Tiene Dueño

Capítulo 23

Elizabeth

Todos hablan del poder y la fuerza, de lo valientes que son y lo invencible que se creen.

Pero nadie te dice que hacerte fuerte te destruiría el doble.

Nadie te dice que al pelear con monstruos debes tener cuidado de no convertirte en uno.

Nadie te dice que el único monstruo que no puedes destruir ni vencer esta bajo tu propia piel.

Miro al monstruo que hay delante de mí ¿quién dice que los monstruos deben parecer malos? Este monstruo tenia cara de ángel y sabía muy bien cómo usar esa piel.

Su mente era un torbellino, pero sus ojos no lo reflejaban.

Había construido una bonita identidad y sabía que no podía mostrar su verdadero ser. Eso no era lo que le habían enseñado.

Fingir, esa fue una lección muy valiosa. En estos momentos parecía que lo había hecho toda su vida.

La tierra se mancharía de sangre, las aguas tomaran un color rojo carmesí, los gritos de agonía y dolor retumbarían, no habría ser en la tierra que no se enterase quien era ella.

El caos se desataría y muchos acudirían a su llamado.

Los fuertes caerían y los débiles se levantarían, los que viven bajo las sombras serían los dueños de la nueva era. Un mundo nuevo.

Monstruos tomarían el control.

Los ejércitos de leones no eran nada si estaban guiados por una oveja moralista. Un ejército de ovejas liderados por un león que no le tenía miedo a ensuciarse las manos era de temer.

- ¿Qué haces corderito? Vuelve a la cama – Ethan envuelve sus brazos a mi alrededor y se pega a mi cuerpo en busca de calor.

Afuera estaba helando. Había llovido toda la noche y...

- Ya voy, solo me estaba lavando la cara – mira el espejo y conectamos miradas.

- ¿Has llorado? – pregunta preocupado.

- No, solo... tuve una pesadilla, me he lavado la cara y me ha caído jabón, eso es todo – si claro síguele mintiendo.

- Tengo frio, volvamos a la cama –

- Quiero bañarme – hago pucheros.

- ¡Joder Elizabeth! Son las tres de la mañana –

- Por favor –

- Has lo que quieras, yo te espero en la cama – refunfuña, pero no lo dejo ir – Oh... no. Tengo frio –

- Por favor – termino convenciéndolo para tomar ese baño conmigo.

Llenamos la bañera con agua tibia, sales y esencias especiales. Me quedo en bragas y el en bóxer.

...

Acariciaba mi muslo hasta llegar a mi pierna, en un patrón lento y desinteresado.

- ¿Qué es lo que tanto te preocupa? –

- La verdad –

- ¿Uhm? –

- ¿Cómo fue tu infancia? –

- ¿Qué parte de ella? –

- Uhm –

- Soy el hijo del alpha, podía hacer lo que quería cuando quería sin ninguna consecuencia, siempre y cuando no se enteraran. Alison, Alan y yo íbamos a todas partes juntos, fue una buena época, siempre la librábamos. Luego llego la adolescencia y las hormonas estaban a flor de piel. Sería el próximo alpha y tenía ganas de comerme el mundo –