Capítulo 28: Te amo

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Pov Poché:

El desayuno transcurrió entre risas, caricias y algún que otro beso robado.

Cuando terminamos, agarré la bandeja y salí de la habitación para dejar que Daniela se arreglase para ir a dar un paseo por la ciudad.

Me senté en el sofá para esperar a Calle, mi piernas se movían algo nerviosa mientras repasaba una y otra vez en mi cabeza la segunda sorpresa que tenía planeada para ella.

El sonido de unos pasos acercándose me indicó que Daniela había terminado y se dirigía al salón.

C- Ya estoy susurró atrás de mí.

Me levanté y me giré para verla, no pude avisar morderme el labio mientras mis ojos recorrían cada parte de su hermoso cuerpo. El jeans blanco junto con su camisa negra y sus botines la hacían ver jodidamente sexy aunque fuera el outfit más sencillo y común.

No sé cómo lo hacía pero hasta lo más feo, a Daniela le quedaba jodidamente bien.

P- Dios que guapa- le dije acercándome a ella y pasando mi brazo por su cintura.
C- Amor el labial- avisó parando mi acción de tomarle los labios.

Hice un puchero para rogar un beso, pero Daniela no caía en la tentación.

P- Está bien- me quejé derrotada- pero después no me andes pidiendo uno- dije bromeando.

Dejé un beso en su mejilla y me separé entrelazando nuestras manos para dirigirnos al lugar.

El camino en el coche se resumió en las quejas de Calle por saber a dónde íbamos, amaba su niña interior.

C- WoW mi amor- exclamó al ver todo el lugar.
P- Y esto no es todo- sonreí tomando su mano y tirando de ella para comenzar a caminar.

Daniela sonreía ilusionada y eso me hacía la persona más feliz del mundo.

P- Ves eso?- pregunté señalando la tienda de madera que había en mitad de la playa decorada con sábanas, pétalos de rosas y mantas.
C- De verdad?- preguntó tapando con sus manos su boca.

Yo asentí sonriente.

Ambas caminamos hacia el lugar sin soltar nuestras manos y una vez allí nos sentamos en las mantas blancas que había en el suelo.

C- Esto es increíble bebé- habló.
P- Me alegra tanto que te guste- dije sincera.

Allí pasamos todo el día, comimos sándwiches, nadamos en la playa, jugamos con la arena, nos besamos, no reímos y nos volvimos a besar, en conclusión fuimos felices viviendo el presente y no preocupándonos por el futuro..., el escalofriante futuro que nos esperaba.

La noche cayó indicándome que el momento había llegado, ambas estábamos tumbadas viendo las estrellas por lo que no me moví de lugar, el no verla a los ojos me calmaban algo los nervioso.

P- Sabes... siempre había soñado con vivir una historia de cuento de princesas- comencé a hablar captando la atención de Daniela- por lo que desde pequeña me dediqué todas las noches a mirar a las estrellas, escoger la más brillante y pedir ese deseo. Con el tiempo me cansé al no recibir nada, y poco a poco fui perdiendo esa bonita costumbre de susurrarle desde la distancia mi sueño a las estrellas, dejando que este se esfumase y dejará de ser eso, un sueño de una niña pequeña que cree que la vida es tan fácil como la relatan en los cuentos. Pero un día llegaste tú y descubrí que las estrellas sí me habían escuchado y habían reservado todas esas peticiones para con el tiempo darme mi ansiado sueño, pero mejorándolo.

Daniela escuchaba atentamente mientras que varias lágrimas caían sin permiso por mi rostro.

P- Un día apareció en mi vida una castaña que captó mi atención con solo mirarla a los ojos, esa persona me hizo darme cuenta que uno de esos días me equivoqué y en vez de desearle a las estrellas, terminé rogándole a la luna por alguien que me amara, y me trajo a la mejor persona. Quizás nuestro hilo rojo se enredó jugando con el amor y por eso tardamos tanto tiempo en conocernos, pero volvería a repetir toda mi vida con tal de volver a coincidir contigo- susurré incorporándome y esta vez sí viéndola a los ojos- por todo esto y más, quiero hacerte una pregunta, ¿quieres ser mi novia?

Daniela asintió emocionada tirándose a mis brazos y enterrando su rostro en mi cuello soltando algunos sollozos.

P- Te amo tanto- susurré acariciando su espalda.

Daniela se separó capturando sus labios con los míos, el beso era salado por las lágrimas de felicidad.

C- Te amo- beso- te amo- beso - te amo.

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Holaa❤️❤️ cómo andan??

Espero que os guste el capítulo ☺️☺️

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❤️ GRACIAS ❤️

El arte de ser incomprendida (Caché)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora