La vida es compleja, si te aferras a vivirla toda de golpe muchas veces es demasiado abrumador. A veces es mejor solo tomarlo un día a la vez, una hora a la vez, un minuto a la vez.
Donde el pasado, decisiones erróneas, la juventud, las fiestas y l...
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El fin de semana pasó como un borrón para Denki; el sábado jugó algunos videojuegos junto a Sero y Mirio, realizó sus tareas pendientes e ignoró los mensajes incesantes de la chica nueva. Sero le comento que debía ser "más directo" pero el, de verdad, no entendía cómo ser más directo sin lastimar a la chica.
El domingo Tamaki fue de visita y, a palabras de Denki, fueron bendecidos, ya que el pelinegro les preparó comida.
"sus ventajas deben tener que tu novio estudie gastronomía" bromeó sonriendo Mirio mientras Tamaki se volvía más rojo que los tomates que estaba picando.
La tarde del domingo pasó entre una conversación amena, comida deliciosa y una película bastante extraña (la cual escogió Shoji, su otro roomie). Por la noche el rubio se dedico a ver redes sociales de forma despreocupada y videos tontos en youtube.
Hasta ahí habría sido un fin de semana normal; la única diferencia fue que en esos dos días dedos delgados y largos, medias sonrisas y ojos azules tan profundos que parecían violetas no dejaban de aparecer en su mente.
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Su lunes comenzó bastante bien, si era sincero consigo mismo, o al menos eso pensaba del dia hasta que se topó de frente con una de las personas que había estado evitando desde finales del semestre pasado.
- Denks, ¿podemos hablar? -
- Oh, hola Jiro. - el rubio abrió por un segundo sus ojos de asombro y luego formó una pequeña sonrisa, estaba nervioso y Kyoka lo sabía - Si, claro, ¿Cómo estás?, este semestre estoy lleno de tareas y pendientes.
- ¿Has estado ignorándome?.
Kyoka, hermosa, inteligente y directa Kyoka.
Kyoka, quien fue su mejor amiga durante los últimos 8 años, la verdad es que no debería haberle sorprendido, la conocía tan bien como ella lo conocía a él pero igualmente la pregunta le cayó como un balde de agua fría, se quedó con los labios entreabiertos viendo a la chica sin saber realmente qué responder; la respuesta era obvia.