M-me gustas...! —No pensó más y lo dijo, apretó los labios por los nervios cuando terminó de decirlo. Y hasta parecía sorprendido de sí mismo, pues sus ojos se abrieron por completo, se puso rojo totalmente, agachó la cabeza pero la volvió a levantar para ver qué decía el moreno.

Yamaguchi se sobresaltó por lo repentino que habló el pelinegro, pues llevaba rato llamándolo y parecía perdido en su propio mundo. Pero volviendo a la realidad, ¿por qué Kageyama parecía tan nervioso, por qué estaba tan rojo y por qué lo miraba tan fijamente? Kageyama le acababa de decir que... ¡¿Le gustaba?!
— E-espera un momento... —Necesitaba procesar lo que acababa de escuchar. — ¿Yo te gusto...? —Hasta ambos se habían detenido en su caminar por la emoción del momento, pues Kageyama estaba nervioso y Yamaguchi sorprendido, aunque aun no podía creerlo, seguía en trance.

Kageyama no podía ni hablar por la vergüenza y lo nervioso que estaba, hasta podía escuchar sus propios latidos, por lo que solo asintió.
— ¿Te refieres como... amigos? —Bueno, había la posibilidad de que Yamaguchi hubiera entendido mal.

El pelinegro no dijo nada, solo negó con la cabeza, se sentía cada vez más ansioso.
— ¿Entonces te refieres a románticamente... como pareja? —Lo último lo dijo un poco bajo, pues se estaba empezando a sentir avergonzado por alguna razón, pues era la primera persona que le decía algo así y era un compañero del equipo.
Tobio se quedó en blanco unos segundos y se lamió los labios nervioso antes de asentir. Yamaguchi se quedó callado un momento procesando, Kageyama acababa de decir que le gustaba... Y de manera romántica, se quedó viendo a la nada para luego abrir los ojos y sonrojarse de golpe. — ¿Hablas e-en serio? —Ahora el que estaba nervioso y sonrojado era él.

Por otra parte Kageyama estaba empezando a calmarse poco a poco, pues que Yamaguchi no lo rechazara de golpe lo hacía sentir un poco más tranquilo.
— Sí, me gustas. —Pero su valentía y coraje duró poco, pues cuando volvió a repetirlo, tragó en seco, se encogió de hombros y salió corriendo.


Body changeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora