𝐋𝐢𝐞𝐬𝐞𝐥
—¿Te lo has pasado bien?—me preguntó Eli cuando llegamos a la puerta de mi casa.
Yo asentí con una sonrisa.
—¿Mañana vamos a algún sitio nosotros dos?—preguntó.
—Claro—respondí aún sonriendo—. ¿Quieres pasar? Te puedes quedar a dormir, si quieres.
Él asintió.
—¿Por qué llegas tan tarde?—cuestionó mi madre saliendo de no se donde.
—¿Qué hacéis aquí?—pregunté.
—Es nuestra casa te lo recuerdo—respondió mi padre.
—Ah, es verdad. No sé como se me había olvidado si siempre estáis aquí—dije sarcástica—. ¿Cuándo volvéis a iros de viaje?
—Mañana, y tú vienes con nosotros—respondió mi madre.
—Ja, más quisieras—dije.
Eli solo miraba sin decir nada.
Tomé la mano de Eli y subí las escaleras con él.—¡Liesel Roberts, vas a venir quieras o no!—cerré la puerta de mi habitación para no escucharla más.
—Siento que hayas tenido que presenciar esto—dije algo avergonzada mientras bajaba la cabeza.
—No te preocupes—respondió acariciando mi mejilla.
—¿Te quedas a dormir?—pregunté a lo que él asintió.
—Solo deja que avise a mi madre—dijo.
Vi como le mandó un mensaje.
—Mañana saldremos temprano—dije—. No quiero ir, y menos con ellos.
—¿Qué tienes planeado?—cuestionó.
[...]
—¡Rápido, Eli. Despierta!—dije moviéndolo de un lado a otro.
—Mhm—se quejó medio dormido y confundido.
Se veía tierno recién levantado, pero debíamos irnos.
—Tenemos que irnos. Levántate, pajarito—dije.
Él sonrió y se incorporó un poco hasta llegar a mis labios para poder juntarlos con los suyos.
Era una sensación linda, pero tenía que admitir que no era lo mismo que sentía con Robby.—Te quiero—le dije juntando nuestras frentes.
—Yo te quiero más—me dio otro pequeño beso.
Me fui a duchar traté de no hacer mucho ruido.
Cuando salí de la ducha fue Eli a ducharse y salió ya preparado.—Ven—dije tomándo su mano.
Iba a abrir la puerta de mi habitación, pero una voz me interrumpió.
—¡Liesel!—dijo mi madre desde el piso de abajo—. ¡Tenemos que irnos!
—Mierda—dije en un susurro—. Saldremos por la ventana.
—¿Y si te lastimas?—cuestionó preocupado.
—Tranquilo, no es la primera vez que lo hago—le dí una sonrisa tranquilizadora.
Salimos rápidamente y con cuidado por la ventana.
No estaba muy alto, como mucho podías romperte una pierna o un brazo si caías mal.
Una vez abajo escuchamos una voz en mi ventana.—¡Liesel! ¡¿Qué crees que haces?!—cuestionó mi madre desde la ventana.
—Corre—dije tomando a Eli de la mano.
—¿Dónde vamos?—cuestionó sin dejar de correr.
—No sé, pero cuánto más lejos mejor—respondí.
Después de unas cuantas manzanas dejamos de correr.
—Creo que ya podemos sentarnos—dijo agitado.
—Ahí hay un banco—dije mirando frente a nosotros.
Nos sentamos en el banco, me tumbé apoyando mi cabeza en las piernas de Eli mientras que él acariciaba mi pelo. Estábamos en frente de la playa, no había nadie debido a que era muy temprano por lo que se escuchaba perfectamente el sonido del mar, era un sonido tan relajante.
—Gracias por venir conmigo—dije rompiendo el cómodo silencio.
—¿Bromeas?—cuestionó—. Hubiera corrido más si hiciera falta con tal de que te quedes.
Yo sonreí y me levanté para besarle.
[...]
Luego de todo el día paseando por el valle volví a mi casa, y como me esperaba no había nadie.
Unos padres responsables se hubieran esperado y luego me hubieran reñido, pero claro son mis padres; a ellos les da igual.—¿Vas a estar sola?—cuestionó a lo que yo asentí—. ¿Quieres venir a dormir mi casa?
Lo miré con una sonrisa.
—Creo que hoy me quedaré—dije rodeando su cuello con mis brazos.
—Bien, cualquier cosa dime—dijo.
—Vale. Te quiero mucho, pajarito—dije.
—Te quiero mucho más, princesa—respondió para luego darme un tierno beso.
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𝙈𝙞 𝙥𝙚𝙤𝙧 𝙙𝙧𝙤𝙜𝙖 𝙚𝙧𝙚𝙨 𝙩𝙪́ || 𝘾𝙤𝙗𝙧𝙖 𝙆𝙖𝙞
FanfictionCon la expulsión de Liesel del instituto, Robby y ella, quiénes ya llevan dos años de relación, están más distanciados que nunca. Liesel hizo nuevos amigos en el West Valley teniendo así menos tiempo para estar con Robby causando ciertos problemas. ...