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Las siguientes noches fueron las más tortuosas para YoonGi. Sabía que Taehyung no lo diría, probablemente ni siquiera el mismo se había dado cuenta, pero su comportamiento había cambiado casi instantáneamente desde ese día. Taehyung llegaría a casa y se daría una ducha, después haría la cena y probando un par de bocados, se retiraría en silencio hasta la habitación donde YoonGi lo encontraría dormido a los pocos minutos.

Probablemente no lo hacía a propósito, sin embargo lo que parecían cosas insignificantes, para YoonGi lo era todo. Había perdido el interés de su esposo por completo, ya ni siquiera era la intimidad o los besos apasionados. Simplemente era como si su presencia fuera invisible para Taehyung.

Un día intentó tratar de arreglar las cosas, planeando una pequeña cita donde pudiesen platicar y compartir un tiempo a solas, sin la excusa de que estuvieran cansados, o tuvieran que trabajar al siguiente día. Se levantó más temprano de lo usual y comenzó a buscar lugares bonitos donde pudiera llevar a su esposo. Una vez lo encontró, hizo reservacion y salió rumbo al trabajo del contrario, donde esperaba encontrarlo en el camino.

Lo hizo, lo encontró, sin embargo, no de la manera en la que le habría gustado. Su lindo Taehyung se encontraba en los brazos de ese tipo, besando sus labios con frenesí, mientras enredaba una de sus manos sobre su cabello. Eso lo hizo entender muchas cosas, pero sobre todo, le ayudó a tomar una decisión.

—Taehyung. —Habló YoonGi en voz alta.

Taehyung se tensó, se separó de inmediato del más alto y se dio la vuelta. Sus ojos se llenaron de agua cuando sus labios pronunciaron un débil "YoonGi".

—No tienes que decirme nada. Puedes irte ahora mismo con el, yo te mandare tus cosas y tramitare el divorcio.

—YoonGi, ¡no!, no lo hagas. Si, lo bese, maldita sea, no pude controlarme. —Se recriminó a sí mismo, mientras se daba una bofetada —. Se que fui un idiota, pero te aseguro que es la primera vez que lo hago, me había abstenido de hacerlo y lo había alejado todo este tiempo, yo...

—Esa es la cuestión, Taehyung. Tu no tienes que abstenerte de nada.

—Yoonie... Por favor, no me dejes. —Suplicó Taehyung entre lágrimas.

—Te amo, Taehyung. Se muy feliz por ambos, porque yo no creo poder serlo en mucho tiempo. —Finalizó YoonGi, terminando así su matrimonio.

Espero que Taehyung corriera detrás de él, que le rogara, que le pidiera otra oportunidad. Pero eso no pasó, tampoco regresó a casa después de eso. Por supuesto que no lo haría.

El no lo haría.

Tu eres mi destino || YoontaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora