Saga Skósyrev [2]
Lea Angelis toda si vida fue la chica rara, la suicida, tímida, anoréxica entre otros apodos horribles.
Criada de la mejor manera pero con una vida de mierda
Hasta que por el nuevo esposo de su madre en su último año cambia de esc...
Mire mi botella que todavía estaba llena hasta la mitad, no sé cómo llogre llamar a Alek, ¿O el me llamo a mi? No lo sé muy bien, pero escuchar su voz fue...
Aunque está molesto
¿Me irá a azotar?
—Lea— me llamo y volví a la realidad
No me gustaba que me llamara así, quería volver a ser Bunny
—presente— dije avispada
—¿Dónde mierda estás?— gruñó y hice una mueca
Quería llorar
—no me trates asi— dije triste —si no no te digo
—maldita sea Lea dime dónde estás— dijo arto
—en dónde Cristian— admiti —Ezio está a mi lado, dormido, inconsiente, o tal vez muerto— me encogi de hombros
—¡¿Quien coño es Ezio?!— ladro y salte
Ahora sí estaba molestó
—es un chico, ¿Quieres saber un secreto? Pero shhhh no se lo digas a nadie— rei levemente —su mamá es bruja wuuuuuuuu
Empecé a reírme y lo escuché suspirar, en un momento deje de escuchar y mire mi teléfono se había apagado, huyyy ahora sí iba a estar fuiroso, paso un rato, la verdad, no sé cuánto tiempo paso, di un pestañeo y cuando abrí los ojos me sobresalte al ver la cara de Alek frente a mi ardiendo en rabia, lo saludé con la mano y chille en el momento que me colgó en su hombro, rompió me botella en pedazitos y todos se nos quedaron viendo, salimos de allí y me metió en su auto, subió y cuando arranco me miró de reojo.
—no volverás a tomar— sentenció
—si lo hare, además, tenia una razón— me defendí
—¿Y esa cuál es?— preguntó
—pues... Por qué tuuuu— lo señale con mi dedo —me dijiste perra, ya me habían insultado lo suficiente, y viniste tuuuu, a tratarme mal
En ese momento el se estacionó de golpe y casi me caigo, me miró fijamente y su mirada se fue a mis manos.
—¿Que coño te hicieron?— preguntó
Mire al techo recostandome bien y puse las manos detrás de mi cabeza.
—pense que Valery era mi amiga ¿Sabes?— dije —pero ella es la verdadera perra no yo... ¿Crees que me harán pagar el espejo que rompí?
—¿Que carajo hiciste?— repitió
—solo le rompí l nariz nada más— dije —deberia agradecerme, la rinoplastia le va a salir más barata y...— me quedé pensando un momento — y a Valery, la estrelle contra el piso del baño ¡Pero tenía una razón! Ellas me llamaron anoréxica y dijeron que tenía una personalidad horrenda ¡No son nadie para venir a decir eso!
El abrió los ojos y yo rei por su cara, volvió arrancar y apretó el volante hasta que sus nudillos se pusieron blancos, mire mis manos y trate de cerrarlas igual, pero el rápidamente me detuvo y entrelazo su mano con la mía, me quedé viendo por la ventana, ¿Era de noche? Guao.
Volví a mirar a Alek, se veía muy guapo de perfil.
—¿Estabas preocupado por mi?— pregunté comenzando a jugar con nuestras manos
—si Lea— contesto y frunci el ceño
—me gusta más Bunny— dije
—lo se— dijo con orgullo —pero estoy molesto
Hice una mueca y voltee a verlo.
—¿Que tengo que hacer para que me digas Bunny de nuevo?— dije y el sonrió de lado con malicia
—ya veras
Nadie dijo más y cuando llegamos a casa ni siquiera puse abrir la puerta, el la abrio y me cargo, rei levemente y llegamos a mi habitación Y me tiro en la cama, se deshizo de mi ropa pero no sé quitó la suya, fue hasta su parte del closet y saco una llave de una gaveta para abrir otra, saco una cosa en forma de micrófono, el mismo chupete de antes, nunca note la joya color rojo que tenía, abrí los ojos como platos ¿Eso era una soga? ¿Por qué tenía una soga? Por último saco una bola roja que tenía tres cuerdas de cuero, dejo las cosas en la.cama y se quitó su camisa, me miró con una sonrisa maliciosa, sus ojos estaban oscurecidos.
Daba algo de miedo no lo iba a negar.
—¿Sabes que las habitaciones están insonorizadas?— comento —me lo dijo Steven, según que para que cada quien tenga su privacidad y tranquilidad, es muy conveniente
La bola roja resultó ser una mordaza, miraba cada movimiento que hacía, ató mis manos a la cama con el primer pedazo de cuerda, luego tomo la especie de micrófono y la joya, abrió mis piernas y las flexionó, se posiciono entre ellas y lo primero fue introducir la cosa, en mi culo.
—si quieres que pare mueve la mano ¿Bien?— asentí
Empezó a pasar sus dedos a lo largo de mi coño y salte al sentir el primer azote, luego otro y otro... Veinte, mis gritos eran ahogados con la mordaza, mi coño ardía, dolía, pero se sentía bien, muy bien, cuando terminó tomo en resto de la soga y el ¿Micrófono?, Presionó un botón y este empezó a vibrar, lo puso entre mis piernas y las cerro, arquee la espalda por la estimulación, trate de abrirlas pero me removí como un gusano al ver que estás estaban atadas, mire a Alek y este me miraba como si fuera su obra de arte, se levantó como si nada y salió de la habitación, no importa cuando gritara, llorara, me removiera el no aparecía, esa cosa me desesperaba cada vez más.
Esto era un castigo.
...
Solloce ya sin fuerzas para moverme, la puerta de abrió y Alek entro con dos platos, se arrodilló en la cama y empezó a desatarme, mis piernas tenían marcas por el forcejeo con la cuerda, beso las marcas y fue subiendo hasta mi abdomen, entre mis senos, quito la mordaza y me besó, seco las lágrimas con sus manos y luego desató mis muñecas, lo abrace fuertemente como un koala enterrando mi cara en su cuello y me sentí débil, nos sentó en la cama y senti como se movió un poco y saque la cabeza, frente a mi estaba un tenedor con un pedazo de pizza, el lo acerco a mi boca y yo lo acepte, comimos en silencio, y yo seguía hipando un poco, el besaba mi cabeza, y acariciaba mi espalda, ví un vaso de jugo y el pareció entender, me lo acerco y yo tome un poco, cuando terminamos me acostó en el sillón un momento, cambio las sábanas y guardo las cosas, me cargo de nuevo y nos acostó en la cama, enterre mi cabeza en su pecho y suspire.
—tranquila Bunny, lo hiciste bien— dijo dándome un beso cariñoso
—no v-volvere a tomar— dije segura
El río levemente.
—duerme Bunny, descansa— me apretó contra él
Cerré los ojos y suspire.
—¿Sigues molesto?— pregunte
El nego y yo suspiré, ya no me agradaba molesto, bese su pecho y cerré los ojos
Lo peor
Mañana tenía escuela
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