28. electricidad

2K 170 41
                                    

SIN CORREGIR************
















































Despierto y mis manos están amarradas, duelen, siento algo incomo y muy pesadoen mi cuello y cuando miro la habitación mi corazón se detiene

No...

No...

No aquí otra vez

N-no... Sótano... Cadenas... P-papá

Recordaba este lugar a la perfección, aquí nos tenían aquí y a mamá aquí encerradas, allinestaban las cadenas, la caja donde yo solía dormir solo que ahora estaba sobre un viejo colchón.

La puerta resono y Vi dos sombras, me eche para atrás inmediato tratando de alejarme pero entonces grite y empecé a ratorcerme sintiendo un fuerte ardor en mi cuello y un dolor que  empezaba a pasar por todo mi cuerpo.

Mi espalda se arqueo por el dolor, sentó que se detenía pero aún estaba rígida en esa posición, el dolor seguía punzante y mi cuerpo tenía espasmos extraños.

—¿La tecnología avanza mucho sabes?— dijo la voz de mi padre no quería voltear a verlo

Era una pesadilla.

No era real.

En un momento despertaré y estaré con Alek en la cama durmiendo...

Oh no... Alek

Los recuerdos de anoche llegaron a mi y las lágrimas salieron por mis ojos, trague un sollozo y mi padre río.

—es un grillete eléctrico, un artefacto de tortura actulaizado, lo ultilizare para disiplinarte, te haz vuelto una insolente bastarda— siguió — y por lo que me an dicho seguiste los pasos de tu madre y te volviste una puta, era de esperarse, veremos si te quedan ganas de seguir abriéndole las piernas al primer ricachón que se te para en frente.

Negué varias veces y a rastras quise acercarme a sus pies para pedir perdón, sabía de lo que era pasas, ni siquiera lo había tocado cuando me pateó y mi espalda choco con la pared incrementando mi dolor y el sonido de mis huesos crujir.

—no pongas tus sucias mano encima de mi, quien sabe cuántos penes an tocado— dijo con asco

Salío de la habitación y  comencé a llorar libremente, pero un carraspeó me hizo detenerme de inmediato y  mirar  unas botas negras de cuero, perfectamente pulidas, mire hacia arriba encontrándome con un chico, su cabello marrón estaba perfectamente peinado hacia atrás, aunque unos mechones caían sobre su frente, su mandíbula estaba marcada perfectamente, su mirada fría estaba fija en mi.

—¿Recuerdas tus tareas?— dijo el y y me quedé callada, de pequeña mi única tarea era no hacer ruido y hacer todo lo que me decían o si me obligarian a obedecer —seguiras las tareas de mamá, lavarlas muestra ropa, cocinaras, limpiarlas, usarás la ropa que nosotros te demos, y vas a satisfacer a los invitados, si haces algo mal serás reprendida, la severidad va a depender de tu acto. Más te vale mantenerte al margen, no tolerarle actos como lo que ocurrió en el bar.

Lo mire confundida, cuando la poca luz dió en su rostro abrí los ojos al ver que era el mismo chico que había llegado con  Nikolai...

Nikolai...

No.

El no sería capaz de eso, es amigo de Alek, e-era mi amigo...

—¿Quien eres tu en realidad?— dije tratando de no tartamudear

Vi por un minúsculo segundo un destello de dolor en sus ojos, pero desapareció tan rápido como la Vi, su mirada volvió a ser fría y vacía, casi malévola pero parecía ser forzado.

—soy Eros. Hijo de Adrián— dijo seco mi seño se frunció en exceso

¿Papá tenía otra mujer? ¿Porque seguía molestando nos a mi y a mamá entonces?

—¿Papá tiene otra mujer?— dije

El solo nego al mismo tiempo que me lanzaba un trapo a la cara evidentemente molesto.

—empieza

Antes de que le fuera hice mi mayo esfuerzo por levantarme, sentí algo subir por mi garganta caundo hice una arcada un pequeño charco de sangre cayó al piso.

—limpiaras eso— dijo

Claro que lo haría.

Ignorando eso le extendi mis muñecas atadas y el levantó una ceja, se acercó y me desató estaba esperando algún golpe, que me tumbara al piso o que me estrellara contra la pared pero eso nunca pasó, simplemente, se fue dejándome allí.

Al salir del sótano hacia la cocina la casa estaba en silencio, está no era a la que nos habíamos mudado, era la anterior, donde vivían mis tíos y abuelos antes de irse a quien sabe dónde sin decir nada, al llegar me di cuenta que la alacena estaba prácticamente hasta el tope, y la nevera También, aunque está última tenía un piso lleno de comida chatarra a la mitad o nueva.

Cocine lo que me acuerdo que siempre hacia mamá.

Arroz con pollo y verduras.

ME dispuse a eso en silencio, tratando de hacer el menor ruido posible para no molestar, estuvo listo justo a las siete de la noche, lo serví y puse dos platos en la mesa, mi padre y eros no tardaron en llegar y mientras que eros comió tranquilo mi padre me miró exasperando.

Oh no... Todo estaba perfectamente ¿O no?

—¿Pretendes que me lo pasé a punta de saliva carajita?— dijo molesto y abrí los ojos

Corri hacia la cocina y abrí dos cervezas le di la de mi padre pero cuando estaba por darle a eros la suya me enrede con una silla y lo siguiente que supe fue que eros estaba cubierto de cerveza con arroz y la botella en su plato.

—¡Eres una maldita idiota!— grito

—¡Que no sabes hacer nada maldita bastarda!— grito mi padre

Se levanto fuiroso y vino hacia mi, retrocedi pero el fue mas rápido y sentí un golpe en mi mejilla... Luego en mi mandíbula, por toda mi cabeza...

Golpe tras golpe... Caí la suelo y comenzaron las patadas, y pisarme las costillas con fuerza.

El collar se encendio y solté un grito arqueando mi cuerpo sintiendo como este convulsionaba por la electricidad.

Cuando se canso no podía moverme, Eros se ofreció a llevarme al sótano y amarrarme, pero mi padre nego, me arrastro hasta la puerta para luego abrirla y patearme escalera abajo, mi cabeza dolía a horrores, me costaba demasiado respirar, y sentía un dolor inexplicable.

Esto solo estaba comenzando...

Esto solo estaba comenzando

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

3/?

solo para mí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora