El Diario el Profeta 10 de febrero de 2000
¡El Ministro visita Hogwarts!
Nos complace informar al público de la visita del Ministro a Hogwarts, dice la portavoz Marigold Lebennon. El Ministro dará un discurso a todos los alumnos, hará un recorrido por el colegio, visitará algunas clases y conocerá al personal. Puedo decirles que el Ministro está muy emocionado de hacer una visita formal, ya que sabe lo mucho que significa la escuela para nuestra sociedad.
Minerva caminó lentamente por el pasillo, sintiendo ese dolor en las rodillas que ni siquiera los hechizos de la pobre Poppy o las pociones de Severus podían aliviar. A la mierda la artritis, pensó con vehemencia, mientras se detenía a descansar las articulaciones.
La joven Granger atravesó el pasillo a toda velocidad y Minerva entrecerró los ojos. Algo no iba bien con la chica. Definitivamente había tenido un encontronazo con Severus, ya que obviamente ya no eran tan... amigables.
"Hermione", gritó, y la chica se detuvo frente a ella, sonriendo amablemente. "¿Podrías acompañarme a mi despacho, por favor?".
"Por supuesto", dijo la chica, sonriéndole, pero su cara mostraba su sorpresa. Caminaron en silencio hasta la gárgola, y Minerva dio la contraseña con brusquedad: "Lochgilphead".
Secretamente, sonrió al pensar en el esfuerzo que le hizo hacer a Severus para pronunciar esos nombres de pueblos escoceses para poner sus guardias. El rostro de él, su inmaculado semblante de espía, se quebraba invariablemente en incredulidad y exasperación cuando ella le informaba de sus nuevas contraseñas.
La escalera subió en espiral y entraron en el despacho de los Jefes. Minerva se sintió aliviada al ver tanto tartán de su clan -se sentía como la casa de su infancia, tan relajante- y se sentó pesadamente en el pequeño sofá junto a la ventana, indicándole a Hermione que se sentara también.
"¿Qué ha pasado?" Optó por la franqueza de Gryffindor, preguntando directamente a la chica.
Los ojos de la chica se abrieron de par en par, y respondió inocentemente: "Bueno, mi investigación va bien, y he estado muy ocupada preparándola. Estoy bien, gracias, sólo un poco cansada".
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FanfictionMiró a sus compañeros, diciéndose en voz baja: "Nunca me he sentido joven". Entonces sus ojos afilados se centraron en ella, e hizo una mueca. "Usted, señorita Granger, es evidente que todavÃa es muy joven. ¿No le han dicho sus padres que es de mala...