NCT Fics.

haechan

hecho en tumblr por marksassybanana

La ligera brisa de la playa rozó tus mejillas e hizo que tus fosas nasales se llenaran del aroma salado pero calmante del mar. Te quedaste ahí, mirando la fascinante vista del océano desde el balcón de tu habitación, tratando de olvidarte del hombre que ahora mismo estaba en tu cama.

En pocas palabras, unas horas antes de ese momento, Johnny te había invitado a ir con él, Jaehyun, Mark y Yuta a la casa de Jae en la playa, obviamente olvidando mencionar el hecho de que también Donghyuck iba a acompañarlo. Como la suerte estaba en todas partes menos de tu lado, cuando llegaste a la casa te enteraste que solo había 3 dormitorios. Johnny decidió quedarse con Jaehyun en la que tenía dos camas individuales, mientras que Yuta básicamente suplicó quedarse con Mark. Así que aquí estabas, obligado a compartir no solo una habitación, sino también una cama con el hombre que más despreciabas.

Ya sabes, el odio es una palabra importante y estás segura de que no lo odias solo por ser Donghyuck. Por lo general, eres una persona muy amable y de mente abierta, y no tienes mal genio, pero eso cambió cuando lo conociste.

Se conocieron gracias a Johnny, y cuando hablaron con él por primera vez, fue realmente amable y divertido hablar con él ... y realmente coqueto. Pero desde la segunda vez que te conociste, él comenzó a tratarte de manera diferente, siempre se burlaba de ti y te hablaba con descaro. Intentaste mantener la calma y ser amable, pero después de un tiempo te cansaste de su actitud y empezaste a tratarlo igual de mal. Realmente querías conocer al chico. Tenías que admitir que era muy guapo y que si atenuaba su descaro y sus comentarios ingeniosos, podría ser muy divertido estar con él.

Suspiraste y le diste al océano una última mirada antes de darte la vuelta para volver a entrar. Al escuchar la puerta de vidrio abrirse, Hyuck miró hacia arriba desde donde estaba acostado en la cama usando su teléfono.

"Entonces, ¿cómo lo haremos?" le preguntaste, parado frente a él. "¿Hacer qué?" Si pudieras, habrías puesto los ojos en blanco. "Dormir, obviamente. No me quedaré así, sabiendo que podría rodar a tu lado durante la noche". Te miró enarcando una ceja mientras se sentaba en la cama. Se apoyó en sus brazos y dejó que su mirada se posara en ti, una sonrisa siempre presente en su rostro. "Bebé, ¿te pongo así de nerviosa? Me siento halagado", dijo mientras te guiñaba un ojo. Te sonrojaste un poco ante su comentario, esperando que él no se diera cuenta o que tú no oyeras el final.

"¿Qué? No, qué carajo, y no me llames así", suspiraste sonoramente y tomaste una almohada. "Ok, mira, usemos esto para hacer me gusta, hacer una pared entre nosotros" se levantó de la cama y tomó la almohada en sus manos "Buena idea, pero no. Esa es mi almohada y no voy a dormir sin ella" la volvió a colocar donde se suponía que debía estar y se recostó de nuevo en la cama. "Mira bebé, esta es una cama de culo grande. Quédate de tu lado y yo me quedaré del mío. No es gran cosa". Te quedaste ahí, pensando en otras opciones posibles, pero finalmente te rindiste y te acostaste en tu lado de la cama, apagando las luces mientras tanto y murmurando un "como sea".

Te quedaste mirando al techo durante unos minutos antes de recordar que todavía estabas en tu suéter y jeans que te sentías realmente incómoda ahora que tenías que dormir. Estabas a punto de levantarte y cambiarte el pijama, pero de repente recordaste que te olvidaste de traerlo. Solo otro ejemplo de tu suerte infinita o simplemente el hecho de que eras tan olvidadiza. "Ah, mierda" murmuraste hablando sola, pero aparentemente fue lo suficientemente fuerte como para que Hyuck escuchara "¿Qué pasó ahora?" miraste en su dirección viéndolo de lado, mirándote fijamente. "Oh, nada... acabo de recordar que me olvidé de traer mi pijama y es un poco incómodo dormir con mis jeans, pero sí. No es gran cosa" su mirada bajó por tus piernas por un segundo antes de mirarte con una pequeña sonrisa. "Bueno, puedes quitártelos si te incomodan. No me quejo" y ahí estaba él con el coqueteo. Honestamente, esperabas que dijera algo así. Acabas de poner los ojos en blanco por centésima vez esa noche y lo empujaste en el hombro. "Por supuesto que no lo estarás, pervertido". Estabas a punto de darte la vuelta cuando se acercó a ti. "Entonces, ¿no te los quitaras? ¿Necesitas ayuda?" Dijo mientras ponía su mano en tu cadera, su dedo metiéndose burlonamente debajo de la cintura de tus jeans. Tragaste en voz alta sin responder y solo lo miraste con los ojos muy abiertos. "Porque no quisiera que no durmieras bien porque llevas algo incómodo. Las princesas necesitan un sueño reparador", dijo mientras su dedo iba al frente de tus jeans.