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El Diario el Profeta 15 de febrero de 2000

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El Diario el Profeta 15 de febrero de 2000

Severus Snape y Hermione Granger son vistos como pareja. Alumnos de Hogwarts han avisado al Profeta de que los dos héroes de la guerra se han puesto en marcha en la fiesta de San Valentín de Hogwarts. 

- Ya nos habíamos preguntado por estos dos, nos informa un alumno de sexto curso de Hogwarts. Ha habido rumores de que los dos tenían un romance, pero ahora, parece bastante obvio que son un tema. A muchos alumnos se les va a romper el corazón, porque los dos tienen muchísimos admiradores. 

"Te dejare bien limpia", murmuró él, mientras sus manos recorrían cada centímetro de su cuerpo, untándola con jabón

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"Te dejare bien limpia", murmuró él, mientras sus manos recorrían cada centímetro de su cuerpo, untándola con jabón.

Se le puso la piel de gallina y le encantó ver la respuesta de ella a sus caricias.  Antes había sido una situación de tanteo, ya que sus evidentes malas experiencias le impedían disfrutar, pero él la había llevado al límite. Se sintió muy orgullosa de haber superado ese problema, aunque también sabía que su tamaño no se lo había puesto fácil.

Hablando de tamaño, su polla estaba muy contenta de que la bruja desnuda sucumbiera a él también en la ducha, y le enjuagó el jabón, antes de ponerse de rodillas. Empujándola, haciendo que se apoyara en la pared, le acarició los muslos, haciéndola separar las piernas, antes de sumergirse en ella, con su lengua encontrando su nódulo.

Ella casi grita: "¡Severus!", con los dedos agarrando su pelo. El agua de la ducha le golpeaba la cabeza y los hombros, pegándole el pelo a la cabeza, pero él estaba perdido en el olor y el sabor de ella, ese pequeño capullo endureciéndose bajo su boca.

Jadeando, sus piernas temblaron y él la sostuvo con un firme agarre de sus caderas. Hizo una pequeña pausa, murmurando contra su coño: "Sabes tan bien. Voy a hacer que te corras hasta que veas las estrellas y me vas a suplicar más. ¿Me oyes, bruja? Te vas a correr con mi lengua en tu agujero, y luego te voy a follar hasta dejarte sin sentido".

"Sí, sí", jadeó ella, y él se rió, separando los labios de su coño, soplando su aliento justo en su raja expuesta, antes de descender sobre su protuberancia de nuevo. Ella se retorció, pero él la mantuvo quieta, gruñendo en su coño: "Quédate quieta hasta que yo diga lo contrario. Eres mía. Dilo, bruja, dilo".

 𝕹𝖚𝖓𝖈𝖆 𝖊𝖓 𝖈𝖔𝖓𝖉𝖎𝖈𝖎𝖔𝖓𝖊𝖘 𝖉𝖊 𝖎𝖌𝖚𝖆𝖑𝖉𝖆𝖉 | 𝕾𝖊𝖛𝖒𝖎𝖔𝖓𝖊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora