Capítulo 22: Perdón.

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Masaru salió de la casa dirigiéndose a la posada en la que estaba su hijo. Tocó la puerta.

—Rey— dijo Kirishima quién abrió, se hizo a un lado dando espacio a que el cenizo entrara.

—Lamente molestar, sólo quería ver a mí hijo— le dijo mientras entraba.

—Señor usted puede venir las veces que quiera— dijo Eijiro—. El príncipe está adentro.

El mayor lo siguió. Entraron al lugar donde se encontraban los príncipes.

—Mis disculpas— dijo Masaru.

—Rey— le dijo Natsuo colocándose de pie.

—No los quería molestar, venía a ver como estaba mí hijo— sonrió Masaru—. ¿Cómo está Izuku?.

—Bien, Rey, él ha estado bien— le dijo Natsuo—. Ahora está descansando.

—Que se mantenga así— le sonrió Masaru.

Continuó caminando y luego corrió unas cortinas, detrás de ellas estaban los príncipes. Shotō se levantó apenas lo vio entrar, Fuyumi también le dio la bienvenida.

—Rey— le dijo el bicolor.

—Príncipe Shotō— dijo Masaru—. Quería ver a mí hijo.

Bakugō había despertado por el revuelo armado. Se sentó en la cama viendo al mayor.

—Padre— le dijo Katsuki algo triste, bajó la vista.

Masaru se acercó a su hijo y se sentó a su lado.

—No puedo decir que no estaba impresionado con la noticia— le dijo el mayor—. Pero tienen todo mi apoyo.

Shotō y Katsuki se miraron felices, Fuyumi sonrió satisfecha pues siempre supo que así sería.

—Traté de convencer a tu madre, pero sabes como es ella— le dijo Masaru—. Demosle tiempo.

—Yo haré lo mismo con mi padre— dijo Shotō.

—Sé que el Rey lo entenderá— les dijo Masaru—. También les venía a avisar que mañana comenzarán con las construcciones, así que tendremos un mes muy ocupado. Por ahora ustedes sólo encárguense de cuidar a ese bebé.

—Muchas gracias gran Rey— le dijo el bicolor. Ahora su suegro tenía su total respeto.

Esa noche el cenizo quiso pasarlo en ese lugar, por lo que Kirishima y Momo le acomodaron un espacio para que Masaru descansara. Ese había sido un día muy agotador.

Pasaron algunos días y Enji aún no hablaba directamente con su hijo al igual que Mitsuki con Katsuki. Aizawa todos los días le hablaba de Shotō y Natsuo, y que les diera una oportunidad a sus hijos, el pelinegro sabía que el mayor cedería pronto.
Las semanas avanzaban así como la construcción del nuevo reino, las casas comenzaban a erguirse así como el lugar que albergaría a ambos Reyes. Con esto se demostraba la nueva y gran alianza, algo que estaba lejos de ser si Mitsuki y Enji no cedían.

Los días avanzaron y ambos lobos ya tenían sus vientres muy notorios, Bakugō y Midoriya se habían alejado de los entrenamientos y la ayuda que podían dar a la nueva tierra. Los clanes se llevaban bien entre ellos, pero continuaba ese hermetismo por parte de los Reyes. Fuyumi se encargaba de cuidar a los dos chicos en cinta, últimamente la Oráculo había tenido una inquietante visión, por lo que prefirió mantenerse cerca de ambos.

Ese día la tarde caía con un hermoso anaranjado en el horizonte. Kaminari se encontraba junto a Kurono descansando del pesado día que habían tenido.

—¿Crees qué algún día lo acepte?— dijo de pronto el rubio.

—Que cosa— le dijo Hari sin entender.

Lazos de Sangre 🧛‍♂️🐺 [Todobaku].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora