Presente.
—Es un poco jodido llamar a la persona que acaba de salvar tu vida, ¿no crees?
Lo miré, estupefacta y molesta. Estaba claramente vestido como Robin, pero no era mi Robin. Era mucho más bajo, su cabello estaba más dócil y su complexión significativamente más delgada. El contorno de su rostro tenía bordes más nítidos y su voz era una octava más alta de lo que estaba acostumbrada.
Me salvó, pero no tenía ni puta idea de quién era.
—¿Quién diablos eres tú? —solté un gruñido, girando lentamente la mitad lejos de él y sentándome. Me froté el dolor de garganta y me estremecí al darme cuenta de que mañana iba a tener un color violeta poco favorecedor.
—Soy Robin —respondió—. ¿Quién diablos eres tú?
Me reí sin ningún humor real, negando con la cabeza hacia él e ignorando su pregunta.
—No, sé quién te crees que eres. Lo que te pregunté es quién eres en realidad. Porque conozco al verdadero Robin y tú no eres él.
—Entonces claramente no sabes tanto como crees, porque yo soy el único, bebé.
Mi tolerancia tocó un mínimo y sin siquiera pensarlo, las enredaderas atravesaron las ventanas altas de la habitación y se envolvieron alrededor de él, levantándolo de manera que sus pies colgaban y pateaban el aire de abajo.
—¿Qué carajo? —gritó, su voz penetrante en el silencio de la habitación.
Me levanté de nuevo, sacudí los vidrios rotos de mi ropa y los inspeccioné desinteresadamente mientras seguía hablando.
—Te voy a preguntar de nuevo y de una forma u otra me vas a dar una respuesta. Puedo respetar la lealtad que Batman te ha inculcado, si eso es en quien te entrenaron. De lo contrario, tú sólo eres otro aspirante a cosplay que necesita dejar de arruinar el buen nombre del chico maravilla. Entonces, ¿quién eres tú? —hablé con tanta calma que tuve que admitir que incluso a mí me ponía nerviosa.
Pero hay que reconocer que el chico no se quebró. Por mucho que me molestara, podía respetarlo.
—Puedes hacerme lo que quieras, mi respuesta seguirá siendo la misma. Yo. soy. Robin.
Lo miré en silencio solo para encontrar sus ojos helados mirándome. Había dejado de luchar contra las enredaderas y se quedó allí colgado, esperando cualquier tortura que estaba seguro que estaba a punto de seguir.
A pesar de mi amenaza apenas velada, no me atreví a hacerle nada. Todavía quería respuestas y Dios sabe que no habría sido mi primera sesión de terror, pero no podía hacérselo a él. Entre la autenticidad de su traje y la ferocidad con la que reclamaba el alias de lucha contra el crimen, estaba 98% segura de que era de la tribu de Batman.
Quizás era Robin; uno nuevo para reemplazar a Dick después de que se fue sin permiso. No tenía por qué significar que le hubiera pasado nada malo a Dick. Si lo hubiera hecho, estoy seguro de que habría escuchado algo al respecto en alguna parte. No había forma de que Bruce Wayne celebrara un funeral para su hijo adoptivo sin que apareciera en las noticias en alguna parte. Tuve que aferrarme a eso; No quería pensar en eso de otra manera.
—Bueno, cariño, si no vas a torturar la respuesta del chico, entonces supongo que tendré que hacerlo yo —una inesperada y británica voz masculina rompió el silencio desde el otro lado de la habitación. Un rayo cayó justo afuera de una ventana, iluminando la habitación el tiempo suficiente para revelar a un hombre alto con una barbilla desaliñada y cabello castaño corto mirándonos desde cerca del escenario. Llevaba una gabardina larga y oscura sobre la ropa de vestir y parecía que se había parado deliberadamente bajo el aguacero que tenía lugar afuera durante al menos una hora. Estaba apoyado contra la pared como si hubiera estado allí todo el tiempo. Empapado en la oscuridad de nuevo, lo escuché chasquear los dedos antes de que la electricidad brotara de ellos y actuara como una linterna que lo iluminara—. Aunque no puedo prometer que sobrevivirá.
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BLACK DAHLIA ───dick grayson ( 🇪🇸 )
Fanfiction-Grayson. Luciendo tan bien como siempre. -Madalyn... tuvimos un acuerdo -respondió Dick secamente, sus ojos oscuros apenas me veían. Podía decir por los círculos debajo de ellos que algo lo mantenía preocupado. -Lo hicimos. Pero necesito tu ayuda...