2-Diciembre-2021

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Al día siguiente bajaron todos a desayunar, mientras tanto, planeaban las actividades que se iban a practicar. Unos querían jugar al fútbol, otros hacer una excursión y otros hacer manualidades.
Se dividieron en 3 grupos :
𝑮𝒓𝒖𝒑𝒐 1:
𝐻𝑢𝑔𝑜.𝐿, 𝐿𝑒𝑖𝑟𝑒, 𝐴𝑛𝑡𝑜𝑛𝑖𝑜, 𝐴𝑛𝑡𝑜𝑛𝑖𝑎, 𝐿𝑢𝑐𝑎, 𝑆𝑎𝑟𝑎 𝑦 𝑆𝑜𝑓𝑖𝑎.
𝑮𝒓𝒖𝒑𝒐 2:
𝐼𝑟𝑒𝑛𝑒, 𝐷𝑎𝑛𝑖𝑒𝑙𝑎, 𝐿𝑎𝑢𝑟𝑎, 𝐽𝑎𝑣𝑖𝑒𝑟, 𝑀𝑎𝑟𝑐𝑜𝑠 𝑦 𝐻𝑢𝑔𝑜.𝑀.
𝑮𝒓𝒖𝒑𝒐 3:
𝐴𝑛𝑎, 𝑀𝑎𝑥, 𝐴𝑙𝑖𝑐𝑖𝑎, 𝑀𝑎𝑟, 𝐶𝑎𝑟𝑙𝑜𝑠, 𝑀𝑎𝑟𝑐 𝑦 𝐸𝑠𝑡𝒉𝑒𝑟.

El grupo 1 fue a jugar al fútbol junto a Rubén, profesor de Deportes, el grupo 2 fue a la excursión con Juan, profesor de Música y el grupo 3 se quedaron en la casa haciendo manualidades con Mónica, la profesora de Plástica.

Los del grupo 2 salieron al exterior, no sabían dónde empezar a explorar. A muchos les llamaba la atención la casa abandonada, ya que parecía de hace mucho tiempo, entonces, optaron por ir a visitarla.
No se tardaba mucho en llegar, la casa parecía estar en buen estado, simplemente tenía unas pequeñas roturas en las tejas y agujeros en la puerta y ventanas.

La casa por dentro era bastante acogedora. Tenía su sala de estar, su cocina, su baño. En las paredes había un tipo de apuntes sobre plantas aunque no le dieron mucha importancia.
Juan estaba observando las partes de la casa y de repente observo algo raro que sobresalía de la alfombra, era una especie de nota y tenía manchas de sangre que parecían de hace bastante. Guardó la nota para no llamar mucho la atención de los niños y regresaron a la casa.

Allí, Manuela les sirvió la cena y poco después se fueron a la cama. Juan se quedó en la sala de estar y se dispuso a leer la nota; era un diario de una tal Casie Murtie, de hace unos 4 siglos y medio. Contaba la historia de sucesos extraños y muertes en aquel pueblo antiguamente.

Juan solía tomarse muy enserio este tipo de cosas y decidió abandonar el campamento, era de noche, entró en su cuarto sin hacer ruido para no despertar a Mónica, hizo las maletas y se dispuso a coger el coche y regresar a casa.

Juan pensaba que todo iba bien, pero al estar de camino una fuerza extraña hizo que su coche se estrellara y no se supo nada más de él.

Quizás la bestia de la que hablaba Casie Murtie, había despertado...

La bestia de HowlandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora