Natural enemies

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Sinceramente...no se cuanto tiempo ha pasado 😅👀 No había tenido ni el tiempo (ni la inspiración porque andaba estresada 🙃😅) para escribir. PEROOO no le quedan muchos capítulos a la historia así que voy a intentar acabarla ahora que tengo algo de tiempo. 🙃👀

Capítulo 21: Enemigos

Habia sido de aquella manera desde el incio de los tiempos, o al menos eso decían los mas ancianos. Existia entre los seres, un perfecto balance. Y satisfacer dicho balance, los vampiros no debían, bajo ninguna circunstancia, acercarse a su cazador. A menos, por supuesto, de que dicho vampiro anhelase su muerte. Asi como la zebra huye despavorida de la rápida leona, los vampiros deben ocultarse de su cazador. Y no, este uso del singular no es un error: de entre tantos cazadores, solo la sangre de uno es capaz de consumir a un vampiro.

Dice la leyenda que una vez estos dos seres se encuentran, cazador y vampiro, la sangre del vampiro siente la presencia hostil y una marca comienza a formarse entre las escapulas del mismo. Un infinito. Simbolo del final inminente de una vida eterna que jamás debió existir.

Lena conocia aquella historia.

Lena conocía sobre la guerra de sangre que había encadenado en aquella maldición puesta sobre los de su especie por una despiadada bruja. Maldición que decía que ningún vampiro que halla encontrado a su cazador viviría lo suficiente para disfrutarlo. Porque odio y amor venían en un mismo ser y las cenizas del odio entre las dos especies siempre corromperían la semilla de amor que desease germinar.

El desenlace habia sido escrito siglos atrás, sobre un pergamino amarillento con una pluma bañada en sangre: o muere el vampiro...o muere el cazador.

(...)

Kara estaba casi segura de que la ojiverde no estaba dormida aun cuando ella yacía sobre su lado derecho abrazando una almohada. Lena se habia estado quedando en su apartamento las últimas semanas. Ninguna decía nada sobre el hecho, solo disfrutaban de estar juntas. Tras finalizar un reporte para Cat, uno que habia tenido que acabar en el apartamento luego de recibir una reprimenda se parte de su jefa, Kara no habia considerado que su novia estaria dormida.

Ella apartó la gruesa sabana, sonriendo al notar que Luthor dormia en ropa interior. La abrazó por la espalda, intentando controlar la nueva fuerza que le habia sido otorgada. Con cuidado besó su hombro mientras movía el negro cabello, pero prontamente frunció el ceño al notar algo diferente en la espalda de su novia. Un tatuaje que nunca antes habia observado, yacía entre las escapulas de Lena.

Sus dedos trazaron el círculo con cuidado. Parecía reciente y los bordes no estaban del todo curados. Por un seguro, sintió una extraña sensación en el pecho y al segundo luego, su mano se desplazó hacia arriba. Un sentimiento que jamas había experimentado se extendió por su ser.

Sintió odio.

Odio hacia Lena.

Sintió deseos de apretar el cuello de Lena, de girarlo hasta escuchar los huesos quebrarse. Espantada, retrocedió hasta caer de la cama. El ruido despertó a la vampira que se giró, buscándola. Nadie pensaría que dos segundos atrás ella habia estado en reflexión, lo mas cerca que podría estar de dormir.

-¿Qué...estas bien?- preguntó Lena y en un segundo estaba de rodillas junto a su novia.

Kara se arrastró hacia atrás, creando distancia hasta que su espalda tocó la gélida pared.

Lena le miró confundida, era evidente que no se esperaba su rechazo.

-Kara...cariño...

-Aléjate, Lee...yo...hay...hay algo mal en mi, Lena.- murmuró la rubia, y había tanto miedo en sus ojos azules que la ojiverde sintió tristeza en su corazón.

Instintos: BloodlustDonde viven las historias. Descúbrelo ahora