Las culturas siempre han tenido algo en común, la mayoría de ellas cuenta con mitos o leyendas que narran la aparición de diferentes y extrañas criaturas en el mundo. Unas terroríficas, otras mágicas que se creen extintas. Traté de buscar en mi libro de mitos del reino y no encontré alguna anomalía en el humano representada por ojos naranjas encendidos.
El príncipe Wolfyer despertó y me miró somnoliento.
-Gracias John.
-No tiene porqué majestad, cualquiera lo hubiera hecho.
-No, no cualquiera-le sonreí.-debo de irme a la otra habitación, con su permiso alteza-se levantó y se dirigió a la puerta.
-Príncipe del Norte-le llamé y volteó a verme.-Dígame Catalice
-Digame John-me regalo un guiñó-descansa Catalice.
Vi que algo se asomaba al final de mi cama. Una rosa, era raro que floreciera en esta época del año. Prefería la lavanda pero esta rosa era muy especial. John la había dejado aquí.
-Gracias Clarise, estoy bien.-le dije y salió de la habitación.
Escuché un toque en la puerta.
-Pase-dije sin pensar.John entró pero al ver que estaba semidesnuda, trato de no verme cubriéndose con su mano.
-Catalice debemos de discutir los planes-noté el sonrojamiento de sus mejillas.
-Sí-me cubrí entre sábanas-bajo en un momento.
-Mañana iremos al reino del Norte, ustedes irán por aquí y ustedes por la montaña, nos veremos aquí para atacar-decía el capitán.
-¿Y si no nos vemos a tiempo?-pregunté
-Todo se estropeara-dijo John-Partiremos al alba.
Todos se retiraron, dejándome sola en la sala.
Saqué la espada de mi padre y comencé a practicar, los chinos nos habían enseñado varias técnicas de defensa. Los trucos que había aprendido eran suficientes para sobrevivir, mas no para asegurar mi vida en combate.
Vi por la ventana las montañas que apenas se podían distinguir por la tormenta de nieve.
Sentí otro pulso detrás de mí, volteé y apunte con mi espada.-¡Wow! ¡tranquila hermanita!-dijo William, mi hermano.
-Lo siento-baje la espada sonriente.
-Disculpa aceptada-rió, rápidamente alzó su espada frente a mí y comenzamos a luchar.
-¿Qué haces?
-Calentamiento para mañana-dijo sarcástico.
-Ja que gracioso.
-¿Tú crees?
-¿Ahora eres un inglés sarcástico?
-Sigo siendo de aquí.
William hizo un movimiento rápido y me tiró.
-Tushé-dijo Will
-Touché-corregí y me dio una mano para levantarme-¿que haces aquí?
-Vine a ayudar
-No irás.
-Por favor Catalice-rodó los ojos-además todo saldrá bien.
Recorrimos todo el pasillo hablando sobre qué tan bien le iba en su reino. Tenía años que no veía a Will desde que se casó con la princesa de Inglaterra.
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La Reina De Fuego
RomanceCatalice Eagleter, heredera al trono de las tierras del centro, poderosa y firme. John Wolfyer, heredero de la tierras del este, llega pidiendo apoyo a los Eagleter para combatir al enemigo y recuperar su reino. Pronto Catalice se dará cuenta de qu...