S.
- ...Hoy volveremos a atacar, la última ves pudieron con nosotros porque fuimos muy escandalosos, unos cuantos entrarán y otros los distraerán. Hay que hacerlo rápido y lo más silenciosamente posible – dijo Darius sin percatarse de mi presencia.
Eran tan estúpidos.
- ¡Brindemos! – grito el escuálido de su hijo.
Lo que hacía para salvarle el culo. Tenía que aguantarme esta bola de ineptos.
Salí del cuchitril que usaban para planear su "ataques siniestros" hasta el nombre era un maldito asco.
Creatividad. Eso era lo que les faltaba.
- ¡Sombra! sombra, espérame – chillo Alice.
Ya venía a joder.
- Espérame – me detuvo por el hombro - ¿Cómo estas cariño? – dijo con coquetería. Su vos era tan irritante.
- Estaba de maravilla justo antes que empezaras a seguirme – dije en tono cortante. No me gustaba que me anduviera jodiendo la vida.
- Que frio, no seas así conmigo, sabes que pudo hacerte ver las estrellas y provocarte más placer que el que nunca nadie te ha hecho sentir – me arrepentía el habérmela cogido. Era peor que un grano en el culo.
- Lo único que tú puedes provocarme son ganas de vomitar. Lárgate con alguien que, si te la deje chupar, a lo mejor te paguen –
- Deja de ser un grosero conmigo – chilla.
- Deja de parecer una ridícula y estar pidiendo que te coja porque no volveré a meter mi polla en tu desabrido coño – alza la mano e intenta golpearme, la detengo en medio camino – en tu vida vuelvas a intentar golpearme porque te mato – sale lloriqueando y a mitad de camino se tropieza yéndose de cara en un charco.
Que falta de dignidad.
- ¿Asustando a las niñas? – llega Azael a mi lado.
- ¿Hiciste lo que te pedí? -
- Si jefecito, al pie de la letra, la vi entrar al piso subterráneo –
- Perfecto, espero que esa burra haga su trabajo. Los celos de una mujer a veces pueden ser terriblemente manejables –
- ¿Por qué los separas? - pregunta curioso - No se supone que lo mejor para ti seria que ellos estuvieran juntos –
- Si, pero debe pagar por haberla golpeado –
- Pero él no lo sabía –
- No importa, la golpeo y eso no se lo perdono. Si la quiere a su lado que se lo gane –
- Eres un terco –
- Y tu un metiche – lo hago a un lado y salgo de allí.
Era muy asfixiante, él y todo este lugar.
Tenía que sacarla de ahí antes de que la mataran.
En el límite había bastantes guardias, los pase sin preocupación alguna. Cuando uno de ellos se quiso interponer le rebane la garganta en un ágil movimiento salpicando un poco mi rostro con su sangre.
El resto sabía que si me tocaba o tan siquiera me mirara toda su familia moriría. Lo tenía todo calculado.
Arrastraría al infierno a cualquiera que osara atravesarse en mi camino.
Un mocoso se me acerca con flores en la mano.
Patético.
- Hola señol – me saluda y hace muecas con los brazos para que lo alce.
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Tiene Dueño
FantasyQue cruel destino, sin duda alguna no sabia lo que tendría que llegar a pasar. Ethan Miller emana sensualidad y dominio pero para ella su nombre solo significa una cosa: Dolor. Vivir con el recuerdo de que le hiciste daño a alguien que por instinto...