¹²

3.5K 384 73
                                    

—No puedo creer lo que me estás contando.—dijo Somi sentada al frente de mí en el sofá. Hoy después de lo ocurrido aún seguía pensando en el momento que había pasado de tener que esconderme en la oficina con mi jefe teniendo relaciones con una mujer random. Jamás hice eso en mis años trabajando allí pero casualmente pasó gracias a mi compañero de trabajo, después de salir a las apuradas nadie dijo más y no hablamos de momento.

—Te juro que es así. No sé cómo vaya a verle a la cara de nuevo después de todo lo que tuve que escuchar “ah, señor, ah, ah. Bestia, así ¡Sí!”— imité haciendo que Somi soltara una carcajada haciéndome reír. Sin embargo mi gato que se encontraba acostado en mis piernas cruzadas como indio, me miraba. Pobre la dueña que te toco bebé.

—¡Me hiciste llorar!—se secó una lágrima.—¿Y quién era la mujer?

—No lo sé, no era alguien del trabajo. No reconocía su voz y bien sabes que tengo conocimiento masomenos de los que trabajan ahí.

—Seguro. A Kim ni lo registrabas y dices eso ahora, no mientas.—tomó lo último de su café.

—Bueno, fue una excepción.—dije acariciando a Lewi.

—¿Y por qué estabas tan tarde allí? Por lo usual sueles ser muy cuidadosa con los horarios.

—Bueno.. digamos que.. fue culpa de Kim en parte.—me miró con los ojos abiertos en par en par.—Entró para dejar algo y nos distrajo, y tuvimos que escondernos en donde están todos los archivos en cajas.—terminó por abrir la boca formando una sonrisa, claramente emocionada.

—¡Estuviste con Kim ahí dentro!—gritó.

—¡Shh!

—No hay sitio para esconderte allí ¿cómo hicieron? amiga pasan cosas interesantes en tu vida y no las cuentas.

—Hubo un lugar.. tuvimos que estar juntos en un espacio entre un mueble y la pared ¡No digas nada más!—amenacé antes de que gritara algo más.—No pasó nada, ambos estábamos nerviosos de ser pillados.

—No sé, yo solamente diré que así empiezan las historias de amor en los doramas.—rió al verme mirarla con una nueva de cansada.

—Tienes que irte ya, mañana hay trabajo de nuevo.—ambas nos pusimos de pie, dejé a Lewi en el sofá que siguiera durmiendo.—De verdad no sé cómo miraré al jefe después de esto.

—Tranquila, mejor piensa en como miraras a Kim después de tal momento.—le empujé y comenzó a reírse caminando hacia la entrada, ama molestarme con cosas como estas.

En la mañana llegué al trabajo y no me crucé con muchos, subí sola hasta mi puesto y comencé rápido con las invitaciones para un próximo desfile a otras empresas. Cuando escuché una puerta ser abierta me puse nerviosa porque sabía que era él, aún así no miré hasta que sentí una sombra al frente mío.

Para cuando levanté la vista, él estaba ahí sonriendo levemente.

—Veo que subiste después de mí porque no te ví abajo.—apoyó sus dos manos en mi escritorio quedando con si cuerpo un poco estirado y cerca, solo un poco.

—No.—saqué mi mirada de él para mirar a mi computador desinteresada.—Vine algo tarde, buenos días.—saludé.

Lo escuché reír.—Buenos días.—hubo un corto silencio hasta que volvió a hablar.—No tienes que seguir así por lo de ayer.—lo volví a mirar y me apoyé en la silla.

—No estoy así por eso, solamente que ahg.. ¿cómo se supone que miraré al jefe de nuevo? muero de vergüenza después de todo lo que escuché.

Secretario Kim ✓ KTH.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora