Lazos de Sangre 🧛‍♂️🐺 [Todobaku].

Capítulo 14: Sentimientos.

Después de aquel dulce abrazo, Bakugō se separó del vampiro. Miró esos bellos heterocromaticos.

—Deberías ir a darte un baño— le dijo el cenizo—. Servirán la cena pronto.

—Kats— le llamó el vampiro—¿Puedo quedarme contigo esta noche?.

Bakugō se acercó al príncipe y le acarició el rostro.

—Esta noche dormirás entre mis sábanas— le dijo Katsuki dándole un suave beso. Shotō disfrutaba de esos dulces labios.

Minutos después el cenizo salió de la habitación, dejando al bicolor solo. Shotō ordenó sus cosas para luego dirigirse hacia los baños que se hallaban en la parte de atrás del Castillo. Ahí se encontró con Shinsō, Kaminari y Kurono.

—Príncipe, te tardaste— le dijo Denki mirando al bicolor.

—¿Cómo te fue con tu príncipe?— le preguntó Hari—. ¿Aceptó tener al bebé?.

—Sí— sonrió Shotō realmente se sentía perdido por aquel lobo—. Le dije la verdad y escuchó. Entendió mis sentimientos, aunque tiene miedo de saber lo que sucederá.

—Eso nadie lo sabe— le dijo Kaminari—. Hasto yo tengo miedo, pero ahora tienes que ver que harás con tu padre, príncipe.

Shotō se quedó callado.

—Kats también está preocupado por eso, sabe que nunca se ha visto una relación entre un lobo y un vampiro— les dijo el bicolor.

—No creas todo lo que dicen— le dijo Kurono—. Tal vez si hubo un romance así y fue prohibido.

No siguieron hablando puesto que se acercaba Shinsō.

—Tenemos que darles aviso a Mashirao y Keigo de la situación— le dijo el pelimorado a Shotō apenas estuvo frente a él—. ¿Dónde está tu hermano?.

—Creo que está algo ocupado— le dijo el bicolor—. Ya les envié un mensaje, pero les dije que se quedaran hasta mañana. El Rey Masaru quiere hacer una reunión, Fuyumi me habló, y tienen un plan para enfrentar a los humanos.

Todos esperaban que las visiones de Fuyumi fueran para mejor. Después de terminar la discusión se metieron a las aguas y se relajaron. Shotō no dejaba de pensar en que le diría a su padre en el momento debido. Katsuki daría a luz dentro de cinco meses y para eso debían tener clara las cosas. Al menos su hermana Fuyumi lo ayudaría de cierta manera.

Al terminar de bañarse, los cuatro vampiros salieron del lugar con unas batas y fueron a sus habitaciones. Sus ropas fueron lavadas por unas lobas encargadas de mantener el orden en el castillo. En cada cuarto había un cambio de ropa, era extraño para los vampiros vestir ropas hechas por los lobos. Ahora las cosas habían cambiado, y la situación los obligaba a pelear junto a sus enemigos. Sin embargo el hombre era más peligroso que ellos mismos.

Hanta se dirigía a las habitaciones de los invitados. Primero fue con Kurono y luego con Shinsō, les avisó que la cena estaba lista por lo que los otros bajaron al comedor. El pelinegro caminó ahora a la habitación de Kaminari, no alcanzó a golpear cuando abrieron la puerta.
El lobo quedó de frente a un lindo vampiro rubio.

—Hola— le saludó Sero con una sonrisa—. La cena está servida.

—Gracias— le dijo Denki.

Hanta lo miró de arriba para abajo, le pareció un vampiro bastante atractivo.

—Tienes unos ojos muy lindos— le dijo Sero—. No tienen el rojo sangre.

—Gracias, son color oro cuando no quiero que se vean rojos— dijo Kaminari—. Me veo menos sediento de sangre— le bromeó el vampiro.