CAPITULO 16 (CORREGIDO)

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Bleck Crawford:

Me encontraba en una cena familiar, estaba feliz porque Mirra acepto ser mi novia.

Y la pasamos genial en la casa museo de mi madre.

No preste atención a los insultos constantes de mis tíos y alguno de mis primos, ninguno de ellos podía arruinar la felicidad que sentía.

Hable con Mimi por llamada hasta que mi padre fue a buscarme porque madre me necesitaba, corte no sin antes decirle que la quería.

Evan estaba al lado mío junto a madre quien estaba muy contenta de verme feliz.

- Cuando me presentaras a quien te tiene tan feliz estos últimos días hijo – pregunto Amelia mi madre.

- Pronto la conocerás te lo prometo madre.

- Si o si no yo me encargo de traerla tía. – dijo Evan divertido a lo cual mi madre se rio.

- Y tú cuando sentaras cabeza con alguna chica Evan. – mama interrogo.

- Tal vez pronto traerá a alguna madre. – comente recordando lo que Mimi dijo sobre Evan y Aria.

- Tal vez. – contesto este.

La cena paso rápido entre las conversaciones de Evan, mi madre y yo; mi padre conversaba con sus hermanos sin prestarnos mucha atención. Creo que a uno de mis primos le dio la impresión de que me había vuelto loco por que me miraba como si lo estuviera, no era para menos ya que me reía ante las bromas de Evan.

No podía culparlo siempre que venía a este tipo de reuniones me encontraba tenso y en las galas a las que asistíamos u organizábamos tenía que fingir ser alguien respetable e intimidante como ser cuidadoso con lo que decía.

Al llegar a casa fui a mi habitación a quitarme el traje que llevaba. Después de bañarme, me quede dormido.

Me desperté por el sonido de mi celular, fui a contestar cuando colgaron la llamada. Vi la hora dándome cuenta que ya era muy tarde y lo comprobé viendo mi reloj.

Mi madre entro en mi habitación con su celular en el oído.

- Hijo Evan quiere hablar contigo. – me entrego su teléfono.

Era raro que llamara tan tarde

- ¿Qué paso Evan? - pregunte algo extrañado.

- ¿Estas con Mirra?

- No nos vimos hoy, pasa algo. – dije preocupado.

- Es que... – no termino de hablar cuando alguien más tomo la llamada – Bleck soy Aria, la hermana de Mirra me llamo algo alterada preguntando si ella estaba conmigo o con Gian, pero ya hablé con él y no sabe nada de ella desde ayer, no sabemos dónde está, tenía la esperanza que estuviera contigo. – finalizo.

- No hablamos desde hace un par de horas. – mi voz sonada preocupada – que paso por que nadie sabe algo de ella. – pregunte alterado.

- No lo sé Eva solo me dijo que discutieron, salió de su departamento enojada y no regresa. Ella no es así, sabes donde pudo haber ido, es muy tarde, no sabemos si le paso algo.

- No, no se do... - había un lugar donde se me ocurría donde podía estar, un lugar que sabía que le daba paz.

No termine de hablar cuando le entregue el celular a mi madre, me puse una playera y zapatillas, salí rápidamente de mi habitación dirigiéndome hacia la puerta.

- Bleck espera. – madre me detuvo – sé que estas muy preocupado, pero necesitaras esto. – busco en uno de los cajones de la cómoda que había en la entrada de la casa, saco unas llaves y me las entrego – son las llaves mi departamento cerca de la universidad, tienes que salir por la puerta trasera para que tu padre no se dé cuenta, ve. – acepte las llaves y me apresure hacer lo que dijo.

Gracias madre.

Maneje lo más rápido que pude, cuando llegue el vigilante se acercó para ver quien era, al darse cuenta quien era abrió la puerta como otras veces.

Estacione el auto y me baje rápidamente para comenzar a correr hacia el vivero, cuando llegue vi algo que destrozo mi corazón. Mirra estaba bajo el árbol donde solíamos estar con sus piernas pegadas a su cuerpo sollozando.

Me acerque hacia ella, cuando noto mi presencia levanto su vista y vi esos ojos color ámbar que tanto me gustaban llenos de lágrimas la abrace con fuerza asiéndole saber que estaba ahí para ella.

- Duele – sollozo – duele mucho.

- Que te duele – pregunte preocupado alejándola un poco.

- Aquí – puso su mano en su pecho – me duele mucho – sus lágrimas caían por sus mejillas.

Me destrozaba verla así daría todo lo que fuera por verla siempre con una sonrisa en su rostro, sacrificaría mi propia felicidad por no verla destruida, sufriendo.

Deje que se desahogara en mis brazos hasta que estuviera lista para contarme lo que paso.

Me conto lo que había pasado cuando se tranquilizó y entendía porque se encontraba aquí en medio de la noche.

- Siempre voy a estar sola.

- Yo siempre estaré contigo – asegure – incluso si eso me lastima, prometo no soltarte la mano. – dije mirándola a esos ojos que me encantaron desde la primera vez que los vi. 

EN MI OTRA VIDA |  ( Nacieron Destinados )✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora