Flufly

VIII

Las clases están avanzando con normalidad, la jornada de la mañana había terminado sin tantos escándalos más que por los gritos de la clase A. Sin embargo, durante el tiempo en cafetería ocurrió algo que alteró el ambiente por completo.

—¡Kiri!

Mina fue la primera en levantarse de su asiento y acercarse el pelirrojo, lo había visto pálido desde la mañana pero no tuvo tiempo de cuestionarle y ahora que lo veía caminando hacia su mesa tambaleándose hasta caer de rodillas siemplemente sus sentidos habían estallado. Kaminari al mirar la escena también se acercó para ver, sin embargo, Sero se había quedado en su lugar.

Shoto que recién iba llegando vio lo que ocurría con su compañero de clase y se acercó a verlo, no tardó mucho en acercarse e identificar el intenso aroma de Eijiriou para darse cuenta que estaba entrando en celo.

—Mierda.— Susurro. De su bolsillo saco un estuche que su hermana le había dado por si algo así llegase a ocurrir, le tomo menos de un minuto preparar la jeringa y aplicarsela a Eijirou.

—¿Son Supresores?

—Inhibidores de olor.— Del mismo estuche saco un parche y lo coloco en la nunca del pelirrojo.— Lo primero es su olor, de lo contrario si nos centramos solo en calmar su celo su aroma seguiría siendo fuerte y atraería a más-

—Chicos.— Hablo en bajo Denki.

Mina y Shoto dejaron de mirar a Eijirou y miraron a su alrededor. Sus compañeros omegas y betas los estaban rodeando mostrándose alertas, Momo e Izuku también estaban ahí, debido a que ambos ya tenían pareja y estaban marcadas el celo del Omega no les hacía efecto, contrario al resto de sus compañeros alfas y de otras clases que ahora miraban a Eijirou como el mayor dulce al cuál todo mundo quería probar. El resto de betas y alfas que ya estaban con un Omega ayudaron a los omegas a salir de la cafetería, era una peligro si contamos que había probabilidad de que el aroma de Eijirou haya acelerado el celo de cualquiera de los alfas de ahí y tomarían al primero Omega que se les cruzará si no lograban conseguir el premio mayor.

—Shoto.— Le hablo Jirou ya que era la más cercana.— Inyectale Supresores y salgan, les ayudaremos.

Shoto preparo otra jeringa con Supresores, se había comenzando a poner nervioso al escuchar a omegas y alfas gruñir, mediante su lazo con Izuku podía sentir el nerviosismo de este y también lo alerta que estaba, dispuesto a lanzarse como se atreviera a tocar a su amigo.

Al estar a punto de inyectarlo fue que el primer alfa ataco, resultando ser Monoma el primero en querer ir contra pero siendo detenido por Kendo al darle una patada y tirarlo al suelo. Seguidamente otro alfa quiso acercarse para ser detectado por Momo que no le permitió dar otro paso, Tetsutetsu también estaba ahí para ayudar a Kirishima y no dudo en también meterse para cuidar de su amigo.

De alguna forma todos los que eran omegas, betas y alfas con un lazo se encargaban de controlar a todo alfa que quisiera ir contra Kirishima.

En un descuido un alfa había logrado pasar a todos guiandose por sus instintos para llegar cerca de Eijirou, Shoto tuvo que soltar la medicina para meterse y evitar que ese alfa se le acercara a su amigo aunque sea un centímetro, empezando así una pelea que terminó con el alfa congelado a medio cuerpo.

Shoto regreso con el alboroto a su alrededor y termino de preparar el medicamento e Inyectarselo a Eijirou.

El Omega tomaba bocanadas de aire al recibir el segundo piquete, todo su cuerpo estaba caliente y estaba bastante sensible.

—Alfa.

—Estaras bien, tranquilo.— Kaminari le limpio la frente pues ya estaba bastante sudado.

Las puertas de la cafetería sonaron en un estruendo dejando ver a los profesores y al mismo director, cerca de ellos venían Katsuki y Shinsou, siendo el último que fue a avisar de lo ocurrido a sus mayores.

Katsuki buscaba con la mirada a Eijirou y lo ubico en el centro de sus compañeros de clase.

Decidido camino dejando salir su aroma. Su aroma era dulce, claro que lo era, pero cuando estaba enojada su aroma se volvia agrió, nadie quería acercarse mucho menos meterse en su camino, así que los alfas que antes estaban dominado por sus instintos le abrieron el paso, los lobos bajaban las orejas y se alejaban. Estaba furioso eso era más que obvio.

Los omegas que aún quedaban ahí estaban quietos, la amenza no era hacia ellos pero aún así tenían miedo.

Al apartarse dejaron ver a un alfa más del cual ni Shoto, Mina o Denki se habían dado cuenta que se había acercado tanto. Shoto al notarlo le gruño, el mismo alfa ya tenía bastante miedo al verse descubierto, que tenga la amenza de Katsuki ya era demasiado y ahora que Shoto siendo un Omega dominante también lo había notado era una muerte segura.

—Shoto.— El llamado del alfa del menor le hizo reaccionar. Juntó sus cosas rápidamente y se levantó para ir con su alfa que ya lo esperaba. Sabía que ese alfa no se movería de su lugar.

Lo mismo ocurrió con Denki, al ver a Shinsou corrió hacia él mientras que Mina fue a dónde Uraraka tenía a Sero, pues también había caído en el celo de Eijirou.

Los pasos de Katsuki se fueron acelerando hasta llegar con el alfa, en medio de su irá y molestia no dudo en tomarlo del cuello y arrojarlo directo a uno de los ventanales haciendo que esté se rompiera.

Alto, imponente, territorial y protector. Se habían metido en terreno peligroso al intentar dañar a Eijirou.

—¡Bakugo!— Escucho el grito de su profesora.

Tomo a Kirishima que se había quedado dormido después de las dosis fuerte de medicamento, miro a su alrededor manteniendo el ceño fruncido y mostrando repugnancia por los demás.

—Lo vuelven a intentar tocar y me va a importar poco hechar a perder toda mi carrera de héroe.

El silencio siguo y camino hacia la salida de la cafetería para ir con sus maestros que le dieron indicaciones de llevarlo a la enfermería y que lo querían ver mañana temprano en dirección.

El lugar se sumergió en un silencio en donde tras haberse ido Katsuki la mayoría de los alfas se permitió respirar.

—Todos— Hablo Aizawa llamándoles la atención.— vayan ahora mismo a las residencias y no se les ocurra salir de ahí hasta que se les indique.