solo para mí

21. de vuelta

SIN CORREGIR************

Volvíamos a Grecia, Lea parecía una muerta en vida, no le hablaba a nadie, ni siquiera a mi, me dolía verla asi, para comer fue una batalla y solo alcance que comieranla mitad del plato y no era tanto , estaba frustrado.

Ahora mismo ella estaba recostada al otro lado del jet con la capucha puesta y los audífonos puestos.

—¿La quieres?— dijo mi padre a mi ladoy lo voltee a ver

—si, y mucho— dije

—entonces no te rindas con ella— dijo serio y lo voltee a ver —nosotros cometimos ese error con tu madre, la descuidamos en el peor momento, no cometas los mismos errores que nosotros. Mantente a su lado, apoyándola, es lo que más quiere y necesita ahora.

—¿Algún día me contaran su historia?— dije y el sonrió de lado

Estaba a punto de abrir la boca cuando mi madre apareció con una sonrisa algo forzada.

—seth puedes venir— dijo con los dientes apretados

—sweettie ¿Que ocurre? Ahora estoy hablando con Alek— dijo con una sonrisa de lado

No sé pero ellos les encantaba sacar de sus casillas a mi mamá.

—¡Solo ven!— exclamo casi chillado

Mi padre río y levantó guiñándome un ojo, mi mamá lo jalo del brazo y se lo llevó lejos de donde estaba, suspire pesadamente y camine hacia lea si iba a estar haciendo nada al menos que fuera en un buen lugar, su peso era de pluma así que rápidamente la cargue y la puse sobre mi, enterré mi cara en sus pechos  y suspire.

Nada en el puto mundo se compara con estar entre sus tetas.

Aunque está sudadera me molesta.

Ella sin muchad ganas deja caer su cabeza sobre la mía, con mi dedo tocó su mejilla pero ella parece ignorame.

—¿Puedes quitarte la sudadera?— me ignora —bunnyyy...—chillo.como niño pequeño

Ella parece estar en su mundo ¿Ahora es así? Me parece genial.

Volteo la cabeza y aún con la tela de por medio muerdo su pezón asiento que ella chille y me aparte, toma mi cabello para elevar mi cabeza haciendo que la mire, sonrió inocente y ella voltea los ojos.

—¿Que mierda quieres?— dice irritada

—¿Puedes quitar la sudadera?— ella niega con la cabeza —voy a volver a morderte una teta

Lea suspira y toma mi cara entre sus manos.

—¿Quieres que tus papás me vean con las tetas al aire?— dijo y está vez fui yo el que negué —entonces la sudadera se queda

En ese momento recuerdo de la pequeña cama en el jet, es privada, me levanto cargando a Lea y les digo a todos en general que estaremos en la habitación,  al entrar la acuesto boca arriba y aprovecho que la sudadera es lo suficientemente grande para meterme dentro de ella y poner mi cabeza entre sus pechos, siento los latidos de su corazón y su calor me reconforta.

—hogar dulce hogar— hablo calmado.

—esto se está haciendo tu fetiche— escuche dijo lea y rei

—no se está haciendo mi fetiche, ya lo es Bunny— dije ella río levemente está vez

¡Si! ¡Se rió!

El resto de lo que quedaba del viaje no dijimos mucho, ella se durmió y no quise despertarla, yo no tarde en quedarme dormido igual...

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