Capitulo 12 El gran viaje

135 8 0
                                    

La hora de partir había llegado Gingi lucia como un niño junto Ai, la niña lo tomaba del brazo los empleados de Tenjin Ya estaban en formación para ver partir a sus amigos –Byakuya y Gingi se quedan a cargo de la posada –Todos hacen una pequeña reverencia –Mi esposa y yo estaremos fuera unos días por favor cuiden nuestro hogar –Si maestro –Todos les sonríen con gusto. Abordando una pequeña nave de Tenjin ya y surcamos el cielo.

Te vez muy linda con ese vestido –Sonríe tierno –Eso me recuerda nuestro reencuentro en el mundo aparente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Te vez muy linda con ese vestido –Sonríe tierno –Eso me recuerda nuestro reencuentro en el mundo aparente.

¿A dónde iremos? –Aoi mira a Odanna con muchas esperanzas.

Es una sorpresa vamos a dentro tenemos un pequeño refrigerio que tomar –Odanna da una pequeña palmada en la espalda de Aoi y la dirigió al interior del barco.

Nos sentamos en el kotatsu, en el menú podía apreciar algunas porciones de Tempura, Soba, Sushi, Onigiri y Takoyaki, lucia realmente delicioso, me dispuse a comer con toda alegría, aunque algo me detuvo Odanna se encontraba mirándome, podía sentir como en sus ojos se mostraba el vació y en sus hombros el peso de la soledad –Se ve delicioso, acaso no tienes hambre –Sonreí para animarlo –Realmente no tengo mucho animo de probar bocado –Dijo con algo de nostalgia –No me gusta comer sola, Odanna Sama me ha invitado a la mesa y me debe de acompañar –Con los ohashi tome una porción de sushi que delicadamente moje en un poco de soya picante y la extendí asía los labios de Odanna lo mire tiernamente –Prueba esto por favor –El delicadamente dio el bocado y saboreo lo que había comido, seguidamente yo probé el mismo bocadillo –Es muy rico verdad –El solo asintió con un pequeño gesto de un niño que gustoso recibe el cariño sincero, me levante de mi lugar y me senté junto a el –Ya que por su cuenta no quiere comer el Oni Danna yo tendré que darle con mis propias manos –Fui tomando cada uno de los alimentos dando uno a Odanna y comiendo otro yo hasta terminar satisfechos –Nadie había hecho algo asi por mi –sonrió tiernamente –No es bueno que no comas adecuadamente, aun que eres un gran ogro debes cuidar de ti –Lo reprendí como si de un niño se tratase –En verdad crees que soy un gran Ogro –Se acercó peligrosamente a mi haciendo que mi corazón se acelerara –No quisieras ser la esposa de este magnifico Ogro –Me levante rápidamente y me aleje al fondo de la habitación –Olvida eso –Dije fríamente.

Nos sentamos en el kotatsu, en el menú podía apreciar algunas porciones de Tempura, Soba, Sushi, Onigiri y Takoyaki, lucia realmente delicioso, me dispuse a comer con toda alegría, aunque algo me  detuvo Odanna se encontraba mirándome, podía senti...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tengo sueño –Se levanto y se dirigió hacia la cama que se encontraba en el otro lado de la habitación –Podrías dormir a mi lado.

Que crees que me estas pidiendo –Lo regañe –Pasaremos por un lugar muy frio antes de llegar a nuestro destino, quiero mostrarte algo –se acostó en la cama para dormitar, quise seguir molestándolo pero lo vi tan a pasible que no pude continuar con mis reclamos, me senté en una mecedora al extremo contrario cerré mis ojos pero al cabo de un rato un frio petrificador me despertó, pensé salir pero al ver a Odanna tan acurrucado por el frio evite abrir la puerta, era insoportable la sensación por lo que me acerque a Odanna que aun dormía tome varios cobertores y lo cubrí pues se notaba el frio que sentía, después de unos momentos el gélido clima y el cansancio me convencieron a recostarme junto a Odanna que se miraba tan calído, levante las cobijas y subí a la suave cama con el cuidado de no despertarlo, a diferencia de mi futon esta cama era demasiado suave lo que complico no mover a Odanna que dormía como niño, me acerque a el y pude sentir su cálido cuerpo ya que a pesar de ser un ayakashi podía ser tibio y muy acogedor, escondí mi rostro en su espalda y me quede completamente dormida.

Pude sentir como era abrazada, las caricias en mi cabello, sentí mucho afecto en mi ser –Odanna Sama, te quiero –Deje escapar más dormida que despierta –Es hora de levantarnos pequeña novia infernal –A pesar de que siempre dice que soy su novia me trata más como si fuera un tutor y yo una niña, me pregunto ¿por qué hace eso? –Sentí mucho frio –Me acurruque con suavidad, después de un momento me di cuenta que estaba enterrada en el pecho de Odanna me levante más rápido que la luz, pensé en despertar antes que el para que no pensara cosas extrañas.

Aoi no te preocupes –Sonrio amorosamente –Nunca haré nada que tú no desees –se levantó y camino al otro lado de la habitación mostrándome un armario –En esta parada por favor usa algo muy abrigador ya que este es un ambiente muy frio, para los seres humanos podría ser mortal si no se cuidan y por favor mantente a mi lado el calor del fuego de ogro en mi evitara que te pases frio.

Me dirigí al armario y encontré un hermoso kimono gris con bordados en los dobladillos de pequeñas llamas verdes, me hizo recordar la belleza del fuego de Odanna, como adorno principal una pintura de pequeños pájaros azules que representaban el vuelo en el cielo. –Sal de la habitación por favor –Le dije tímida –Vaya que eres cruel al querer congelarme, esa maldad es digna de la dama del infierno –Rio sarcástico –Entonces por favor voltéate –Lo lleve contra la cama que estaba en el extremo de la habitación él se hinco mirando a la pared con un tono divertido en el rostro –He escuchado que es deber de un buen esposo ayudar a desvestir y vestir a su esposa -. Regrese al armario simulando no escuchar, retire mi vestido y coloque en mí el kimono, el cual me ajusto perfectamente al cuerpo, a diferencia de los obi que había usado anteriormente este era un obi más largo el cual requería más dobleces, o tal vez siempre recibía ayuda de las hermanas sin rostro y no había notado ese detalle, necesitaba ser acomodado en la parte trasera por alguien más. Quise doblarlo por enfrente pero recordé que alguna vez el abuelo menciono la dudosa decencia de una mujer cuando lleva el nudo del obi en la parte delantera –Odanna puedes ayudarme –Susurre muy apenada –Dime Aoi –Al voltear se sonrojo debido a que solo cerraba el kimono con ayuda de mis manos –Por favor ayúdame a colocar el Obi –Dije muy rápido evitando escuchar otra de sus bromas, se acercó y con mucha suavidad acomodo la prenda al terminar se retiró gentilmente –Me gustaría poder hacer eso por el resto de mi vida –nuevamente apareció anhelo en su rostro –Es hora de que tú me vistas –Termino con el momento romántico en un instante, su sonrisa pícara siempre lo hace ver tan galante, sin más contemplación comenzó a sacar prendas de si –¿Por qué eres tan despreocupado? –Giré a otro lugar completamente apenada, confieso que moría por observar tan solo un poco más.

 Quise doblarlo por enfrente pero recordé que alguna vez el abuelo menciono la dudosa decencia de una mujer cuando lleva el nudo del obi en la parte delantera –Odanna puedes ayudarme –Susurre muy apenada –Dime Aoi –Al voltear se sonrojo debido a q...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Bajamos de la pequeña embarcación, el parecía un joven simplemente, casi igual que el vendedor de pescado, me sorprendió su cambio, saco de su manga una media mascara blanca como la nieve y me la entrego –Cuida de no retirar la máscara no queremos que cualquier ayakashi te quiera comer –Se rio nervioso.

Mi amor eres tu...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora