El amor es extraño, quisiera pensar que es como los cuentos de hadas que te ofrecen las páginas coloridas de libros infantiles o como las películas de Disney con el tan infaltable final feliz. Pero sabemos que el amor está lejos de ser campos verduzcos con flores y sonrisas, el amor más bien es como un pedazo de papel. Así es, un simple pedazo de papel que todos poseen, por el simple hecho que el amor no sólo se trata de besar labios ajenos con la delicadeza que le empeñan al manejar la ceda hasta llegar a ser obsceno como deseo natural del ser humano, el amor también puede ser mirar tus propios ojos al espejo mientras tus brazos te envuelven cálidamente hasta aprisionarte como nadie más lo hace, el amor también puede ser tomar la pequeña mano de una alma que te llama "papá" un alma que a pesar de ser una de muchas, sigue siendo única porque sorprendente tu creaste, esa pequeña alma que vive a carcajadas.
El amor no siempre debe ser de dos personas para ser amor, por ello es un pedazo de papel que cualquiera puede tener, algo simple pero frágil.
Porque a veces el amor se mata fácil, a veces los ojos grisáceos en el espejo y ese abrazo tuyo se convierte en una atrocidad por recordarte todas las mañanas tu soledad, tu maldito miedo de salir al exterior mientras tu mente culpa a los de tu alrededor, a veces los labios ajenos destruyen tu comisura como si destrozaran un trozo de papel con insensibilidad, como si nunca te hubiesen besando con tantas ganas que solo querías tener el bucle de sus labios que te llevaban a los cielos donde estaban lejos de todos tal y como deseaban, a veces aquella pequeña alma desaparece para siempre y solo deja cenizas que son arrebatadas por el cruel viento hasta que simplemente queda los recuerdos y el TIC TAC del reloj mientras olvidas su voz.Por eso, el amor es un trozo de papel, algo tan simple pero que se puede destruir con tanta facilidad.
Sin importar las acciones del pasado, como si nunca existieran, como si aquellos labios perlinos de un chico con una constelación nunca dijeran que moriría por el de franjas rojizas, tan llamativas, tan seductoras y tan amorosas que jamás harían mejor combinación que con la blanca, tan elegante, tan llena de paz y bondad.
Esos ojos caramelos con tan dulce mirada como sus labios y aquel tacto tan suave y dulce, tan delicado, pero sin ser alguien débil. "Persona única", lo nombraba el, persona que invadió sus pensamientos por tan limpio corazón que correspondió el suyo a pesar del egoísmo que a veces lo manchaba. ¿cómo alguien como él se fijaría en un pobre diablo? Al cual lo perseguían las malas hablas, al cual lo tachaban de todo y nunca de algo bueno, al cual lo culpaban de ser algo que a veces no era y por más que se esforzaba terminaba siendo lo que decían que era. Alguien que era visto como el villano de cada acción que cometía, siendo apuntado por muchos sin que nadie alguna vez se preguntará el cómo se sentía el, porque hasta el más cruel de los demonios también tenía emociones que lo hacían ser como es.El amor es extraño, ¿porque él se enamoró de un pobre diablo, con constelaciones en su bandera?
El despertó, el techo oscuro fue lo primero que vio mientras un suave musical de llovizna invadía los rincones y la noche aún saludaba al desvelador. Sus ojos miraron el cuerpo blanquirojo que se entregaba a los brazos de Morfeo como su dulce momento de paz, sonriendo entre sueños mientras abrazaba su felicidad cuando él no hacía que ser invadido por la paroniria de la noche -Que extraño- pensó él. -Debería ser al revés. - Sintió envidia de su amado, el cual disfrutaba de sueños encantadores mientras que a él no hacía más que perseguirle las pesadillas como sombras de los recuerdos que fueron forzados a ser olvidados. Se levantó del Edén y camino a la cocina, últimamente no dormía, se sentía extraño, se sentía enojado por como es, por como es el mundo y por cómo es aquel chico de ojos caramelos, se sentía triste por el pasado, el presente y el futuro, se sentía extraño, no se comprendía, se sentía muerto. No aguanto más, las constelaciones comenzaron a llorar en silencio y el Nilo recorría sus mejillas, se sentía asustado y cansado. Alguien lo abrazo, esas manos que no lo dejaban ir, sabía perfectamente quien era sin la necesidad de voltear a ver su cara, aquel tacto suave lo reconocía más que nada en el mundo, aquella respiración que chocaba en su espalda y aquella calidez de un pequeño cuerpo. El Nilo no se calmó, brotaron más riachuelos de lágrimas en sus mejillas con un silencioso abrazo que buscaba consolar lo, ambos se quedaban callados, uno temía y odiaba, y el otro amaba y también odiaba, emociones que jamás deberías estar juntas era lo describía esa relación a la perfección, pero solo ellos lo sabían, sabían de los secretos y verdades, pero no todas. El chico de constelaciones volteó a verlo, topándose con sus ojos caramelos tan inocentes y tan grisáceos por la pena como siempre, se sentía extrañamente aliviado desde su mirada, ni él sabía el porqué, llevo su tacto a la mejilla de su amado para acariciarlo con los cálidos dedos de nieve entre el silencio de la cocina y los orbes conectadas con el cual se encantaba por los suaves mimos. -Tan hipócrita como siempre... - Musito él.
Aimée entró a la blanquecina habitación y allí vio al novato herido, recostado con una mirada cansada pero dulce como siempre. -Puedes retirar te de la investigación si quieres. No es apto para ti trabajar en esas condiciones. - Dijo, firme como ya se le conoce a la de cabellos pelirrojos aun así mostro desasosiego en su hablar por la salud del ajeno. El de piel Morena sonrió cálidamente y volteó a verla. - ¿Quieres decir que ahora soy inservible?, eso es muy cruel. - Su tono fue amigable. Trato de sentarse, pero la herida en su estómago no le permitía moverse siquiera un poco sin torturarlo primero. -Hable con FBI, investigare desde las oficinas por la computadora. Tal vez no sirva de m-mucho, pero quiero seguir siendo útil en esto, es el sueño de mi vida, una herida no me lo va a quitar. Además, no te libraras de mi tan fácil. - Aimée se quedó callada por unos segundos, asintió con la cabeza y se retiró del lugar sin decir nada más, pero con tenue sonrisa albugínea que mostraba sus labios. "Se encuentra en la habitación 113" Hablo una enfermera la persona que pregunto la cual se retiró del Hospital sin más y Aimée ignoro asuntos ajenos, necesitaba un café más que nada en estos momentos para calmar el estrés en su cabeza, en dentro de muy poco retomaran la investigación de las muertes.
-Las marcas lo confirman. El chico fue ahorcado con una soga y quisieron fingir suicidio al colgarlo. No es la primera vez que pasa, ya eh tenido varios casos como estos anteriormente, así que van a tener que esforzarse más si me quieren engañar. Fíjese aquí mismo. - La cabeza fue volteada a un lado por las cálidas manos arrugadas de un anciano. - Sus marcas están rectas, si fuera suicidio estaría inclinado hacia la parte superior. En cuanto al otro, su causa de muerte fue por neumotórax gracias a una de las balas que perforó su pulmón, además de la gran pérdida de sangre que obtuvo por las otra seis. - FBI suspiro después de escuchar al anciano de la morgue, el querer fingir suicidio con Italia le llamó la atención pues la persona no pareciera que se tomara la molestia de haber hecho eso con los otros dos asesinatos. El cuerpo de dicho tricolor había sido encontrado en el mismo árbol en que encontraron sometida a la francesa, lo más probable es que la persona que hizo todo esto estuviera en el mismo lugar al mismo tiempo que Italia, aun así eso significaba que los casos estaban vinculados. No tuvo de otra más que matarlo al topárselo, pero era extraño, de por si no había una razón ¿o si?, se sabía que los únicos con autorización de entrar en ese lugar eran los familiares de la francesa, pudo haber fingido tan solo visitar el cruel lugar, ¿Cuál fue su razón de matar?
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Celos enfermisos_USA x Perú ♡
Misteri / ThrillerPorque el amor siempre tiene que doler.