Miró a sus compañeros, diciéndose en voz baja: "Nunca me he sentido joven". Entonces sus ojos afilados se centraron en ella, e hizo una mueca. "Usted, señorita Granger, es evidente que todavía es muy joven. ¿No le han dicho sus padres que es de mala...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El diario el Profeta 11 de febrero de 2000
El auror en formación, Harry Potter, se negó a responder a cualquier pregunta sobre el número de guardias aurores que el ministro Croaker empleó para su visita de ayer a Hogwarts. El Profeta se encontró con Potter cuando salía de su casa en el número 12 de Grimmauld Place. Potter parecía disgustado, tratando de evitar nuestras preguntas, como verán en la serie de fotos. Su novia Ginny Weasley tampoco estaba dispuesta a responder. Para nuestro periodista, parece que Potter está descontento con ser guardaespaldas de nuestro Ministro errante en lugar de hacer un verdadero trabajo de Auror, pero no se le permite hablar de ello.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Haciendo una pausa sobre su pensadero, le dijo: "No es posible saberlo con certeza, pero creo que me eligieron como Padrino porque... Bueno, puede que fuera uno de los pocos que aún podían verlo como ese hombre brillante y encantador que mostraba un apoyo y una protección inquebrantables a los que consideraba sus seguidores más cercanos".
Mirándola, pudo ver cómo asentía, pero estaba seguro de que el mensaje no había calado. Ella nunca entendería esas emociones tan conflictivas que él tenía con respecto al Señor Tenebroso. Voldemort, su amigo y mentor, su fuente de conocimiento mágico, su exigente maestro, su cruel comandante, su casi asesino.
Suspirando, decidió hacer un esfuerzo por explicarse. Si iba a confiarle su oscuro y turbulento pasado, más le valía intentarlo. "Hermione, una vez fue mi amigo, por extraño que parezca, aunque sé que él nunca lo vio así. No puedo negarlo, no con lo que vas a ver. Espero que... No espero que lo entiendas, exactamente, pero al menos espero que veas por qué me sentía así, al principio".
Sus ojos eran grandes, oscuros, de orbes dorados, y asintió lentamente, aunque su expresión seguía mostrando mucha inseguridad y confusión. Suspirando, le tendió la mano y, juntos, se sumergieron en sus recuerdos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.