Epílogo

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Jimin corría sobre sus pies de manera apresurada, era último día de clases de su último año y después de salir a dar una vuelta con el equipo, se había encontrado con Jungkook en el lugar de la rockolla para verse ahí una vez antes de que dejara de ser oficialmente un estudiante de instituto. Claro que aún le quedaban las vacaciones para ir juntos, pero luego de ese día, Jimin no sería un estudiante de instituto nunca más. Jimin se reunió con Jungkook al caer la tarde, tomaron un par de bebidas heladas y dulces a petición de Jimin, bailaron al ritmo de Jailhouse Rock en el medio del sitio, charlaron sobre cosas banales para pasar el rato y antes de irse, miraron algunos vídeos de animales en el móvil de Jungkook.

Esa mañana en el noticiero habían anunciado que el día estaría lluvioso, sin embargo, yendo contra todo pronóstico, Jimin y Jungkook decidieron volver caminando hasta la casa del más bajo. Jimin tomaba la mano de Jungkook y se alzaba sobre sus pies de vez en cuando, girándose para dejar ligeros besos en el costado de su mejilla, a veces, demasiado flojo para eso, simplemente depositaba besos fugaces en sus hombros. De un momento a otro, el clima que se había predicho en el noticiero se hizo notorio, el cielo se llenó de un centenar de nubes grises y antes de que les diera tiempo para poder refugiarse de la lluvia, las gotas de agua atacaron contra el cuerpo de ambos.

Jimin comenzó a reír y en lugar de buscar refugio, comenzó a correr en dirección a su hogar, pues ya se había mojado, un poco más no haría diferencia. Más atrás, Jungkook corría incómodo por la sensación de las gotas sobre su piel, pero con una sonrisa enorme en el rostro al escuchar la risa de Jimin tan risueña retumbar en sus oídos.

El último año de Jimin podía describirse como mágico, según él. Desde ser aceptado en la universidad de sus sueños con una beca deportiva, hasta tener la relación más bonita que pudo imaginar haber tenido junto al chico de sus sueños. Jimin estaba feliz y agradecido con el universo, pues en ese momento de su vida, todo parecía ir en ascenso.

Jimin se detuvo un momento al notar que el ritmo de Jungkook había disminuido y siendo consciente de que el menor no era igual de atlético que él, disminuyó el ritmo de su trote a uno más moderado. Jungkook lo agradeció, pues sentía que sus pulmones dejarían de funcionar en algún momento si seguía corriendo a esa velocidad. Jimin se rio cuando escuchó el suspiro de alivio salir de los labios del pelinegro y entrelazó los brazos de ambos, iniciando una caminata moderada bajo la lluvia. El más bajito, podía considerar que la caminata era incluso romántica.

Finalmente, llegaron a la casa de Jimin, dejaron los zapatos empapados a un lado de la puerta y luego se dirigieron a la cocina.  En el camino, Jimin miró el reloj que colgaba en la pared, aún faltaba media hora para que su madre volviera a casa, por lo que, con una sonrisa pícara en el rostro, se inclinó hasta Jungkook besándolo en la comisura de los labios. Jungkook sonrió y le beso de vuelta tres veces, un beso en sus mejillas, uno en la comisura de sus labios y uno en el puente de la nariz. Jimin sonrío al sentir los labios fríos de Jungkook sobre su nariz y arrugó la misma haciendo a Jungkook sonreír por lo adorable que era. Se dieron un beso esquimal, rozando sus narices mientras salían risitas de los labios de ambos.

Ambos chicos eran demasiado melosos uno con otro, si había que definir su relación con alguna palabra, sería adorable. Aunque en ciertos momentos, la palabra más bien, podría ser: Dual. Ya que, de la misma manera en que pasaban de estar teniendo un momento tierno, pasaban a tener un acercamiento íntimo que dejaba atrás cualquier rastro de inocencia.

Las manos de Jungkook se deslizaron de manera rápida bajo el Jersey de Jimin, hundiendo sus dedos sobre la piel fría que había dejado la humedad de la lluvia, mezclado con el aire casi helado que emanaba del aire acondicionado de la casa. Jimin, copió el movimiento de Jungkook, pero de manera más osada, tomó el dobladillo del Jersey del más alto y lo deslizó de su cuerpo, empujándolo a un lado de la cocina, mientras deslizó sus manos por la espalda ahora desnuda del pelinegro, llegando hasta la cima de esta y dejando reposar sus manos en la nuca del muchacho, mientras enredaba sus dedos en los cabellos contrarios al ritmo que los besos subían la intensidad. Jungkook tomó de la cintura a Jimin, subiéndolo sobre el mesón de madera que estaba justo tras él, Jimin separó sus piernas ligeramente, dejando al más alto posicionarse en el espacio que quedaba libre, mientras él mismo, se deshacía de su propio Jersey.

First Times ミ⚘ 𝐾𝑜𝑜𝑘𝑚𝑖𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora