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Derepente todo se paro como el tiempo, podia ver las luces que deslumbraban su escenario aveces albinas, aveces naranjas, rubies o amarillentas, sentia el ardor en su cuerpo, el sudor en su frente y los ojos en la escena, la desesperación de su pecho que se inflaba por microsegundos, el calor que lo abrumaba y el como ya no había nada. Los gritos se alejaron y las costuras de su vestuario se arruinaron, las gotas de sudor caían como las aguas de mangueras, las voces como felicitaciones, los pasos como aplausos y las píldoras como rosas. ¿Que le pasaba?. Nuevamente apareció en la albina habitación, su vista surfeo por las paredes como un nuevo lugar y al costado lo vio, USA, su amado estaba con el y aquello era suficiente para dejar de lado aquella orripilante pesadilla sin sentido. Paseo sus dedos por su espalda como dibujando un camino en aquella piel tan blanca como las paredes de su hogar, suspirando como adolescente enamorado que incluso si fuese posible sus pupilas formarían un corazón, aquellos ojos caramelos que deslumbraban bondad vieron las cicatrices en el brazo del mencionado y el como estas cada vez crecian simulando venas por ensima de su piel, como raíces de un árbol y como ventana de una idea. Curioso el peruano llevó sus dedos a estas heridas y apenas las toco callo al piso, golpeándose su nuca con el mueble de la cocina y dejando caer la sarten con la comida.

-¿Estas bien?- Pregunto el canadiense con un ligero tono de preocupación hacia la persona que compartía la similitud de sus colores. Perú lo miró con una pequeña sonrisa penoso y se levantó recogiendo aquella sarten que ya decoraban el piso. -Si, no te preocupes, me salpicó un poco de aceite.- Se levantó del suelo acariciando su cabeza y desordenado sus cabellos como el viento al pasto, levantó la sarten y limpio el desorden que había en el lugar. -¿Sabes a donde se fue USA?- Pregunto el latino extrañado de no ver a su amado entre las paredes albas, sentia como el corazón le latía con tanta fuerza que saldría de su pecho por tan solo no tenerlo a su lado, por tan solo no verlo ni acariciarlo. Era simplemente abrumador, doloroso e irritante.
-No tengo ni idea, no e encontrado mi celular desde hace dos días. Lo había dejado en mi cuarto pero desapareció y ya.- Se quejo con un tono desilusionado mientras llevaba fresas heladas a su boca y disfrutaba del sabor que estas tenían. Perú solo lo miro y Sonrió tan dulce como la miel para terminar de hacer lo que estaba haciendo.

"¿Entonces querrás acompañarme a mi habitación?" Murmuró la mente del canadiense y con este sus labios sin su propia voluntad, sus ojos veían la nada y su cuerpo ya no sentia el mundo a su alrededor. Y cuando llevaba la última fruta a su boca, cando esta entró a su cavidad su cuerpo callo en la cama notando que estaba ya en la habitación donde solía dormir con serenidad. Estaba solo y todo se sentía extrañamente detenido, sentia lo solo que estaba y el como todo se había derrumbado con tanta facilidad, sentia aquel bucle y como era el prisionero de su mente, sentia que era una marioneta como cada actor de ese lugar. Sus ojos parpadearon y sus labios besaban un cuello albino, sus dedos se entrelasaban con los del contrario y sus ojos miraban aquellos caramelos cristalizados con mejillas enrojecidos. -Te... deseo.- finalmente hablo con el más suave susurro y con el más extraño temblor en sus vocablos, miró al peruano y siguió con el deseo de hacerlo suyo. Siguió acariciándole como nunca antes lo había hecho, como nunca se hubiera atrevido a hacerlo y como si su piel fuese la más delicada porcelana.
Y el peruano solo miraba la nada, como un maniquí, no hablaba pero se escuchaba gemidos, no se movía pero el canadiense sentía sus caricias pecaminosas, dejando muy en claro que compartían la pasión apesar que por alguna razón sus ojos dolían al ver aquel inocente rostro, que apesar de su tierna expresión se sentía una pesada frialdad e incluso odio. Poco o nada fue la importancia que se le dio pues cuando uno entra a los brazos del pecado lujurioso muy difícilmente puede escapar de él, si realmente quisiera hacerlo, claro.

Muchos dicen que el sentimiento más fuerte es el amor, pero yo, querido lector, siento que hay sentimientos que dejan atrás a aquel "amor" sentimientos que si uno llegara a desarrollar podría cometer actos del cual se arrepentiría al tiempo necesario.
Sin embargo, la mente y el sentimiento son tan opuestos que juntos son tan destructivos.

Tal vez el aun no lo sabe, o tal vez si pero le da igual, tal vez las caricias sean intencionales al igual que los gemidos, tal vez la lujuria oculte un verdadero sentimiento o tal vez nisiquiera el sepa la razón de sus acciones, lo que realmente pasa en las cuatro paredes que pareciera ser siempre albinas apensar del color escarlata del cual estaba pintado. Después de todo los colores blanquirojos ocultaban tantas cosas, pero, ¿que persona no tenía sus secretos?. Aquel peruano solo gustaba de aquel pecado, por el doloroso afecto que siempre le entregaba su querido marido, afecto que siempre lo obligaba a soltar lágrimas ya sean de tristeza o de placer. Siempre siguió tantas reglas del mundo, entonces, ¿es malo que desobedezca solo una vez?, ¿es malo que su cuerpo pida por atención y cariño?, ¿es malo que simplemente desee sentirme amado como la primera noche de bodas?. ¿Que persona no desea que lo quieran, querido lector?, es tan humano la necesidad de un afecto después de sufrir de tanto, la verdad, nunca eh conocido a una persona que no necesite de un abrazo después de que sus ojos dejaban la sequía. ¿Entonces era eso?, ¿Quería su afecto?, después de besar aquellos pálidos labios el mismo se contestó la respuesta.





























¿Apoco no se esperaban actualización?, pues yo tampoco.
Fue un capitulo un poco difícil, me costó dar aquella vibra ¿extraña? Que buscaba, espero que igual se haya entendido el cap 😞🤙
Ya que, con fe la historia tendrá su fin, solo queda esperar👀

Celos enfermisos_USA x Perú ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora