Diego Lainez
Tenía en la mano mi quinto vaso de whisky e iría por el sexto. Nada funcionaba para disminuir el estrés.
Si las paredes pudieran hablar, él ya estaría bajo tierra rogando regresar y pedir perdón por sus pecados.
No estaba bien lo que estaba haciendo y estaba consciente de esto, Vanessa dormía plácidamente mientras yo tenía mis pensamientos ocupado, no en ella, sino en Emma, Emma Laurent
Mi Emma.
Era de madrugada y yo lo único que deseaba es poder recibir un maldito mensaje de Emma, mientras ambos recuperabamos nuestras bellas madrugadas, porque mis favoritas eran con ella.
— Alcohol, ¿Afectado por tu familia?— Cierro los ojos al escucharla, me giro a ella mientras daba el ultimo trago, y lo alejaba de mí.
—Algo así, lo siento si te desperté.
— Descuida, ve a tomar un baño, quítate ese horrendo olor a alcohol— Vanessa se acerca a mi para pasar sus brazos al rededor de mi cuello, besa la comisura de mis labios. —Te espero en la cama.
Ella se aleja y lo único que puedo seguir pensando era en ella. Debía de hacer algo al respecto era horrible estar pensando en ella teniendo una hermosa esposa, pero era imposible borrar esa sonrisa de mi mente, una hermosa sonrisa que no había causado yo, sino que el maldito de Córdova.
— Demasiado jóvenes y tontos para saber algo del amor —susurro.
(. . .)
— ¿Y como están los Laurent— Pregunto y mamá me mira con una sonrisa — Saludamelos cuando puedas.
— Por supuesto cariño, ellos están de maravilla a decir verdad, de hecho tu padre y yo pensamos ir a pasar unos días con Julie y su esposo.
— Fabuloso mamá.
— ¿Quienes son? — Pregunta Vanessa mientras tomaba un sorbo de café que mamá le había servido.
— Una familia encantadora debo admitir Vanessa, nos conocemos hace ocho años si mi calculo no me falla.
— Espero poder conocerlos.
— Tres de la tarde y hace un frío horrendo.— Frida entra con muchas bolsas a la cocina junto a Pau. — Lo que nos pediste.
— Surtimos más la despensa Mary.
Pau deja unas bolsas en el suelo y camina a saludar a papá y mamá.
— Siempre un encanto.
Pau nos mira a nosotros y sonríe.
—¿Qué tal la estadía en México? — Pau se acerca a mi y me saludo, le sonrío, ella camina hasta Vanessa y la abraza levemente.
Y me sorprendo.
Pau estaba muy feliz.
— Muy buena, extrañaba México.
— ¿Y quién no? — Dice Mauro ayudando a mamá a arreglar el refrigerador.
— Vamos arriba Frida — Pau toma sus bolsas y sale de la cocina.
Una bolsa estaba en el suelo.
— Oye Pau dejaste esto.
Yo tomo la bolsa y puedo ver el contenido, una bufanda rosada con una muñeca bordada, y un pequeño juego de muñecas al lado de la bufanda.
¿Me había perdido de algo? ¿Pau estaba embarazada?
— No lo veas.
Frida deja las cosas y toma la bolsa, miro a mi amiga confuso.
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over again | diego lainez
Fanfic❝Te puedo odiar, te puedo amar, pero tu debes de entender que la amas a ella, y yo nunca seré ella ❞