13

1.5K 108 50
                                        

Diego Lainez

San Francisco, California, Estados Unidos.

Me aferró tanto a los recuerdos que me trae esta ciudad y con mi querida Emma, quién tomaba mi brazo y tomaba la mano de nuestra hija, mientras nos encaminamos a la salida del hotel.

Aferrándome a nuestra historia de amor, a nuestra pequeña historia de amor vivida hace 9 años en San Francisco, en aquel verano llevábamos apenas 8 meses de noviazgo, nuestro último viaje juntos a decir verdad por que luego de eso, mi mundo se fue abajo cuando la tenía que dejar.

- ¿Recuerdas nuestro tiempo en San Francisco?

Ella sube su mirada, y una hermosa sonrisa se asoma en sus muy bonitos y delgados labios.

- Fue asombroso.

Los tres subimos al auto que había rentado a nuestra llegada a San Francisco aproximadamente hace siete horas.

- Ya casi es navidad, mami.

Dice Devany en la parte de atrás del auto, Emma se gira a ella y hace que su vestido de seda rojo se suba un poco.

Emma era como un suspiro, sus ojos marrones profundos, era mi querida.

Mi querida y amada Emma.

- ¿Qué te ha dicho Vanessa? No he tenido tiempo de preguntártelo por tantas cosas que hemos hecho en estas horas.

- Debo confesar que no se lo tomo bien el que tuviera una hija... y menos contigo.

Ella acomoda su cabello para atrás y se acomoda en el asiento, yo continúo hablando.

- Pero le he dicho que tengo que pasar esta fecha con ambas, porqué las he dejado por ella mucho tiempo.

- ¿Y han solucionado eso?

- No - Suelto una carcajada - Al regresar hablaré de nuevo con ella, lo que a mi me importaba eran ustedes dos.

- Realmente siento causar conflictos.

- Dejemos ese tema por la paz, ¿Has pensado lo que te dije?

Emma me mira, yo le sonrió pero no recibo una sonrisa de vuelta.

- He dejado a mi prometido por hacer feliz a nuestra hija, pero no he pensado en volver a intentarlo.

- ¿Te vas a casar?

- Me lo ha propuesto hace unas semanas, no pensaba en tu regreso Lainez, no de nuevo.

No digo nada más por que me adentro al estacionamiento.

- He reservado el lugar privado.

- ¿Con la vista a la ciudad, verdad?

El señor mira su libro, asiento.

- Tome su tarjeta, y puede estacionarse en donde lo desee, joven Lainez y feliz navidad familia Lainez.

Dice el entregándome la tarjeta e inclinándose levemente para desearnos feliz navidad a los tres.

- Feliz navidad a usted también.

- ¿Esperaremos las doce aquí? - Emma pregunta viendo por la ventana, mientras yo parqueaba el auto.

- Si, ¿Les gusta? Puedo buscar otro lugar si gustan.

- Por favor papi relájate, es muy lindo.

Yo miro a Emma que me mira igual, ambos giramos a Devany.

- ¿Me dijiste papi?

Las mejillas de mi hija se adornan con un pequeño color carmesí que combinan a la perfección con su hermoso vestido.

over again | diego lainezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora