Todos tenían un final escrito, y realmente esperaba que el mío no fuera tirada en una cama y llorando de nuevo por el mismo hombre, porque realmente me partía el alma saber que con quién imagine pasar el resto de mi vida, ya estaba en un maldito avión camino a España.
Porque me doy cuenta que por más conversaciones bonitas que tengas con alguien, no te garantiza estar siempre con esa persona, que esa persona te va a amar siempre, porque solo fue un amor de adolescencia.
Quizás Diego no es el amor de mi vida, pero si mi primer amor.
Porque soy una tonta que cree en el hilo rojo que cree en las cosas de amor que aparecen, porque estaba tan... tonta.
Creía en la falsas promesas, creía en la segundas oportunidades y en intentarlo de nuevo.
Porque Sebastián me lo había dicho, y no creí en él.
— ¿Te lo dije o no te lo dije? Felices llantos Emma, pero ya no me tienes para ser tu maldito repuesto, fin del juego.
Mi ceño se frunce, pero no me sorprende que se haya enterado tan luego, es Sebastián Córdova.
— ¿Sigues mejor?
Dejo mi celular en la mesita de noche y miro a Frida. Yo suelto un suspiro y asiento mientras palmeo el lado derecho de la cama para que ella se sentara a mi lado.
— He entendido que estoy tan jodida... — Frida me mira extrañada, yo continúo hablando — Es decir, estuve tan ciega, porque creí que el mundo es color de rosa y que tu primer amor es el amor de tu vida, con quien compartirás el resto de tu vida, es solo una mierda.
— Emma ... solo fue tu obsesión de preparatoria, él se ha ido, ¿No crees que es momento de poner punto final? — ella toma mi mano — Hay veces que tomamos en broma cuando dicen que debemos maduras y ponemos la frase de: no somos frutas.— ríe levemente — Pero es cierto, debemos madurar. Debemos de entrar en razón de las cosas, tenemos que pensar que la vida de adulto no es igual a la de un adolescente.
Mi mano empieza a temblar, porque tenía razón, me deje llevar por él, porque necesitaba su amor de nuevo, porque confundí todo, ya soy madre y aun caí en sus mentiras.
— Siempre fui su maldito entretenimiento, me desechó varias veces y solo necesitaba atención y volvía a él. Porque pensé que siempre iba a ser él, por ser el padre de mi hija iba a estar conmigo.
Frida empieza a secar mis lágrimas que empezaba a rodar por mis mejillas.
— ¿Sabes que el tiempo va a curarte, verdad?
— Yo debo de poner de mi parte, el tiempo no va a hacer todo el trabajo solo.
Suelto un suspiro he intento quitar las ganas de llorar, porque me quería tirar a llorar hasta dormir, y seguir por muchos días más.
Pero tenía una hija que atender, porque era adulta, porque debía de dejar de llorar por problemas amorosos y centrarse en hacer feliz a mi pequeña hija.— Frida ...— ella me abraza — ¿Sabes que fue lo que hizo también? Convertirme en él.
Frida me mira extraño, suelto una leve risa y me siento en la cama enfrente de ella.
— Él me juego conmigo y yo... yo hice mierda a Sebastián, ¿Sabes por qué? Porque estaba tan ciega, tuve el impulso de hacerle sentir lo que él me hizo sentir, porque le hice creer que lo amaba pero solo estaba agradecida por el apoyo que me dio, pero todo lo que hizo no funcionó, mírame, terminé peor.
Mi amiga acaricia mi rostro y yo intento regalarle una sonrisa.
— Hay muchos hombres afuera que pueden llegar a amarte demasiado, preciosa.
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over again | diego lainez
Fanfiction❝Te puedo odiar, te puedo amar, pero tu debes de entender que la amas a ella, y yo nunca seré ella ❞