CAP 29:

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"El príncipe John y Lady Loren..." leía la invitación en voz baja.
El papel estaba un poco arrugado traté de desdoblarlo pero me corté con la fina hoja.
Una gota de sangre cayó de mi pulgar y manchó la invitación.
Aunque fuera una simple herida, era profunda y eso bastaba para provocarme el dolor suficiente como para que una lágrima saliera de mis ojos.
Me dolía saber que ya no vería a John como mi amigo, sería el rey, él gobernaría y mis cartas ya no serían leídas.
Por otro lado conocía a Lady Loren. Reservada, arrogante, siempre obtiene lo que quiere. La conocí en una reunión cerca de las tierras del suroeste.  Ella charlaba con varios hombres de diferentes reinos, como si comieran de la palma de su mano.
John se casaría con esa mujer, sus títulos los había obtenido gracias a  su difunto hermano que ganó una fortuna hace años en el nuevo mundo, por lo que oí explotó varias minas e instantáneamente se hizo rico y con títulos (que el dinero le permitió comprar). La chica no era la mejor opción para ser reina, su educación no era la mejor de la corte, lo que tenía ellla era el don de la seducción con la aristocracia. Sus relaciones eran lo bastante buenas para posicionarla en un lugar cada vez mayor. La nueva "Lady" le llamaban. Y John se casaría con ella dentro de una semana. Mi corazón se quebró.

-Henry, ¿Qué pasa?

-Lo mismo me pregunto querida, estás tan callada...

-¿Yo? No, para nada. Es sólo que estoy tan atareada que...-decía pero me calló con un apasionado beso.

Tomó mi rostro de nuevo entre sus manos y lo besé sin pensar más.
El sabor de sus labios dulces cual miel se fusionaban con los míos, escuchaba más que nuestros pulsos y agitadas respiraciones.

-Cathie-me llamó-¿Me harías el honor de acompañarme a la boda de mi primo?

-¿No veo porque no?-lo besé de nuevo.

-Cathie...

-¿Si?

-Estás ardiendo

-¿Qué?

-Tus labios me queman un poco-dijo y voltee a verme al espejo mis ojos se tornaron de color diferente. Cuando experimentaba varias emociones fuertes mis ojos y piel cambiaban.

-¿Cathie? ¿Estás bien?

-Sí, sólo necesito aire-me recargué de frente al tocador

-Bien, tengo que irme a revisar unas cuantas cosas, con el consejo-me tomó por detrás de la cintura y me besó la mejilla-hasta luego Cathie.

Tenía que olvidar a John de alguna manera. Henry ahora era mi presente y futuro, él sería mi esposo y tendría que aprender a amarlo, sino el reino caería. Al final de todo Henry besaba fantástico.

La Reina De FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora