Tiene Dueño

Capítulo 18

Elizabeth

- Necesito pinzas, algodón, vendas y algo para desinfectar, la medicina y el doctor para cuando la bala este afuera – le digo a Lucas – Evans – lo llamo - dame tu camisa, le va a doler y no quiero gritos – me la entrega doblada y se la introduzco en la boca para que la muerda.

Lucas llega con lo que le pedí.

Pido que me traiga una manta o algo para cubrirle el cuerpo a Ethan, me incomoda que este desnudo y aún más que lo estén mirando.

Era un idiota ¿Cómo se le ocurría atravesarse?

Pff, era un insensato.

No podía dejarle morir, no después de que me allá salvado la vida.

¿Por qué lo hiciste? Me preguntaba.

Empiezo a trabajar con varios ojos atentos.

Me abro paso entre su carne en busca de la bala con las pinzas. La encuentro y la retiro, si seguía adentro le seguiría causando daño.

Sus gritos se ven opacados por la tela que muerde con ímpetu.

Desinfecto la herida y le doy el contenido azulado que me dieron.

Eso le ayudara.

Cubro la herida tratando de detener la hemorragia de su abdomen.

Cuando termino entre papá y Lucas se lo llevan dentro de la mansión.

***

- Ya déjame ir – suplico tratando de salir de la cama.

- ¡No! Aun me siento enfermo – parecía un bebe haciendo una rabieta.

Podría llegar a jurar que le hacía estas cosas a su madre cuando no era niño para no ir al instituto.

Era un actor de primera.

- Estoy segura de que ya no estas enfermo, solo estas mimado y mintiendo –

- Que mala enfermera eres, tras de que te negaste a hacer el show en ligueros no me mimas –

- Joder, si hubieras dejado que la bala me diera a mí y no a ti, no tendría que estar cuidándote –

- No aprecias mi sacrificio –

Ya habían pasado tres semanas de...pues de eso.

Se le podría llamar ataque.

La manada se vio fuertemente afectada por la pérdida de vidas y por la gravedad en la que se encontraba su alpha.

Después de que el padre de Ethan se negara a ayudarme a controlarla o dirigirla mientras él se encontrara convaleciente tuve que tomar el mando.

Obvio con la ayuda de papá.

La herida fue grave. Los primeros días tuvo una fiebre incontrolable, pero se mejoró rápido.

Resulta que el frasquito que la sombra me dio era una especie de antídoto contra la plata.

Por suerte la plata no se esparció por el su cuerpo.

Pero, seguíamos sin saber por qué atacaron.

Muchos dicen que era por mí, otros dicen que fue por Ethan, pero hasta el día de hoy desconocíamos las causas.

Sea lo que fuese estábamos seguros de que no habían conseguido su objetivo.

Había descubierto que el lobito enfermo era de nuevo un niño. Su madre y hermana tenían que mimarle todos los días o si no armaba un escándalo y se volvía insoportable.