IV

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Mina había estado mirando a Kirishima algo inquieto, de hecho, lo había visto moviendo con insistencia el pie contra el piso desde hace ya un buen rato.

Katsuki había faltado ese día debido al inicio de su celo, por lo tanto con un mensaje —acompañado de una maldición— el cenizo le había pedido a Mina que cuidara de Eijirou en su ausencia y que le daba permiso para golpear a cualquier extra que dijera malos comentarios del Omega. Si claro, como si Mina necesitará el permiso para hacerlo, ella simplemente lo iba a hacer y ya.

Ashido no era tonta y podra ser beta pero sabía del porque de la ansiedad repentina de Eijirou, y sobre todo, que estaba bastante conectada con la ausencia del alfa.

Aizawa se había retirado antes de la clase así que la beta aprovecho eso para acercarse al Omega.

—¿Estás ansioso?—Se sentó sobre la mesa dejando a Eijiriou algo cohibido después de haberse recargado en el respaldo de su asiento.

—No. Bueno, sí. Pero no. Me siento algo extrañó sabes.—Se tocó el pecho.—Es raro. Desde que me despedí de blasty ayer me siento ¿Inquieto? ¿Nervioso?

—Sientes su ausencia ¿Verdad?—La carismática voz de Hanta llegó a los oídos de ambos.— Ustedes están siempre juntos que incluso una ausencia mínima te hace sentir solo.— Sero termino por recargarse en la pared cercana para mirar a sus dos amigos.

—No se si llamarlo ¿Soledad? Pero creo que es el término que más se asemeja.

—¿Ustedes no habrán creado ya un lazo?

—¿Qué?

Los tres miraron a Denki sorprendidos. El recien llegado se había parado justo a un lado de Kirishima soltando aquellas palabras como una bomba que hizo al omega ponerse aún más nervioso y de alguna forma avergonzado.

—¿Tu crees que ya lo hayan creado? Que envidia.—Expreso Hanta.

Sero al ser también un alfa solo veía como sus amigos parecían formar lazos alfa-omega, él aún no había encontrado a nadie así que se sentía entre feliz y algo celoso de los demás.

—Lo que sucede es que al principio cuando Toshi y yo no compartíamos celos yo solía ponerme inquieto debido a la soledad. Ya teníamos un conexión pero era tolerable y necesitaba sentirme protegido, debido a esto tuve que pedirle a Toshi que me dejara algunas prendas de ropa para sentirme en calma.—Explico el rubio.

—¡Tengo una idea!—Mina se levantó de la mesa bajo la atenta mirada de los tres chicos.—¡¿Y si haces un nido?!—Se dirigió a Kirishima.

—¿Un nido?

—¿Tu madre te enseño a hacer un nido? ¿No?

—Sí, pero solo era para cuándo tuviera cachorros.

—Eso no importa ¿Qué tal si te ayudamos a hacer otro nido como el que tenías cuando eras un cachorro? Sería como tú lugar seguro en los días que no esté Katsuki.

—¿Pero que haré mientras no esté en el nido? Me seguiria sintiendo ansioso fuera de el.—Hizo un puchero.

—¡Ya se!— Denki tomo la palabra— ¿Y si usas la ropa de Katsuki? Es a su aroma con el que te sientes más cómodo y a gusto diariamente, así que incluso con que traigas una camisa o sudadera o incluso una corbata estarías bien.

—Si gustas, yo puedo ir a platicarle un poco la situación a Katsuki y pedirle ropa.—Se ofreció Sero.

—Y si quieres prendas nuestras también te las daremos con gusto.—Dijo Mina con ánimo.

—En serio adoro tenerlos conmigo.—El Omega se levantó de su lugar para abrazar a sus amigos. Se sentía muy afortunado de tenerlos.

....

—Esto es lo que te pude conseguir.

Sero entro a la habitación del Omega con dos maletas negras con un fuerte olor a caramelo quemado rodeandole. El aroma hizo saltar de felicidad al lobo de Eijirou al saber de quién pertenecía ese aroma y que el corazón humano de Kirishima se sintiera contento.

—¿Qué tanto le dijiste?—Le pregunto Denki a Sero.

—No mucho. Solo le dije: ¡Hey! Kirishima necesita ropa que tenga tu aroma. No me dejó terminar y me cerró la puerta en la cara y después de unos minutos me entrego las maletas.

—Tus mamás me dieron esto.— Mina le extendió una bolsa a Kirishima donde contenía ropa en su mayoría de su mamá Omega.

Adoraba el olor de su mamá omega, era dulce y fresco y de niño le hacía sentir en calma y de joven era su refugio en momentos de angustia, por el lado del aroma de su mamá alfa era protector y el tenerlo cerca le hacía sentirse a salvo.

El aroma de Katsuki le proporcionaba esas sensaciones por igual.

Supongo que vas a querer un poco de privacidad para hacer el nido.—Le dijo Denki.

—Si no es una molestia.

—¡Para nada!— Le dijo Mina.—Mientras te sientas a gusto todo está bien. Toma.—Le paso una bolsa más con ropa— Son algunas prendas mias, de Denki y Sero, sabrás cómo acomodarlas.

—Lo haré. Y gracias otra vez.

—No hay de que. Nos vemos.

El trío salió de la habitación del Omega para dejarlo solo, debido a que el nido de un Omega no es cualquier cosa tendrían que darle su privacidad a Eijirou para hacer su nido a gusto y como quisiera.

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