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—¡Vas a verte con él esta noche!—expresó sorprendida Somi. Empujé el carrito del supermercado mientras seguía viendo los estantes del refrigerador.

—Sí.—afirmé sin más nada.

—Vas a tener ocupada la noche haciendo cositas con Kim.—cosquilleó divertida atrás mío.

Agarré un paquete de salchichas tranquilamente hasta que caí en cuenta lo que dijo, me giré a verla.—¡No voy a hacer nada! Además nunca dije que sería de noche, es ahora en la tarde. Iré temprano para volver temprano.

—Sí claro.

—Voy a tirarte con estás salchichas y me harás meterme en un lío con el lugar.—la amenacé levantando el paquete dándole a entender que lo haría. Pero no le afectó.

—Si tienes para pagar después, házlo.—rodee los ojos y finalmente puse el paquete en el carrito para continuar.—Es que no puedo pensar otro cosa amiga, te invitó a la casa cuando tranquilamente pudo haberte invitado a un lugar público, una biblioteca, un café bar, etcétera, etcétera.

—Me parece que la comodidad y el silencio del hogar es mejor que salir.

—Habrá mucho silencio.—noté su sarcasmo. Me contuve las ganas de tirarla contra los pañales de bebés pero eso sería muy de agresiva y aunque me vuelva loca, amo a Somi.—¿Que más necesitas de aquí?—olvidó el tema.

—Creo que nada más.—leí la lista que hice para los mandados.—Es todo, ahora si podré sobrevivir otra semana más.—fuimos finalmente a las cajas registradoras a pagar lo mío. Somi estaba acompañandome en este momento por pura casualidad, llegó justo cuando yo salía y la obligué a venir conmigo porque ella suponía quedarse mientras yo hacía las cosas de la vida adulta y eso sí, que no.

Me quedé en una dónde la fila no era tan larga.

—Oye y sabes si Kim estará solo o su amiguita estará con ustedes mientras hacen el trabajo.—preguntó haciéndome entrar en duda porque nunca pensé eso.

Posiblemente ella esté y no quiero eso, me sentiría como un sapo de otro pozo mientras ellos están en su nube de amor o lo que sea.—No dijo nada sobre ella..

—Imagina estar con él y la chica que supuestamente le gusta y que Kim se pase mirándote más a ti que a la otra, ella se dé cuenta y comience a sospechar..—sus teorías me estaban poniendo nerviosa. Taehyung no me dijo más nada ese día que solo encontrarnos el viernes, o sea hoy.

Espero esté solo.

—Todo está bien si sucede o no.

Milagrosamente era mí turno y pude escapar de las teorías de Somi pero toda la tarde estuve pensando en ello. Quería estar a solas con Kim y no porque odiara a su amiga o algo por el estilo, simplemente quería sentirme más cómoda siendo nosotros dos porque no soy tan buena sociabilizando aunque lo parezca y lo haga de vez en cuando en el trabajo.

En la tarde me preparé para ir a la casa de Kim teniendo la dirección anotada en el celular para no olvidarlo y no perderme. No quise salir de la bañera pero el deber llamaba, al secarme todo el cuerpo me vestí con la ropa que estaba tendida en la cama, opté por ponerme un jean azul claro y una blusa cómoda porque hoy no hacía frío.

Terminé de ponerme las botas y me acerqué al espejo para pintarme un poco, darme color en la cara.

Agarré mis papeles del trabajo y la cartera, Lewi quedó durmiendo sobre mi cama sin mosquearse por mí. Bajé agarrando las llaves del auto y sin más que demorar, fui rumbo al destino que tenía anotado.

No fue difícil llegar porque conocía un poco la zona. Cuando divisé el número de su casa frené el auto viendo el suyo estacionado en su garaje, su casa era bonita de afuera, veremos cómo es por dentro también. Bajé y caminé hasta su puerta tratando de calmarme de estos sorpresivos nervios que tenía porque ni siquiera yo los esperaba.

Secretario Kim ✓ KTH.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora