Mi amor eres tu...

Capitulo 1 Amigos

Los problemas de la tierra del Sur se habían resuelto, todos los Ayakashi del sur estaban a salvo pero desde que habían vuelto a Tenjin-ya las cosas habían cambiado, todos los Ayakashi que la rodeaban se habían convertido en la familia de Aoi, se había acabado la soledad pero ahora sentía una triste tranquilidad, la relación con Odanna-Sama era nuevamente distante, toda la cercanía que habían ganado en el sur al llegar a la posada se desvaneció, él siempre se encontraba ocupado con los negocio pues tenía que regular la situación de la posada después de ausentarse por tanto tiempo, o eso decía él.

Flor de luna ahora era un lugar exitoso y después de lo sucedido en las tierras del Sur, el prestigio de este resonaba por todas las tierras Ayakashi y con todos los Hachiyos, estos hablaban sobre el talento de la novia-Ogro, la corte se interesaba en el lugar y por poder tener algún banquete surtido de este pequeño restaurante de Tenin-ya; Aoi siempre se encontraba cocinando como amaba hacerlo, su tiempo corría en su hermosa cocina, aun así su cabeza era un enjambre de dudas y sentimientos encontrados.

Ella pasaba mucho tiempo al lado de Gingi desde que regresaron, su amistad crecía más cada día, su cercanía era demasiado notoria, se volvieron inseparables, salían juntos de compras, iban a restaurantes a pasar el rato y muchas veces recorrían por simple gusto cafeterías dentro del reino oculto, salir a tierras lejanas para entregar banquetes era sinónimo de vivir una pequeña aventura, el maestro ogro no intervenía en el negocio de Aoi por lo que tenía suma libertad de andar. Gingi estaba cada vez más cerca del corazón de la chica y las confianzas entre ambos habían crecido; ella sin duda lo miraba con mucha admiración, respeto y amor al saber que fue uno de los Ayakashi que cuidaron de ella, él siempre estaba allí para escucharla para hacerla sentir bien, las tormentas eran más soportables. Sin embargo para Gingi esa cercanía era una dulce agonía. Sus sentimientos por Aoi aumentaban sin quererlo, aunque siempre se mantuvo al margen, ya que su respeto y estima por Odanna era más grande que sus propias ambiciones, su único consuelo es que la frialdad del maestro siempre alejo a Aoi y él podía disfrutarla. Su único dolor era escucharla hablar de Odanna de sus sentimientos:

Recuerdo:

Los primeros días al volver a la posada ella preparaba comida deliciosa continuamente con la esperanza de ver al maestro entrar por la puerta; Ese día ella se encontraba haciendo postres cantando alegre, sus manos estaban llenas de masa y el aroma a chocolate era tentador, cuando entre me acerque curioso a preguntar que cocinaba, ella me dijo que era una sorpresa para su persona especial.

Gingi: Así que le preparaste comida al maestro nuevamente –Sonreí con esfuerzo – ¿Crees que venga el día de hoy?

Aoi: Desde aquel día en las ruinas de la sirena he querido hablar con el –Miro perdida la masa –Sabes el intento besarme, pero... Él se detuvo –Se sonrojo –Él no me tocó, acaso solo está interesado en mi por mi deuda

Gingi: Dudas de los sentimientos del maestro –Quería ocultar mi tristeza al escucharla –¿Te has enamorado del maestro?

Aoi: Gingi-Sempai prueba esto –Desvío el tema –Creo que podría ser un buen postre para las parejas que vienen en una cita, podríamos hacer figuras de corazón y...

Gingi: Entiendo, creo que podríamos enviar unas muestras a la posada para que los huéspedes las prueben así colocamos unas tarjetas con nuestros datos y listo- Le sonreí para darle seguridad y olvidara mi comentario anterior.

Aoi:¡ Es una excelente idea! –Brinco de alegría –Le pediré permiso a Odanna-Sama para entregarlos en la posada.

Gingi: Si quieres yo puedo hacerlo –Tome un poco de masa y comencé a batir a su lado.

Aoi: No es necesario –Se comenzó a lavar las manos –Iré a verlo en este momento me puedes ayudar aquí un momento.

Gingi: Aoi –Quise detenerla pero no me escucho, ese día el maestro recibiría a  la Geisha encargada de la casa donde vivía Suzuran-san, continuamente teníamos negocios con ella.

Después de un rato ella volvió a flor de luna con un rostro diferente, ya no tenía la alegría con la que partió, se lavó las manos y comenzó a preparar curry.

Aoi: Gingi te has esforzado mucho, te preparare un plato de curry para que lo disfrutes conmigo –Sonrío con cariño

Gingi: Muchas gracias Aoi-chan –Sin pensarlo la abrace, ella no me rechazo para mi sorpresa correspondía y beso mi mejilla sonrojada

Aoi: No sé qué haría sin ti, eres mi compañero y mi fiel amigo –una pequeña lagrima rodo por su mejilla y se ocultó en mi pecho –Eres muy cálido con tu forma de joven y tu forma infantil es muy tierna, de cachorro ¡Ahu! Eres maravilloso.

Gingi: Gra...cias Aoi-Chan –Mi corazón se alegró de una forma que jamás pensé sentir.

Jamás supe que paso ese día pero desde ese momento dejo de prepararle comida a diario dejo de esperarlo, nos volvimos los mejores amigos y cómplices.