𝘛𝘪𝘨𝘩𝘵𝘳𝘰𝘱𝘦 (𝘑𝘢𝘴𝘱𝘦𝘳 𝘏𝘢𝘭𝘦).

Capítulo 4.

p.o.v Jasper Hale.

Me senté en mi banca mientras intentaba despejar mis pensamientos, Alice desde ayer no había dejado de hablar acerca aquella triste chica de la cafetería, decía que era amable y que había algo diferente en ella, lo único diferente que yo podía notar en ella es que la envolvía por completo una tristeza, que si pudiera llorar lo haría.

Al igual que una esencia muy peculiar, no era dulce, en verdad era algo seca y con un distintivo olor que aún no lograba identificar, no podía negar que era un tanto embriagadora su esencia, es como si pudiera olerla aún, como si se hubiera quedado impregnada ya en los pasillos de la escuela.

El aroma comenzó a hacerse más fuerte conforme pasaron los segundos, ¿Acaso estaba cerca? Mi pregunta fue respondida al ver como entraba por la puerta, dibujó una leve sonrisa, la cual sabía que no era sincera, seguía igual de triste que ayer, me atrevería a decir que estaba sumida en una depresión ¿Qué es lo que le había sucedido para dejarla así? Miré que tenía un papel en mano, ¿Estaba en mi misma clase? El profesor la miró y sonrió ampliamente.

-Chicos, démosle la bienvenida a la señorita Pelletier- dijo mientras se levantaba de su asiento, la castaña se sorprendió, tanto así que sus nervios comenzaron a hacerse notables a través de sus latidos acelerados -Por favor señorita Pelletier, haga una leve introducción sobre usted- ella negó con la cabeza rápidamente provocando las risas en los demás, estaba bastante nerviosa por ello -Adelante, la atención es suya- sentenció el profesor mientras tomaba el papel de las manos de la castaña y se sentó nuevamente.

-Me llamo ____ Pelletier- comenzó mientras bajaba la mirada -Tengo dieciseis años- añadió mientras se giraba a ver al profesor.

-Di algo mas, de donde vienes, tus intereses, tu autor favorito- dijo el profesor impulsándola, ella simplemente se giró aún viendo al suelo, no aguanté más y usé mi don en ella para tranquilizarla, lo que funcionó porque alzó su rostro.

-Soy de México- me sorprendí ante ello -Me gusta leer y escuchar música, no es algo grandioso o muy interesante- sonrió apenas -No tengo un autor favorito, simplemente disfruto los libros- finalizó a lo que el profesor asintió.

-Muy bien, ve a tomar asiento junto al joven Hale- solté un suspiro mientras bajaba la cabeza -Es el joven de al final de la fila- escuché la voz del profesor nuevamente.

Escuché sus pasos acercarse a mí, su corazón se oía más acelerado, ¿Estaba nerviosa? Alcé mi vista una vez ella estuvo enfrente, la miré y ella solamente tenía la mirada enfocada en sus pies, se sentó a mi lado y sacó su cuaderno tranquilamente.

Miré como ella le prestaba atención al profesor, se veía calmada a pesar de que aún sentía esa tristeza que la envolvía, era bastante curioso el que ella se veía como si estuviera bien, pero guardaba todo ese manojo de emociones muy bien.

Su aroma a pesar de ser tan tentador para mantener mi sed, disfrutaba que estuviera cerca para poder embriagarme con ella, su piel era bastante pálida, sus manos al estar frías denotaban más las venas que poseía, provocando que un ardor apareciera más en mi garganta, no quería lastimarla a pesar de ser la causante de tanto fervor en mi ser.

Quería continuar inhalando su aroma, era lo único que entraba por mis fosas nasales y en verdad que lo disfrutaba demasiado, miré como ella se giró a verme, por lo que me giré con lentitud hacia el pizarrón, no tenía intenciones de hablar con ella, con que estuviera cerca para embriagarme, me era suficiente.

Escuchaba sus latidos, demasiado acelerados, la había puesto nerviosa, sonreí apenas ante ello, ahora es cuando desearía que Edward estuviera aquí para decirme lo que ella estaba pensando.