Daniela Calle, una chica rodeada de soledad, con una madre empeñada en abrir su círculo social.
Un secreto, una supuesta mejor amiga, un amor ¿verdadero?
¿Descubrirá Daniela el plan oculto de María José y Mafe?
¿Formarán Calle y Poché un ying yang p...
El timbre avisando del final de la última clase provocó que un rayo de tranquilidad inundara mi sistema. Después de tanto tiempo sintiéndome indefensa podría correr a lo que podría definir como mi zona de confort.
Caminaba con rapidez por los pasillos de la escuela deseando dejarla atrás lo más rápido posible.
P- Dónde vas tan rápido?- su voz provocó que un escalofrío recorriera toda mi espina dorsal paralizándome.
C- A casa- susurré sin llevar mi vista a la suya. P- Te acuerdas que te dije que me gustaba ver los ojos de la persona con la que habló?- preguntó tomándo mi mentón y dirigiendo mi mirada a la suya- así mejor sonrió.
Mi labio inferior tembló y ella pasó su dedo sobre el, mi miedo le encantaba. Bajó su mano y la introdujo en su bolsillo sacando un papel con números apuntados.
P- Este es mi número, avísame para hacer el trabajo, espero tu mensaje linda- se despidió mostrando un sonrisa arrogante mientras se dirigía hacia sus amigos.
Solté el aire retenido en mis pulmones y arrugué el pedazo de papel entre mis dedos para después guardarlo en mi pantalón. Sentirme tan débil me estaba provocando tanta rabia que mantuve mi mandíbula apretada durante todo el camino a casa, mientras todas las escenas vividas hoy pasaban por mi mente recordándome lo pequeña que me veía a los ojos de María José.
Entré en mi casa y la voz de mi madre acalló mis pensamientos.
Mf- Hola cariño- me saludó- cómo te fue hoy?? C- No me apetece hablar de eso- susurré- me voy a mí cuarto.
Mi madre asintió.
Cuando puse el primer pie en el escalón de las escaleras suspiré y me giré mirando a mi madre.
C- Puede venir hoy una compañera para hacer un trabajo?- pregunté.
Una sonrisa se formó en el rostro de mi madre.
Mf- Claro que sí mi vida- habló con un toque de emoción en su voz.
Asentí y me dispuse a subir las escaleras, ¿cómo decirle que no era amiga, sino mi nueva pesadilla?
Cerré la puerta y me tiré en la cama sacando el papel de mi bolsillo para registrar el número de Poché en mi teléfono.
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Miraba cada segundo mi móvil rogando para que los minutos no pasaran tan rápido, no quería que la hora en la que había quedado con María José llegase.
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Holaa❤️❤️ cómo andan??
Espero que os guste el capítulo ☺️☺️
En mi Instagram podéis encontrar la historia, donde la subo antes!!
