Mirra Hills:
Desperté en lo que parecía ser un almacén abandonado, estaba sentada y amarrada a una silla. Dos hombres yacían en la puerta que supuse que daba a la salida de ese lugar.
Uno de los hombres al ver que había despertado salió por otra puerta, estaba muerta de miedo no entendía que pasaba por que estaba ahí y quienes eran ellos o que querían de mí.
Se escucharon voces cerca; el hombre que se había ido regresaba junto a otros dos, reconocí a uno y supe que esto no era nada bueno, al menos sabia a quien se le ocurrió todo esto.
Pero él no estaba en otro país.
- Valla que tenemos aquí. - se acercó tratando de tocarme la mejilla, no deje que lo hiciera lo cual le molesto. - no te recomiendo hacer eso preciosa. - trato de hacer lo mismo, pero aparte mi cara para que no me tocara.
Le molesto más que lo volviera a rechazar y me dio una bofetada fuerte, me negaba a llorar frente a ese monstruo, retuve mis lagrimas lo más que pude.
- Mas te vale colaborar Mirra. Te dije que serias mia, y siempre cumplo con mis promesas.
Se puso en pie para irse hacia la puerta por donde entro, en cuanto se fue mis lagrimas empezaron a caer.
Porque a mí. - me preguntaba varias veces, solo esperaba que no le hagan nada Bleck que estuviera bien.
A salvo de todo esto
Pasaron varias horas en los que trate de soltarme sin éxito, mis manos me dolían demasiado mis ojos estaban hinchados por llorar.
Thomas regreso junto a otro hombre que desconocía.
- Bien Mirra vas a colaborar verdad. - pregunto el psicópata con una sonrisa. Asentí como respuesta, el procedió a sacarme la cinta de mi boca, solté un pequeño grito de dolor.
- Así me gusta Mirra obediente. - me mantuve callada lo menos que quería era hacerlo enojar - bueno entonces que dices si llamamos a tu querido Bleck.
- Que... no por favor no. - dije con lágrimas en los ojos. - por favor... noo
- Te dije que te arrepentirías verdad, Mirra pues vas a hacerlo y para eso necesito a tu querido como lo llamas Gatito verdad un apodo patético como él. - espeto.
- Déjalo en paz, por favor ya me tienes a mí, déjalo a él por favor. Hare lo que me pidas pero porfavor no le hagas daño.
- Déjame pensarlo... no. - dijo mientras reia.
Tomo el teléfono en sus manos y marco, puso en altavoz lo que hablaba con Bleck.
- Bleck, bastardo.
- Quien habla. - la voz de Bleck se escuchó a través del teléfono.
- Un amigo que da la casualidad esta con tu querida novia, es muy bonita sería una pena que le pase algo malo verdad. - amenazo
- Que quieres, donde esta. - sonaba preocupado.
- No tan rápido amigo, voy a enviarte una dirección y como aparezcas con alguien despídete de ella para siempre, no avises a nadie o despídete de ella.
- No te atrevas a tocarla.
- Eso depende de ti, has lo que te digo y ella estará bien. - se acercó hacia mi - despídete de tu amor preciosa. - puso el celular al frente mío negué con la cabeza. - ¡despídete joder! - ordeno.
- No vengas por favor déjame aquí por favor... no vengas porfavor bleck - Thomas me abofeteo.
Solte un grito por lo fuerte que fue.
- Eso te enseñara a comportarte. - acerco el teléfono a su oído - te espero bastardo. - finalizo y corto.
Yo solo rogaba que él no viniera que no lo hiciera, no quería que Thomas le hiciera daño.
Estaba completamente loco, los hombres que trabajaban para el eran muchos y la idea que podian lastimar a bleck por mi culpa hacia que deseara que no se apareciera.
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EN MI OTRA VIDA | ( Nacieron Destinados )✔️
Teen FictionLa vida suele poner a las personas correctas en tu vida, aveces no en el mejor momento pero existe de verdad el momento perfecto. Mirra no lo creia asi hasta que Bleck aparecio en su vida a cambiarlo todo. Mas no cambiar su destino que ya estaba esc...