Emma Laurent
Sabía que regresarlo a mi vida no iba a salir tan bien que digamos, sinceramente tenía terror cuando lo vi en la puerta de mi casa, pero había escuchado todo, lo vi derramando lágrimas por su difunto hijo.
Y no podía verlo llorar por que yo le prohiba que mire a su hija.
Pero el problema en realidad ya no era Diego, por que había comprendido porqué no se lo dije y que estaba en su derecho en verla -las veces que quisiera- en mi casa y si Devany estaba de acuerdo, de hecho lo había tomado bien y estaba feliz por haber esperado tanto para que su padre llegara a casa.
El problema era Sebastián Córdova, mi novio y el cual me había pedido matrimonio hace una semana mientras veíamos la luna en un hermoso cañon, tomándome por sorpresa.
Sabia de antemano que a Sebastián no le iba a gustar saber que Diego Lainez ya estaba uniendo su lazo paternal con Devany.
Pero no podía simplemente decir: "Amor ¿Adivina qué?, Diego regreso y ya conoce a Devany y ella no para de sonreír estando con su padre."
Algo tonto. Yo sabía cuanto amaba a mi novio, por que estaba eternamente agradecida de lo mucho que me ayudo cuando Devany estaba apunto de nacer, quizás tomando el papel de padre de mi hija, pero yo estaba consciente que el padre era Diego.
— ¿Estás bien?
Levanto la mirada de mi taza de chocolate para ver a Sofía mirarme desde la puerta de la cocina.
— Uh ¿Qué?
Dejo la taza en el fregadero para girarme nuevamente a ella.
— Has estado así desde que Sebastián llamó, ¿Te dijo algo por que Diego esta en casa?
— Es que... él no lo sabe.— Ella se sienta y yo me siento enfrente de ella. — Juraba que Devany iba a decir el nombre de Diego, sin embargo solo le dijo que estaba feliz y corrió hacía Diego nuevamente.
— Y tú inmediatamente entraste a la cocina.
— Si, él me dijo "Los tíos ¿no?" Y yo solo murmuré un si, no podía decirle que Diego había regresado y que Devany ya sabía quien era su padre.
— ¿Sabes qué debes de decírselo, no?
—Lo sé Sofi, lo pienso hacer mañana al terminar la cena de noche buena.
— Uh si sobre eso... cariño.
Sofía deja de hablar cuando Diego y Devany entran de la mano a la cocina y sonríen viéndome.
¿Por qué son tan hermosos?
— ¡Cenaremos mañana con la familia de Diego, mami!
— ¿Qué?
— Quería pasar navidad con mi hija, no se si podrían llegar mañana a casa.
— Devany... amor tenemos la cena con Sebas.
— Puede venir también.
Los cuatro quedamos en silencio, yo miro fijamente a Diego, era imposible que fuéramos a esa cena.
— Preciosa, ¿Quieres ir a pedirle a tu tío Edson que salgamos a comer algo?
— Si por favor, ¿Puedo ir, mami?
— Por supuesto cariño, con cuidado.
Devany se despide de Diego para salir con Sofía y minutos después la puerta principal se cierra y quedamos solamente los dos.
— Eres un idiota.
Frunce su ceño.
Él se cruza de brazos, ruedo los ojos.
— ¿Por querer pasar una fecha tan bonita con mi hija y contigo?
— Nos estábamos entendiendo tan bien. Tengo una cena con Sebastián, Devany y yo debemos de estar junto a él.
— Nosotros tres débenos de estar juntos, amor.
— Deja de decirme amor, Diego. Tienes una esposa esperándote y tengo una pequeña pregunta ¿Qué le dirás a Vanessa? ¿O negaras a Devany ante ella?
— Vamos a pasarla juntos, Emma.
— La respuesta sigue siendo no.
— ¿Has pensado en intentarlo de nuevo?
Mi corazón empieza a palpitar demasiado rápido ante sus palabras, ¿Intentarlo de nuevo?.
— ¿De qué hablas? — digo incómoda.
— Tú y yo, duh.
— No hay eso, Diego.
Él rueda los ojos para acercarse a mi, toma mi mano y me levanta para quedar enfrente y juntos, muerde su labio y coloca una mano en mi mejilla.
— Tú ganas, no será con mi familia pero... ¿Podríamos pasar navidad solamente los tres?
Cierro los ojos mientras siento nuevamente sus labios acercarse a mis labios, él los mueve levemente rozándolos y los une por fin.
Me sentía morir ante su toque, por que era él.
— Basta...— susurró mientras coloco mi cabeza pegada a la de él. — No hagas más difícil esto por favor.
— Solo necesito que los tres estemos juntos, no las he tenido conmigo casi ocho años, por favor.
— Pero Sebastián...
Diego acaricia mi mejilla y besa nuevamente mis labios.
— Va a comprenderte y podrás hablar con él el veintisiete de diciembre a nuestro regreso.
Muevo la cabeza confundida, que era todo lo que me estaba diciendo el castaño.
— ¿No solo cenaremos?
— Estaba pensando en pasar navidad en San Francisco... — sonrió — He comprado los boletos está mañana.
— No podemos hacer esto.
Él sigue sosteniendo mi mano y la acerca lentamente a su boca, para depositar un beso en mi mano.
— Solo Devany, tú y yo.
Debía de pensar esto realmente bien, no podía hacerlo por que tenía novio, pero realmente no iba hacer nada malo, iba con mi hija y mi ex novio quién es padre su hija, ya no habían más sentimientos encontrados.
Podría Sebastián pasar navidad con sus padres, los tíos de Devany lo iban a tomar bien e incluso mis padres y los padres de Diego.
Solo le ruego a Dios no estar cometiendo el más grande error.
— ¿Entonces...? — Muerdo mi labio y lo miro a los ojos, solo rogaba no equivocarme.
Por que en lo único que puedo pensar es en la felicidad de mi pequeña... nuestra pequeña hija.
— Estaremos acá el veintisiete Lainez, ni un día más.
La sonrisa de Diego se hace cada vez más grande, toma mi rostro en sus manos y me besa.
Y es que amaba su jodido toque en mi, carajo.
— Buscaré a Edson y a nuestra hija, arregla sus maletas y yo pasaré a las cinco por ustedes.
Toma mi mano para llevarla a su boca y depositar un beso en ella, mis mejillas se tornan de un color carmesí, él ríe para salir de mi casa, con una hermosa sonrisa.
"Te he estado extrañando, ansío estar con ustedes mañana, antes de que despierten estaré con ambas."
Mi respiración se contrae y dejó caer el celular, miro mi cama en dónde se situaba una pequeña maleta con pocas de mis prendas.
Realmente esperaba no estar cometiendo errores, porqué no quiero romper corazones, y menos de mi amado Sebastián.

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over again | diego lainez
Fanfiction❝Te puedo odiar, te puedo amar, pero tu debes de entender que la amas a ella, y yo nunca seré ella ❞