Tu eres mi destino || Yoontae

06

—¿Taehyung? —YoonGi preguntó, viendo cómo su esposo seguía sin reaccionar.

Iba a hablar de nuevo cuando miró como Taehyung caminó con paso acelerado hacia el frente, con intenciones de ir a los brazos del hombre frente a él, quien ya se encontraba caminando de igual manera, mientras extendía sus brazos en busca de contacto. Taehyung sonrió, estaba por acelerar su paso cuando sintió como unos brazos lo rodeaban por la cintura, jalandolo hacia atrás.

—Sueltame. —Dijo Taehyung, sus pupilas dilatadas fijas sobre el otro hombre. —Quiero ir con él.

YoonGi sintió una punzada de dolor en su pecho al escuchar aquellas palabras, pues se había percatado sobre lo que estaba sucediendo justo en esos momentos; Taehyung había encontrado a su destinado.

—Taehyung, amor. —intentó de nuevo, sintiendo un nudo formarse en su garganta —. ¿Qué pasa?, bebé mírame.

Taehyung lo miró.

—YoonGi, ¿qué está sucediendo?

YoonGi lo miró con pesar, antes de pegarlo a su pecho en un fuerte abrazo.

—¿Tu nombre es Taehyung?

Ambos giraron sus rostros en dirección a aquella voz, viendo como el Namjoon se acercaba cada vez más a ellos.

—Es un nombre precioso, al igual que tu.

YoonGi empujó a Taehyung detrás suyo y dio un paso al frente, quedando cara a cara con Namjoon.

—Mantente alejado de mi esposo. —Dijo YoonGi de forma amenazante.

—¿Podemos hablar? —Preguntó Namjoon, ignorando las palabras de YoonGi.

—¿Estas sordo acaso?, te dije que es mi esposo.

Jungkook, quien se había mantenido en silencio todo ese tiempo, finalmente intervino, colocándose en medio de ambos.

—Namjoon, es suficiente, es a mi a quien viniste a conocer, no a mi amigo, ¿qué se supone que significa todo esto?

—Taehyung, tu tambien sentiste lo mismo que yo, ¿no es así? —Dijo Namjoon, de nuevo dirigiéndose a Taehyung.

Taehyung desvío la mirada, y entonces YoonGi entendió que esto no iba a funcionar, por lo que se disculpó con Jungkook y agarro a su esposo de la muñeca, para guiarlo lejos de ese lugar. Escucho como Namjoon gritaba a la distancia, pero no le importó, llevando a Taehyung a casa, donde podrían hablar con más calma sobre el asunto.

Una vez llegaron, YoonGi notó cómo Taehyung lloraba en silencio, mientras que se aferraba a la orilla de su camisa con sus manos.

—Tae...

—El es mi destinado, ¿no es así?

El estómago de YoonGi se sintió pesado de repente, la sensación de un nudo comenzando a formarse.

—Parece ser que ese es el caso. —Afirmó YoonGi, esperando lo peor.

Taehyung lo miró a los ojos, y entonces YoonGi notó cómo estos reflejaban preocupación genuina.

—Yo no quería ignorarte hace rato, Yoonie, lo sabes ¿cierto?

—Taehyung, yo...

—Sabes que te amo, te lo digo todo el tiempo, eres mi vida, te adoro, yo...

—Por favor, basta Taehyung.

Taehyung guardo silencio y YoonGi suspiró, frotándose el rostro con sus manos.

—Creo que ambos sabemos lo que esto significa.

Taehyung abrió sus ojos en sorpresa.

—YoonGi, no. —Respondió, su voz entrecortada —. Estamos bien, ¿de acuerdo?, no te apresures en tomar una decisión. Nosotros podemos con esto, siempre lo hemos hecho.

—Tarde o temprano, tu corazón le pertenecerá completamente a él, así como tus pensamientos.

—Pasará con el tiempo.

—No, no lo hará.

—Yoonie...

—Solo lo viste unos cuantos segundos, y te olvidaste de mi por completo, ¿sigues creyendo que podremos contra esto?

—Podemos intentarlo al menos.

YoonGi negó y Taehyung continuó.

—Amor, yo te amo, no quiero perderte, y menos por alguien que no conozco. Por favor, ayúdame a intentarlo, no puedo hacerlo yo solo.

—¿Y que pasa si no funciona? —Preguntó YoonGi, al borde de las lágrimas.

—Funcionará, porque te he amado toda mi vida. Desde mi infancia, solo te amo a ti. —Respondió Taehyung, acariciando las mejillas del contrario con sus manos.

—No sé, Taehyung, no quiero salir más herido con esto.

—Sabes que yo jamás haría algo que pudiera lastimarte, o acaso ¿Ya no confías es mi?

YoonGi guardo silencio por unos momentos, pero finalmente respondió:

—Sí.

Después de todo, el confiaba en Taehyung, en quien no confiaba era en el destino.