Todo lo que compartimos [BajiFuyu]

Premio a la iniciativa

Género: E (contenido sexual explícito).

Tema: Role reversal.

Resumen: Luego de un tiempo con ganas de intentarlo, pero fallando sin quererlo en plena acción, Baji finalmente desea que Chifuyu sea quien lidere esta vez.

Notas: Como leen arriba, este es un lemon con Top!Chifuyu, así que ya están avisados si es que no les gusta a la inversa. Por mi parte, este es el OS que he dedicado al cumpleaños de Chifuyu aunque no tenga esa temática (fue ayer, pero apenas logré hacer la imagen, así que acá lo publico un día tarde) y, viendo lo poco que hay con él de top, estoy a 🤏🏻 de hacer que el número aumente porque necesitamos. Es la contraparte del one-shot anterior, de hecho (por lo que el detalle de las edades se mantiene), pero no es taaan obligatorio leerlo primero para entenderlo ;D

Conseguir que Chifuyu lo tocase sin importar dónde ha sido su mayor hazaña desde aquella vez en que salvó a esos gatitos de ser atropellados en medio de la carretera. No deberían ser dos cosas comparables, pero la satisfacción de alcanzar el objetivo es su punto de referencia.

El siguiente paso depende de ambos. Saben que vendrá tarde o temprano porque es una promesa que hicieron para cuando estén preparados; la expectativa ha sido casi palpable en sus últimos encuentros, aun si han acabado como siempre. Le pidió que fuera tanteándose a sí mismo para que se sienta bien en el momento de la verdad, algo que Baji habría hecho de todos modos por ese comentario pícaro que estuvo por provocarle un gran sonrojo cuando hablaron de eso por primera vez. De hecho, masturbarse es más intenso desde ese día.

Como no se atreve a experimentar de pie, ya no solo lo hace en el baño, sino que aguarda a estar solo en casa para acostarse en su cama, mojar sus dedos en lubricante y abrir las piernas. Fue jodidamente extraño al inicio, así que tiene muchísimo sentido que Chifuyu quisiera que se acostumbrara por su cuenta. Como sus dígitos ya conocían un terreno parecido, logró superar la rareza al simular lo que hacen dentro de su novio. Encontrar su propio punto lo forzó a morderse los labios, mas no evitó que se corriera con el nombre de su amado escapándose de ellos.

A solas, su mente se recrea con lo asertivo que se ha vuelto últimamente. Aunque no le dure por todo el acto, la forma en que se concentra en atacar justo donde es débil le enloquece más de lo que le gusta admitir. Ya no se limita a imaginarlo tirándole del cabello o mirándolo con una altanería que jamás le dirigiría de otra manera; en su cabeza, Chifuyu incluso lo aprisiona contra la superficie firme de turno o le inmoviliza extremidades al sostenerlas con fuerza.

El problema de esto es que puede que se esté saboteando a sí mismo. Sin quererlo, sus expectativas suben como espuma que le impide tomar lo que tanto desea. No es que crea que vaya a decepcionarlo, sino que simplemente no le provoca probar el cambio si no está al nivel del que ha estado fantaseando y es consciente de que, quizás, sea demasiado para su primer intento. También es que no logra frenar el impulso de derribar esa fachada dominante para convertirla en entrega cada vez que la ve.